Además de la Catedral de Santa María y San Julián, hay otros conventos y monasterios de Cuenca que también merecen una visita.
Convento de las Carmelitas Descalzas
Ubicado en la calle que lleva desde la Plaza Mayor hasta el Castillo de Cuenca, hoy en día alberga la Universidad Internacional Menéndez Pelayo y la Fundación Antonio Pérez.
El convento fue ocupado a principios del siglo XVII por las monjas contemplativas de la Orden de los Carmelitas Descalzos.
A principios del siglo XX la Diputación de Cuenca adquirió el inmueble, tras algunas restauraciones se instaló allí la sede de la universidad y la fundación.
Es un edificio de estilo barroco con portada clásica, en su interior se exponen más de 4.000 obras repartidas entre 35 salas.
Lo más llamativo es cómo se construyó adaptándose al terreno irregular sobre la hoz del río Huécar, por un lado se encuentra la iglesia y por otro la parte conventual.
Sólo es posible acceder al interior si se visita el Museo Antonio Pérez, con horario: de lunes a domingo, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas.
La entrada general cuesta 2€ y la reducida 1€, válida para estudiantes, mayores de 65, jubilados, personas en paro y residentes en Cuenca.
La entrada es gratis para los menores de 10 años y para todo el público los miércoles por la tarde.
Convento de San Pablo
Situado en uno de los parajes más bellos de Cuenca, en un promontorio en lo alto del río Huécar y con las mejores vistas de las Casas Colgadas, hoy en día alberga el Parador Nacional de Turismo.
El edificio fue construido en la primera mitad del siglo XVI, como residencia monacal de la Orden de Predicadores.
Del diseño se encargaron los hermanos arquitectos Juan y Pedro de Alviz, el primero se hizo cargo de la iglesia y el segundo del convento.
Sigue un estilo gótico con decoración renacentista, aunque con el paso de los siglos se le fueron añadiendo nuevos elementos de otros estilos.
Seminario Conciliar de San Julián
En la Plaza de la Merced se alza el Monasterio Conciliar de San Julián, junto a la Iglesia y Convento de la Merced forman un monumental conjunto barroco.
Fue fundado en el siglo XVIII, aprovechando el edificio antes ocupado por el Palacio del Marqués de Siruela.
Aunque sólo se puede visitar el exterior, en el interior se conserva un retablo gótico obra del Maestro de Horcajo.
Convento de la Merced
En la misma plaza se alza el Convento de la Merced, antiguo hogar de la orden de la Merced Descalza.
Los mercedarios se instalaron a mediados del siglo XVII en el Palacio de los Hurtado Mendoza, edificio hoy considerado Bien de Interés Cultural.
En la actualidad da cobijo a las religiosas de la Congregación de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada.
Del conjunto llama la atención la fachada barroca de la iglesia, a su lado se alza más modesta la fachada del convento.
