Comer en Cuenca

Se trata de preparaciones baratas pero contundentes, elaboradas durante siglos por pastores, cazadores y arrieros para combatir los crudos inviernos de la zona.

Aunque la cocina tradicional de Cuenca tiene su propia identidad, comparte materias primas y recetas similares a las de otras provincias de Castilla La Mancha.

Comida típica

Estos son algunos de los platos típicos de Cuenca:

• Morteruelo, guiso de aspecto y textura similar al paté, elaborado con hígado de cerdo y otras carnes de ave o caza menor.
• Ajoarriero o atascaburras, también de textura similar al paté, pero en éste caso elaborado con bacalao, patatas y por supuesto ajos.
• Zarajos, hechos de tripas de cordero enrolladas en una ramita de sarmiento, se pueden hacer fritos o asados a la brasa.

Además de estos tres platos que son las más típicos, podemos encontrar gazpacho, caldereta, migas, potajes y elaboraciones con caza mayor, como venado y jabalí.

También hay elaboraciones con trucha y bacalao, obtenidos de los propios ríos que rodean la ciudad.

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Bebidas tradicionales

Para acompañar esta excelente comida nada mejor que un buen vino con Denominación de Origen de La Mancha.

También típico de la zona es el resolí, un licor digestivo elaborado con crema de café y anís, entre otros ingredientes.

Información y reservas

En Cuenca se puede comer a partir de 12€ por persona, aunque un menú que incluye una degustación de todos los platos típicos cuesta alrededor de 20€ por persona.

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Dulces tradicionales

Por último hay que mencionar la repostería tradicional de Cuenca.

El dulce más típico es el alajú, de origen árabe. Es una pasta elaborada con almendras, miel y pan rallado, cubierta con dos obleas para darle su característica forma de torta.

También se pueden encontrar otros postres tradicionales como las rosquillas, torrijas, mantecados o bizcochos.

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Si además de la gastronomía de Cuenca quieres conocer todos los secretos de la ciudad, echa un vistazo a nuestra vídeo-guía.

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