Qué ver en Huesca capital en un día
Conocida como la Puerta de los Pirineos, sigue leyendo y descubre qué ver en Huesca capital en un día.
Para muchos pasa desapercibida, pero la realidad es que Huesca capital guarda un interesante patrimonio histórico.
Su casco antiguo no es de grandes dimensiones, por lo que es posible recorrerlo a pie en tan sólo un día.
Qué no perderse en Huesca
La visita turística debería empezar en la Plaza de la Catedral, epicentro de la vida civil y religiosa de Huesca.
A su alrededor se encuentra la Catedral de Santa María, el Museo Diocesano y la Casa Consistorial.
Caminando hacia el norte por la calle Quinto Sertorio, a apenas 200 metros encontramos el Museo de Huesca.
Ubicado en el antiguo Palacio de los Reyes de Aragón, acoge la sala donde se produjo la leyenda de la Campana de Huesca.
En los alrededores se extiende la Muralla de Huesca, puedes seguir su perímetro a través de la Ronda de Montearagón o pasear por la ronda superior para regresar al casco histórico.
Nuestra siguiente parada es en el Monasterio de San Pedro el Viejo, una joya del románico aragonés.
A su lado se encuentra la Plaza de López Allué, el lugar ideal para disfrutar de las gastronomía o comprar alguno de los productos típicos.
Ya por la tarde continuamos la ruta hacia el sur en busca de la Plaza de Navarra, una de las más bonitas de Huesca.
Está presidida por el Casino de Huesca, también llamado Círculo Oscense, es el mejor ejemplo del modernismo en la ciudad.
El centro está reservado para la Fuente de las Musas, de clara influencia francesa.
Para terminar la visita nada mejor que acercarse al Parque Miguel Servet, el pulmón verde de Huesca.
Aquí tienes un resumen de todo lo que hay que ver en Huesca capital en un día, pero si lo prefieres puedes apuntarte a un tour GRATIS.
Catedral de Huesca
La Catedral de Huesca, considerada una joya del gótico, es singular porque la mayoría de iglesias de la provincia son románicas.
Esto es debido a que durante siglos se estuvo utilizando para el culto la Mezquita Mayor, hasta que a finales del siglo XIII Jaime I de Aragón ordenó su construcción.
Del exterior llama la atención su portada flanqueada por 14 esculturas de piedra, representan a once apóstoles, Juan Bautista y los dos santos patronos de Huesca, San Lorenzo y San Vicente.
Junto a ella se alza la torre campanario, de aspecto inconcluso porque perdió su chapitel durante la Guerra Civil.
Ya en el interior llama la atención el retablo mayor renacentista, realizado en alabastro.
Museo Diocesano
Anexo a la Catedral de Huesca, el Museo Diocesano acoge las mejores obras de arte sacro de toda la provincia.
Su colección se divide entre orfebrería, arte medieval, incluyendo románico y gótico, renacimiento y barroco.
Entre las piezas más destacadas se encuentran:
- Tres arquetas románicas de Limoges
- Predela italogótica de plata del siglo XIV
- Claustro románico del siglo XII y Claustro del Papa Luna
- Retablo mayor del cercano Castillo de Montearagón
La entrada es conjunta con la Catedral de Huesca, cuesta 4€.
Ayuntamiento de Huesca
Completa el conjunto monumental de la Plaza de la Catedral el Ayuntamiento de Huesca, una joya del Renacimiento aragonés.
En realidad está compuesto por dos edificios: Casas de la Ciudad y Colegio de Santiago.
Museo de Huesca
El Museo de Huesca es el lugar ideal para conocer la historia y tradiciones de la ciudad, acogiendo una sección de arqueología y otra de bellas artes.
Además, el edificio en sí es historia de Huesca, ya que originalmente era el Palacio de los Reyes de Aragón.
Construido en el siglo XII, todavía se conserva la sala donde se produjo la leyenda de la Campana de Huesca.
Es uno de los pocos elementos que se conserva del edificio original, junto con el Salón del Trono y la Sala de Doña Petronila, todos ubicados en la Torre de la Zuda.
La entrada es gratuita.
Muralla de Huesca
Precisamente la Torre de la Zuda formaba parte del complejo defensivo medieval, junto con la Muralla de Huesca.
Fue construida por los musulmanes en el siglo IX, cuando la ciudad era conocida como “Wasqa, la de las 99 torres”.
No es de extrañar sabiendo que llegó a tener 2 kilómetros de perímetro y casi 100 torreones, de los que sólo queda el Torreón del Amparo.
El trozo más grande de muro sigue la línea de la Ronda de Montearagón, atravesando La Porteta se regresa al casco histórico.
Tras varias reconstrucciones, hoy en día también es posible pasear por la ronda superior.
Monasterio de San Pedro el Viejo
Sin duda el Monasterio de San Pedro el Viejo es uno de los edificios religiosos más importantes y antiguos de Huesca, siendo considerado una joya del románico aragonés.
No te dejes engañar por su aspecto exterior, bastante austero debido a su ubicación entre edificios más altos.
Sus tesoros se encuentran en el interior, destacando sobre todo el claustro, único historiado románico de Aragón.
A su lado está la Sala Capitular, utilizada como Panteón Real, acoge los sepulcros de Alfonso I y Ramiro II de Aragón.
No olvides fijarte en los capiteles del claustro, 18 de ellos románicos originales.
Otro punto de interés es la iglesia, con su retablo mayor policromado y las pinturas murales del siglo XIII.
Casino de Huesca
También llamado Círculo Oscense, es el principal ejemplo de la arquitectura modernista en Huesca.
Fue construido a principios del siglo XX, como una versión moderna de las imponentes fortalezas medievales.
A la vez se construyó la Plaza de Navarra, sirviendo como plataforma de acceso al edificio.
Una vez atravesamos la bella puerta arabesca, vemos un despliegue de vidrieras, tapices, muebles y esculturas de la época.
Parque Miguel Servet
Ideal como broche de oro a un ajetreado día de turismo, el Parque Miguel Servet es el pulmón verde de Huesca.
También fue construido a principios del siglo XX, como parte de un proceso de modernización de la ciudad.
Bajo los frondosos árboles hay numerosas esculturas y monumentos, así como estanques, zonas de juegos infantiles y hasta un quiosco de música.
Entre ellos están Las Pajaritas, un símbolo de Huesca.