Conoce el Camino portugués para llegar a Santiago
La variedad de rutas es una de las características que convierten al Camino de Santiago como una peregrinación única en el mundo. Desde el Este, Norte y Sur hay numerosos trayectos que, con diferentes puntos de origen, convergen para llegar al mismo destino.
En este post vamos a recorrer el Camino portugués, que durante los últimos años ha crecido entre las preferencias de los peregrinos. La propuesta incluye dos opciones: un trayecto largo desde Oporto y su versión reducida, que empieza en Tui.
El caminante se adentra entre viñas y pueblos medievales en Portugal para dar paso a la costa del sur de Galicia. Un recorrido muy bonito y una experiencia única a la que cada vez se apuntan más visitantes.
El trayecto completo hacia el Obradoiro desde el país vecino comienza desde un punto estratégico. En la ciudad de Oporto, conocida por ser el último paso del río Duero antes de llegar al mar, se inicia un recorrido de 256 kilómetros de ruta hasta Santiago. Suele completarse en aproximadamente quince días.
Los peregrinos inician su camino en la ciudad que también es famosa por sus bodegas de vino y avanzan hacia el norte a lo largo de un sendero costero. Los puntos más destacados hasta llegar a Bayona, una de las primeras localidades españolas, incluyen Provoa de Varzim, Esposende, Viana do Castelo o Ancora.
El recorrido costero continúa en territorio español una vez que los peregrinos llegan a Bayona, para dirigirse luego hacia Santiago. En Pontevedra, el camino se aleja del océano y se adentra en un paisaje igualmente encantador, donde los puentes romanos, ríos y pueblos pintorescos son los protagonistas. Entre las localidades más reconocidas en esta parte del trayecto se encuentran Caldas de Rei y Padrón.
El viaje resulta cómodo gracias a la proximidad con el Océano Atlántico, que modera las temperaturas tanto en verano como en invierno, y ofrece así una experiencia agradable entre los pintorescos pueblos portugueses.
Una de las ventajas del Camino Portugués a Santiago es su menor afluencia en comparación con otras alternativas, lo que facilita el tránsito y hace que sea una opción popular para quienes quieren hacer el Camino en bicicleta y vivir así un punto de vista diferente.
La salida desde Tui y otras opciones
El viaje a Santiago desde Portugal ofrece, además de Oporto, otro punto de partida que es ideal para los peregrinos que disponen de menos tiempo. Para completar este recorrido se necesita de la mitad de tiempo que la primera opción, ya que entre siete y ocho días debe estar completado.
Empieza en Tui, una localidad fronteriza que se encuentra a unos 120 kilómetros del destino. Atraviesa muchos pueblos de interior y se asoma al mar en varios puntos de las rías viguesa y pontevedresa.
Otras ciudades como Coimbra y Santarém también son puntos de inicio para la peregrinación, aunque la distancia se incrementa considerablemente para aquellos que desean llegar a Santiago en un solo viaje.
Estos recorridos atraviesan zonas interiores de Portugal, donde se refugian pueblos y aldeas de origen medieval. La capital lusa, Lisboa, también es un punto de partida para el Camino de Santiago. En este caso, se necesita casi un mes de trayecto, ya que el recorrido completo ronda los 600 kilómetros.
El Camino de Santiago en bicicleta
Una modalidad para hacer el Camino de Santiago que ha adquirido mucho protagonismo en los últimos años es la de hacerlo en bicicleta. Peregrinos que ya han realizado el trayecto a pie o aficionados a este medio de transporte deciden vivir una experiencia que acorta notablemente las distancias y permite así invertir más tiempo en actividades alternativas.
Antes de sentarse en el sillín y empezar a pedalear rumbo a Santiago, es recomendable seguir unos consejos que pueden servir de gran ayuda y que atañen tanto a la preparación previa como a las condiciones durante el trayecto.
Éste incluye diferentes superficies como asfalto o tierra, si bien siempre está la opción de ir siempre por carretera o caminos asfaltados. Teniendo en cuenta estas condiciones, el visitante puede elegir entre una bicicleta adaptada a varios terrenos u otra que funcione principalmente sobre un suelo duro.
Tanto el Camino portugués como el resto de opciones pueden ser completadas en bicicleta, así que el peregrino no tiene qué preocuparse sobre la idoneidad de elegir uno u otro.
Sí que es importante mirar al calendario, en referencia a lo qué puede caer del cielo. Es decir, es mejor descartar las épocas lluviosas para hacer el Camino sobre dos ruedas. Los motivos son evidentes.
Por ello, los meses que van de mayo a septiembre representan la mejor época, ya que es la temporada en la que menos lluvias caen. No obstante, el agua es un elemento común en todas las provincias gallegas, también en el periodo más caluroso; así que llevar ropa adaptada a la lluvia como medida preventiva resulta imprescindible.