Qué ver en Candeleda, Ávila
Ubicado en la vertiente sur de la Sierra de Gredos, Candeleda es uno de esos lugares que sorprenden al viajero por su autenticidad, su entorno natural y su arraigada tradición cultural.

Este municipio de la provincia de Ávila, muy cerca del límite con Cáceres y Toledo, se ha consolidado como uno de los destinos más atractivos del valle del Tiétar.
Si te estás preguntando qué ver en Candeleda, prepárate para una experiencia que combina tradiciones, naturaleza y gastronomía en un entorno único.
Qué ver en Candeleda en un día
Si solo cuentas con un día, no te preocupes, tienes tiempo para descubrir todo lo que hay que ver en Candeleda y disfrutar sin prisas.
En una sola jornada podrás empaparte de su esencia, recorrer su casco histórico, visitar alguno de sus museos y acercarte a algunos enclaves naturales cercanos.

Casco histórico de Candeleda
Uno de los aspectos más singulares del casco histórico de Candeleda es su arquitectura tradicional, que se ha conservado en excelente estado a lo largo de los siglos.
Un paseo tranquilo por sus calles permite descubrir numerosas casas entramadas, seña de identidad del Valle del Tiétar y de buena parte de la Sierra de Gredos.
Estas construcciones datan, en su mayoría, de los siglos XVI y XVII, cuando se levantaban viviendas con una base de piedra y una estructura de madera vista en los pisos superiores.
El relleno entre vigas solía hacerse con adobe o ladrillo, por su parte, los voladizos ayudaban a proteger la fachada de la lluvia.
La planta baja, muchas veces abierta o con portalones, se utilizaba para guardar a los animales, herramientas o almacenar productos del campo.
Los pisos superiores, donde vivía la familia, reflejan con detalle el modo de vida rural de aquella época, aunque muchas se han reconvertido en alojamientos rurales.
El casco histórico de Candeleda se descubre caminando, descubriendo esos rincones donde se respira historia, tradición y vida cotidiana.
Una de las más representativas es la calle del Moral, que alberga el mayor conjunto de casas entramadas del municipio.
Aquí las fachadas conservan vigas de madera originales, los balcones están repletos de flores y el ambiente invita a pasear sin prisas.
Tampoco puedes perderte la calle del Pozo, Corredera, Hilachas, Domingo Labajo o Cáceres, todas ofrecen un viaje a través del tiempo.
Los pasos poco a poco te guiarán hasta la Plaza del Herreñal, centro de la antigua judería de Candeleda, conserva aún su ambiente íntimo y su enrevesado trazado.
Muy cerca de la plaza, en el número 14 de la calle Amargura, detente en la Casa de la Judería.
Originalmente sede de la Santa Inquisición, en la actualidad es un centro para conocer la cultura y gastronomía de Candeleda.

Plaza del Castillo
Uno de los lugares más simbólicos para comenzar a visitar Candeleda es la Plaza del Castillo, situada en la parte alta del municipio.
Esta plaza recibe su nombre del antiguo castillo que los Condes de Miranda tenían en este lugar, aunque esta construcción no sobrevivió al paso del tiempo.
En su lugar, hoy en día se ha ubicado una glorieta con bancos corridos a su alrededor, y tres enormes palmeras que dan sombra y un toque pintoresco al lugar.
Junto a ella se alza el Monumento a la Cabra Hispánica, símbolo indiscutible de la Sierra de Gredos y emblema natural de la región.
Esta escultura rinde homenaje a la cabra montés, especie que forma parte esencial del paisaje serrano y cuya observación es una de las actividades preferidas para los amantes de la fauna y la naturaleza.
Las casas en torno a la plaza siguen el modelo de arquitectura tradicional del Valle del Tiétar, aunque la mayoría de los bajos han sido reconvertidos en bares y restaurantes donde disfrutar de la gastronomía de Candeleda.

Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Candeleda es otro de los puntos neurálgicos del pueblo y uno de los lugares más fotogénicos gracias a la arquitectura que la rodea.
Preside este espacio el Ayuntamiento, un edificio de estilo neomudéjar madrileño que destaca por su elegancia y proporciones.
Construido en ladrillo visto, su diseño recuerda a las corrientes arquitectónicas del Madrid de finales del siglo XIX y principios del XX.
Pero sin duda, el edificio que más fotos se lleva es la Casa de las Flores, probablemente la vivienda más bonita de Candeleda.
Su fachada es una explosión de color gracias a las flores que adornan sus balcones de madera, y en su interior se ubica el Museo del Juguete de Hojalata.

Iglesias y ermitas
El patrimonio religioso de Candeleda tiene gran valor histórico y artístico, siendo la principal referencia la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Declarada Bien de Interés Cultural, fue construida entre los siglos XIV y XV, siguiendo el estilo gótico rural característico de la región.
Su imponente torre y sus muros de sillería contrastan con la sencillez del entorno, marcando el paisaje urbano.
En el interior, se pueden admirar varios elementos de gran interés, como el Altar Mayor, la Capilla del Baptisterio, el Retablo Cerámico y una Pila Bautismal de época gótica.
Además de la iglesia principal, Candeleda cuenta con otras ermitas que forman parte del paisaje rural.
Entre ellas, la Ermita de San Blas, también conocida como Ermita del Cristo de la Cañada, es una de las más populares.
Situada en el Parque de la Cañá, donde también está el Rollo de Justicia, en su interior se venera la imagen del santo patrón de Candeleda.

Piscinas naturales de la Garganta de Santa María
Uno de los mayores atractivos naturales de Candeleda discurre en paralelo al casco urbano, se trata de la Garganta de Santa María, un curso de agua cristalina que baja desde la Sierra de Gredos.
A lo largo de su ribera se ha habilitado un paseo fluvial, perfecto para disfrutar del entorno en cualquier época del año.
Sobre la garganta se levanta el Puente Viejo, estructura centenaria que forma parte del patrimonio local.
Su perfil de piedra encaja de forma armoniosa con el entorno natural, ofreciendo un punto ideal para hacer fotos o simplemente detenerse a contemplar el paisaje.
Pero si por algo es conocida esta Garganta de Santa María, es por sus piscinas naturales, especialmente concurridas en los meses de calor.
En verano, el Charco Carreras y el Charco Palomas ofrecen dos zonas de baño de fácil acceso, con aguas limpias y frescas, aunque bastante concurridas.
Estas pozas naturales son ideales tanto para el baño como para pasar el día en familia o con amigos, ya que cuentan con zonas de descanso y merenderos.
Además, están muy bien señalizadas y se encuentran a pocos minutos del centro urbano, lo que las convierte en una escapada perfecta sin salir del pueblo.

Santuario de la Virgen de Chilla
A unos pocos kilómetros del centro urbano de Candeleda, en plena naturaleza, se alza uno de los lugares más venerados y emblemáticos de toda la comarca: el Santuario de la Virgen de Chilla.
La historia de este santuario está ligada a una leyenda popular que forma parte de la identidad cultural del municipio.
Según la tradición, la Virgen se apareció a un humilde pastor al que se le había muerto una de sus cabras.
Para evitar que tuviera problemas con el dueño del rebaño, la Virgen obró el milagro de resucitar al animal, y desde entonces se convirtió en la patrona de Candeleda y de la Sierra de Gredos.
Su venerada imagen se guarda en el interior de una ermita erigida en el siglo XVIII, rodeada por paneles de cerámica que cuenta el milagro de la cabra.
Cada mes de septiembre se celebra una romería popular que atrae a miles de personas, declarada Fiesta de interés Turístico Nacional.
Además, la ubicación privilegiada del Santuario de la Virgen de Chilla, ofrece a su alrededor un paisaje de frondosos bosques, numerosas fuentes y zonas de descanso bajo los árboles.

Castro del Raso
Para quienes se sienten atraídos por la historia antigua y la arqueología, una visita al Castro de El Raso, también conocido como Castro de El Freíllo, es prácticamente obligatoria.
Este yacimiento arqueológico, situado a unos 12 kilómetros de Candeleda en la pedanía de El Raso, constituye uno de los asentamientos vetones más importantes de toda la península ibérica.
Los vetones fueron un pueblo prerromano que habitó esta región durante la Edad del Hierro, dejando tras de sí un legado de gran valor histórico y patrimonial.
El castro se encuentra en una posición elevada, con vistas espectaculares del Valle del Tiétar y la Sierra de Gredos.
Se calcula que llegó a tener más de 2.000 habitantes, lo que da idea de su relevancia en la época.
En la actualidad se conservan numerosos restos de viviendas, murallas defensivas y estructuras urbanas que permiten imaginar cómo era la vida en este poblado hace más de 2.000 años.
Algunos hallazgos, como estelas funerarias o restos de cerámica y utensilios, se pueden ver en el Museo Arqueológico Municipal, ubicado en El Raso.
La visita al Castro de El Raso se puede realizar libremente, aunque también se organizan rutas guiadas que aportan contexto histórico y permiten comprender mejor su importancia.
Es una experiencia altamente recomendable tanto para adultos como para niños, ya que conjuga naturaleza, cultura y educación en un entorno abierto y sin masificaciones.

Sequeros de Candeleda
Una de las manifestaciones más singulares del patrimonio etnográfico de Candeleda son los sequeros, construcciones utilizadas para el secado de pimientos para elaborar pimentón.
Estos edificios, levantados en el siglo XVII, se han convertido en testigos mudos de una actividad económica que fue fundamental para la vida del pueblo durante siglos.
Los sequeros están construidos en piedra y madera, y constan de dos plantas.
En la planta inferior se encendía una fogata cuyo humo ascendía hacia el piso superior, donde se disponían los pimientos sobre rejillas de madera.
El humo, al pasar lentamente por las hortalizas, las secaba sin quemarlas, aportando el sabor ahumado que hace tan característico al pimentón local.
Hoy en día, algunos de estos sequeros se pueden visitar, y uno de ellos, conocido como El Sequero, ha sido reconvertido en Centro de Interpretación del Pimentón.
Museos de Candeleda
A pesar de su tamaño relativamente reducido, Candeleda ofrece una interesante oferta museística que permite profundizar en su historia, tradiciones y formas de vida.
El más completo es el Museo Etnográfico, inaugurado en 2012, realiza un recorrido cronológico desde los primeros habitantes del Castro de El Raso hasta la época medieval.
Su colección incluye herramientas, vestimentas tradicionales, fotografías antiguas y objetos cotidianos que ayudan a reconstruir la vida rural de generaciones pasadas.
Otro espacio relevante es la Casa de la Judería, en su día sede de la Santa Inquisición, hoy funciona como centro de interpretación cultural.
También es imprescindible el Museo del Juguete de Hojalata, ubicado en la Casa de las Flores, acoge una exposición única en España con más de 2.000 juguetes antiguos de hojalata.
Por último, merece una visita El Sequero, donde se explica el proceso tradicional de secado y elaboración de uno de los productos más característicos de Candeleda: el pimentón.

Rutas de senderismo en Candeleda
Candeleda, a los pies de la vertiente sur de la Sierra de Gredos, ofrece un abanico impresionante de rutas de senderismo para todos los gustos.
Senda de los Pescadores
Una de las rutas de senderismo más populares de Candeleda es la Senda de los Pescadores, nombrada como SL-AV 3, la distancia es de algo más de 7 kilómetros solo de ida.
La ruta sigue el curso de la Garganta de Santa María hasta la Puente del Puerto, donde confluyen las aguas de la Garganta Lóbrega y la Garganta Blanca.
Por el camino, atraviesas el arroyo de Castañarejo sobre un puente tibetano, y más adelante, te encontrarás un paso equipado con cuerdas fijas.
A la vuelta, puedes seguir la conocida como Trocha Real, sendero marcado con la inscripción PR-AV 46 que lleva hasta el Puerto de Candeleda.
Puerto de Candeleda
Para los entusiastas del senderismo y los amantes de la alta montaña, la ruta al Puerto de Candeleda es una de las experiencias más intensas y gratificantes que se pueden vivir en la comarca.
Este antiguo paso ganadero, que en tiempos medievales fue clave para la trashumancia entre el sur y el norte de la península, conecta el valle con las cumbres de la Sierra de Gredos.
La ruta marcada como PR-AV 46, parte desde el propio pueblo de Candeleda y tiene una longitud aproximada de 14 kilómetros solo de ida, con un desnivel acumulado de más de 1.500 metros.
Esto lo convierte en un recorrido exigente, recomendado para personas con buena forma física.
Pozos del Tío Ruperto
Esta ruta, marcada como PR-AV 25, discurre por una zona de montaña donde hay antiguos pozos de nieve, usados antiguamente para conservar hielo durante los meses de calor.
Al igual que la ruta anterior, esta es una caminata exigente, con tramos de fuerte pendiente y una longitud de 10 kilómetros solo de ida.
Pero también es muy gratificante, ya que las vistas sobre el valle y la sensación de estar en un entorno remoto la hacen única.

Senda de Chilla
Desde el centro de Candeleda hasta lo alto del Santuario de la Virgen de Chilla, discurre esta ruta marcada como SL-AV 1.
Son cerca de 9 kilómetros por senderos entre paisajes de monte bajo, dehesas y antiguos caminos de trashumancia.
Ruta de los Cabreros
Esta ruta histórica sigue los pasos de los pastores y cabreros que durante siglos han recorrido la Sierra de Gredos, ofreciendo un viaje al pasado ganadero de la zona.
Ascendiendo hasta el Alto del Nogal, el itinerario es de dificultad media y una longitud de poco más de 3 kilómetros, siguiendo la señalización SL-AV 2.
GR-180: Gran Recorrido por la Sierra de Gredos
Para los senderistas más experimentados o quienes buscan una auténtica travesía de montaña, el GR-180 es la opción estrella.
Este sendero de Gran Recorrido atraviesa toda la Sierra de Gredos por su vertiente sur, conectando pueblos, gargantas y pasos de montaña.
Incluso permite el acceso al Pico Almanzor, la cima más alta del sistema Central con sus 2.591 metros.
Otras rutas por Candeleda
Además de las rutas de senderismo ya mencionada, puedes seguir estas otras para seguir conociendo sus paisajes naturales:
- Ruta vetones y pastores: 10 kilómetros atravesando el antiguo territorio vetón, descubriendo por el camino majadas y pinturas rupestres.
- Chozos del Tío Domingo: 10 kilómetros para descubrir el pasado ganadero de la región.
- Sillao de la Peña: 8 kilómetros siguiendo la ruta PR-AV 47 para disfrutar de vistas al Circo de Gredos.
- Hermanitos de Tejea: 4,5 kilómetros hasta las dos cumbres conocidas como Hermanitos de Tejea.
Pueblos bonitos cerca de Candeleda
Además de todo lo que hay que ver en Candeleda, una de las ventajas de visitar este municipio del sur de Ávila es su ubicación estratégica.
Rodeado de montañas, gargantas, bosques y paisajes rurales, Candeleda se encuentra a un paso de los pueblos más bonitos del sur de Ávila y del norte de Extremadura.
Comarca de la Vera
A muy poca distancia de Candeleda, cruzando el límite provincial con Cáceres, se extiende la Comarca de la Vera, una de las zonas más singulares del norte de Extremadura.
Esta región destaca por su clima templado, sus gargantas cristalinas y una arquitectura popular que combina piedra y madera en construcciones que parecen detenidas en el tiempo.
Entre los pueblos más recomendables de la Vera está Cuacos de Yuste, donde se encuentra el famoso Monasterio de Yuste, lugar de retiro del emperador Carlos V.
Otro imprescindible es Garganta la Olla, con sus calles empedradas y casas entramadas bien conservadas.
Tampoco te puedes perder Valverde de la Vera, incluido entre los pueblos más bonitos de España.

Arenas de San Pedro
Uno de los pueblos más visitados del sur de Ávila es, sin duda, Arenas de San Pedro, situado a unos 20 kilómetros de Candeleda, es la capital del Valle del Tiétar.
Uno de sus principales atractivos es el Castillo de la Triste Condesa, también merece la pena visitar el Palacio del Infante don Luis de Borbón y en el plano religioso el Santuario de San Pedro de Alcántara.
Además, tienes que dejarte sorprender por las Cuevas del Águila, un sistema de galerías subterráneas con estalactitas, estalagmitas y otras formaciones geológicas.

Guisando
Situado muy cerca de Arenas de San Pedro, Guisando es un pueblo blanco encaramado en la ladera de una montaña.
Pasear por sus calles empedradas es como hacer un viaje en el tiempo, acompañados por el sonido del agua del Arroyo del Covacho que atraviesa la localidad.
Además, puedes aprovechar para bañarte en sus piscinas naturales, como el impresionante Charco Verde, o hacer rutas de senderismo desde la Plataforma del Nogal del Barranco.

Mombeltrán
A tan solo media hora de Candeleda se encuentra Mombeltrán, otro de los pueblos más bonitos del sur de la provincia de Ávila.
Esta localidad, situada en pleno corazón del Barranco de las Cinco Villas, destaca sobre todo por el Castillo de los Duques de Alburquerque, fortaleza medieval que domina el acceso al Puerto del Pico.
También se puede visitar la Iglesia de San Juan Bautista, de estilo gótico isabelino, y el Hospital de San Andrés, antiguo hospital de peregrinos que hoy es Oficina de Turismo.

Comer en Candeleda
La ubicación geográfica ha marcado su gastronomía, pudiendo encontrar platos típicos de Ávila y de Cáceres.

La Sierra de Gredos es el hogar del ganado cabrío, el más utilizado para la cocina tradicional.
Con su leche se elaboran los famosos quesos de cabra de Candeleda, pueden ser frescos, curados o incluso adobados con pimentón.
La carne del cabrito es también muy preciada, en forma de caldereta, tasajos o simplemente cabrito asado.
También es muy consumido el cordero lechal, así como el cerdo y sus productos derivados.
Con ellos se elaboran las patatas revolconas, magro con pimientos, morcilla de calabaza, cochifrito o cochinillo asado.

Entre los productos gastronómicos hay uno que destaca por encima del resto, el pimentón de Candeleda.
Aunque no cuenta con Denominación de Origen como el pimiento de La Vera, es de excelente calidad y elaboración similar.
Otros productos típicos pueden ser: cerezas, higos o aceite de oliva.
En temporada es muy común encontrar una gran variedad de setas, especialmente los níscalos.
Para beber no hay nada más típico que el vino de pitarra, se sigue elaborando de forma tradicional en tinajas de barro.

Por último la repostería, donde destacan las floretas, perrunillas o roscas de San Blas.
Durante el verano, no hay mejor forma de refrescarse que con la leche helada.
Cómo llegar a Candeleda
La única opción para llegar a Candeleda en transporte público son los autobuses interurbanos, con salida desde Madrid.
La capital española mantiene una conexión directa con Candeleda a través de la compañía Cevesa (Grupo Avanza), que opera varias rutas diarias.
Los autobuses parten desde la Estación Sur de Méndez Álvaro y, en algunos horarios, también desde el Intercambiador de Príncipe Pío.
El trayecto tiene una duración aproximada de 2 horas y 45 minutos a 3 horas, en función del número de paradas y del tráfico.
Los autobuses hacen escala en otros municipios como Talavera de la Reina, Oropesa o Madrigal de la Vera.
Si dispones de vehículo propio, llegar a Candeleda resulta mucho más cómodo y te permitirá disfrutar con mayor libertad de los alrededores.
Desde Madrid, la ruta más directa es tomar la A-5 (Autovía del Suroeste) en dirección a Badajoz, hasta llegar a la salida 148, a la altura de Oropesa (Toledo).
Desde allí, se toma la carretera CM-5102 que al pasar a la provincia de Ávila se convierte en la AV-910, ya en la provincia de Ávila.