Godafoss, la «Cascada de los Dioses»
En el corazón de la salvaje Islandia, se encuentra una maravilla natural que desafía la imaginación: Godafoss, la «Cascada de los Dioses».
Con una caída de agua de casi 12 metros de altura y más de 30 metros de ancho, esta impresionante cascada ofrece un espectáculo que deja sin aliento.
Su nombre evoca antiguas leyendas y mitos nórdicos, prepárate para sumergirte en un viaje fascinante mientras desentrañamos todos sus secretos.
Leyenda de Godafoss
Rodeada por paisajes de una belleza indescriptible, Godafoss es mucho más que una simple cascada, es un símbolo de la historia y la espiritualidad islandesa.
Según cuenta la leyenda, en torno al año 1000 d.C., el líder islandés Thorgeir Ljosvetningagodi tomó una decisión trascendental en este lugar: convertir a Islandia al cristianismo.
La historia dice que Thorgeir arrojó sus símbolos de los dioses nórdicos a las aguas de Godafoss, cortando para siempre con el antiguo legado pagano.
Éste hecho marcó el inicio de una nueva era para Islandia, que abrazó desde entonces el cristianismo, aunque nunca olvidó sus raíces mitológicas.
También marcó para siempre a la cascada de Godafoss, que desde entonces es conocida como la “Cascada de los Dioses”.
Hoy en día, esta cascada sigue siendo un lugar sagrado para muchos islandeses y visitantes de todo el mundo, que vienen a admirar su belleza y sentir la energía que emana de sus aguas turbulentas.
Visitar Godafoss
Godafoss se ha convertido por méritos propios en una de las cascadas más famosas de Islandia, acogiendo cada año a miles de visitantes venidos de todo el mundo.
No es especialmente destacable por su altura, ya que apenas llega a los 12 metros, pero sí por su forma y caudal.
Las aguas del río Skjálfandafljót, han dado forma durante millones de años a esta cascada en forma de herradura que se extiende a lo largo de 30 metros.
Justo al llegar a la catarata, el río se divide en dos, dejando en mitad del torrente de agua la isla Hrútey.
Otra cosa que llama la atención es su intenso color azul turquesa, provocado por las gélidas aguas que bajan directas desde el glaciar Vatnajokull.
Este espectáculo de la naturaleza se divisa desde la carretera, pero la mejor forma de disfrutarlo es desde los miradores en los acantilados o junto al río.
Merece la pena recorrer ambas orillas para asomarse a los diferentes puntos de vista, reviviendo además escenas de la mítica serie Juego de Tronos.
Si visitas Godafoss en invierno, podrás sentirte como Jon Snow caminando por los inhóspitos paisajes más allá del muro.
¿Cómo llegar a Godafoss?
La “Cascada de los Dioses” se encuentra junto a la carretera Ring Road, a medio camino entre Akureyri y el lago Mývatn.
Aunque tiene parada de autobuses, la mejor forma de llegar a Godafoss es alquilando un vehículo, con un trayecto de poco más de 30 minutos desde Akureyri o desde Húsavík.
Junto a la catarata hay amplios aparcamientos para dejar el coche, además de una gasolinera, una cafetería y un hotel.
Si estás visitando Islandia en crucero, puedes apuntarte a una excursión organizada, que además suele recorrer otros puntos de interés de la zona.
¿Qué ver cerca?
Godafoss es sólo la primera parada de las rutas por el centro norte de Islandia, con salida desde Akureyri, la cuarta ciudad más grande del país.
Después se puede llegar hasta el lago Mývatn y recorrer todos los puntos de interés en sus orillas, empezando por la zona de cráteres de Skútustadir.
A continuación encontramos las curiosas formaciones rocosas de Dimmuborgir, la zona geotérmica Namafjall Hverir o los baños termales en mitad de un inhóspito paisaje.
Para completar la ruta circular, puedes continuar hasta la caudalosa cascada Dettiffoss, en pleno Parque Nacional Jökulsárgljúfur, para finalmente volver a la costa y visitar la pintoresca ciudad de Húsavík.