Tobera, el pueblo de las mil cascadas de Burgos
Conocido como el pueblo de las mil cascadas, sigue leyendo y descubre todo lo que hay que ver en Tobera.
En realidad se trata de un barrio perteneciente a Frías, por lo que la visita a ambos lugares se puede complementar.
Los protagonistas son los saltos de agua creados por el río Molinar, que anteriormente discurre encajado entre las paredes de un cañón.
Qué ver en Tobera, Burgos
Tobera está dividido por la mitad por el río Molinar, llamado así por los numerosos molinos y batanes que antiguamente aprovechaban sus saltos de agua.
Esos molinos se utilizaron durante mucho tiempo para la elaboración de papel, surtiendo a la mayoría de imprentas de la ciudad de Burgos entre los siglos XVI y XVII.
El río nace en el corazón de los Monte Obarenes y discurre entre las estrechas paredes de un cañón que él mismo ha horadado, donde se ubicaba una antigua calzada romana que unía La Bureba con Orduña.
A su paso por Tobera ha creado varias cascadas, todas visibles siguiendo la ruta del “Paseo del Molinar”.
Paseo del Molinar
Ruta de dificultad fácil de apenas un kilómetro de longitud, con inicio junto al Puente Romano.
Un estrecho sendero junto al río va siguiendo sus aguas hasta un mirador panorámico, desde donde se divisa el maravilloso entorno natural de Tobera.
Pronto descendemos hasta el corazón del pequeño pueblo burgalés, atravesado por los saltos de agua del río Molinar.
El Puente Viejo sirve de separación entre las dos cascadas más impresionantes, perfectamente señalizadas.
A los pies de las cascadas se han creado pozas de un azul verdoso intenso, muy frecuentadas por bañistas durante los calurosos meses de verano.
En torno al río se alzan los muros de piedra del caserío de Tobera, en muchos casos reconvertidos en restaurantes y alojamientos turísticos.
Al llegar a la última cascada se puede desandar los pasos o completar la ruta circular cruzando el río por unas piedras para atravesar el pueblo.
Durante los meses de deshielo es posible que el nivel del río suba tanto que algunos tramos de la ruta se encuentren anegados.
Ermita de Nuestra Señora de la Hoz
Ubicada al abrigo del cañón horadado por el río Molinar, se ha convertido en una de las imágenes más icónicas de Las Merindades.
Fue construida en el siglo XIII utilizando piedra toba, sirviendo por entonces como cobijo para los peregrinos del Camino de Santiago.
Su estilo es románico tardío, mostrando algunos elementos del gótico.
Sólo abre sus puertas en julio, durante la Romería de la Toberilla.
Ermita del Cristo de los Remedios
Edificio mucho más sencillo que el anterior, construido en el siglo XVII siguiendo un estilo barroco.
Su interior es visible a través de un arco enrejado, dentro se conserva la imagen del Santo Cristo Auxiliador.
Llama la atención que en el altar a sus pies se conserva la muda de piel de una serpiente, relacionada con una curiosa leyenda.
Se cuenta que a un correo real se le cruzó una serpiente al cruzar el puente sobre el río Molinar, provocando que el caballo se desbocara.
El jinete rezó al Cristo de los Remedios y milagrosamente salió ileso, mandando a construir una ermita junto al puente como agradecimiento.
Precisamente al lado de la ermita todavía se puede ver el Puente Romano, parte de la antigua calzada que unía La Bureba con Orduña, aunque la construcción es medieval.
Unos metros más arriba del río se precipita entre las paredes del cañón una espectacular cascada, aprovechada por una pequeña central hidroeléctrica.
Cómo llegar a Tobera
No hay ningún medio de transporte público disponible para llegar a Tobera, por lo que sólo queda la alternativa del transporte particular.
La carretera de acceso es la BU-504, a la que se llega por el norte desde Frías o por el sur desde La Aldea, atravesando la hoz del río Molinar.
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