Descubriendo Mina Esperanza, un viaje a las profundidades de Burgos
¿Buscando un plan con niños diferente cerca de Burgos? Mina Esperanza es la opción ideal para toda la familia.
Imagina poder adentrarte de forma segura en las entrañas de la tierra, mientras descubres antiguos oficios y minerales que no conocías.
Todo eso y mucho más es lo que ofrece Mina Esperanza, una experiencia inmersiva total que se puede combinar con la visita a Paleolítico Vivo.
Mina Esperanza
A apenas 15 kilómetros de la ciudad de Burgos, en el corazón de la Sierra de Atapuerca se encuentra la Mina Esperanza.
Esta explotación se dedicaba a la extracción de un mineral llamado hematites parda, del cual se extraía el hierro que iba a parar a los altos hornos de Vizcaya.
Estuvo en funcionamiento a lo largo de casi todo el siglo XX, desde 1908 hasta 1973 que cerró sus puertas por falta de rentabilidad.
En su momento de mayor esplendor llegó a ocupar más de 290 hectáreas, entre las explotaciones a cielo abierto y las subterráneas.
Tras una rehabilitación de varios años, abrió sus puertas al público en el 2013 para dar a conocer los secretos que esconde mediante visitas guiadas.
Visita a la Mina Esperanza
La visita comienza en la localidad de Olmos de Atapuerca, donde ya podemos ir viendo una pequeña representación de lo que nos espera.
Allí nos encontraremos con el guía, quien encabeza en su vehículo la ruta hacia la vieja Mina Esperanza.
Empezamos viendo los restos que se conservan de las construcciones exteriores, como las antiguas viviendas, oficinas, caballerizas o fragua.
A continuación nos dan el casco con el que ya podremos adentrarnos en las entrañas de la tierra, hasta los 30 metros de profundidad.
Seguiremos los oxidados raíles de las vagonetas por los más de 200 metros de galerías visitables, mientras el guía nos cuenta cómo era la dura vida de aquellos trabajadores.
Desde la maquinaria que utilizaban hasta las funciones de cada uno de ellos, todo un viaje al pasado entre pasadizos subterráneos cargados de historia.
En todo momento la ruta es fácil y sin peligros, solo teniendo un poco de cuidado con los golpes en la cabeza debido a la baja altura de los túneles.
Por último, hay que ascender por un antiguo pozo de ventilación para regresar a la superficie, de vuelta a la luz del sol y al final de nuestra increíble experiencia.
Museo de Minerales
Antes de salir de la Mina Esperanza pasaremos por un Museo de Minerales, el único museo subterráneo de minerales de Europa.
A través de paneles, muestras de minerales, y por supuesto la explicación del guía, podemos conocer más sobre la minería en el mundo entero.
Un repaso por su historia desde el Neolítico, nos ayudará a comprender la importancia de los minerales en el desarrollo de la humanidad.
Planificar la visita
La visita guiada a la Mina Esperanza dura una hora y media, siendo imprescindible reservar en su página web con antelación.
Durante la primavera y el verano, hay visitas de martes a domingo, a las 11:00, 13:00, 16:30 y 18:30 horas.
Y en invierno y otoño, de martes a domingo, a las 12:00 y 17:00 horas.
La entrada general cuesta 8 €, para los niños de 6 a 12 años son 5 € y para los menores de 6 años es gratis.
Se aconseja entrar abrigado a la mina aunque sea verano, ya que las temperaturas en el interior nunca suben de los 14ºC.
También es aconsejable llevar calzado cerrado, ya que aunque esté acondicionado para visita, se camina entre raíles, escaleras y pasadizos de tierra.
Para llegar hasta Olmos de Atapuerca desde Burgos hay que seguir la N-I en dirección Vitoria, a unos 12 kilómetros está el desvío de la carretera BU-701 hacia Atapuerca.
El primer pueblo que encontraremos es Olmos de Atapuercas, donde esperaremos al guía frente a la Iglesia Parroquial.
Paleolítico Vivo
La visita a la Mina Esperanza se complementa a la perfección con la experiencia que ofrece Paleolítico Vivo, un safari entre especies animales que habitaron estas tierras hace más de 10.000 años.
Subidos a los vehículos 4X4, se hace una ruta de dos horas entre bisontes europeos, caballos de Przewalski, uros y tarpanes.
La experiencia inmersiva se completa con el Campamento Prehistórico, una reconstrucción donde conocer cómo era la vida de los hombres del Neolítico.
Yacimientos de Atapuerca
También es imprescindible aprovechar la visita a la zona para conocer los yacimientos de Atapuerca, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Aquí se han hallado restos humanos con más de 900 mil años de antigüedad, permitiendo definir una nueva especie conocida como Homo antecessor.
Desde la Sima del Elefante hasta la Gran Dolina, todavía hoy siguen trabajando los científicos para desentrañar los misterios de la humanidad.
Para ayudar en su conservación y no entorpecer los trabajos, sólo se pueden realizar visitas guiadas con un estricto horario.
Si te quedas sin plaza no pasa nada, puedes visitar el Museo de la Evolución Humana en Burgos, donde se han trasladado la mayoría de restos arqueológicos.