Qué ver en Atienza
Declarado Conjunto Histórico Artístico y uno de los pueblos más bonitos de España, sigue leyendo y descubre qué ver en Atienza.
Desde la Edad Media fue un importante cruce de caminos, hecho que ha quedado reflejado en su conjunto monumental.
Hoy forma parte del Camino del Cid, la Ruta de la Lana del Camino de Santiago y la Ruta de Don Quijote.
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Castillo de Atienza
Si algo ha marcado la villa desde la Edad Media han sido sus defensas inexpugnables, presididas por un castillo sobre una roca.
Incluso aparece mencionado en el Cantar del Mio Cid como “una peña muy fuerte”, que el propio Cid Campeador quiso evitar.
La fortaleza fue construida por los musulmanes, entre los siglos XI y XII.
Fue tomada por Alfonso VI para los cristianos en el año 1085, sufriendo diferentes transformaciones para mejorar sus defensas.
Pero esto no evitó su deterioro durante la Guerra de Independencia, quedando en la actualidad sólo en pie la Torre del Homenaje.
Desde su ubicación sobre un promontorio rocoso, ofrece vistas excepcionales del entorno.
Su imponente figura ha ganado fama mundial desde el 2019, con el estreno de la última temporada de la serie Juego de Tronos.
Aunque no aparece en la mítica ficción de HBO, sí acogió uno de los tronos de hierro que la productora escondió por diferentes localizaciones del mundo.
Hoy en día el trono de hierro ya no está en Atienza, pero se ha colocado una espada clavada en la tierra como recuerdo.
Muralla
Desde el castillo partía una doble línea de murallas que protegía el casco histórico y los arrabales, todavía permanecen en pie varios tramos.
El primer cerco fue construido en el siglo XII, pero tuvo que ser completamente reconstruido en el XIV.
Junto a la Iglesia de Santa María del Rey se encuentra uno de los tramos más largos, con varios agujeros que sirvieron como troneras.
También hay un tramo bien conservado junto al Arco de la Virgen, llamado así por la imagen de la Inmaculada Concepción que hay en su cara interna.
Tres son los arcos o puertas que han llegado hasta nuestros días, sin duda el más famoso es el Arco de San Juan o Arco de Arrebatacapas.
Se encuentra entre la Plaza del Trigo y la Plaza de España, su estilo es gótico.
Finalmente, se conserva el Arco de la Salida cercano a la Iglesia de San Bartolomé y el pequeño Portillo de San Julián.
Por su parte el segundo cerco es del siglo XV, conservando en la actualidad tan sólo algunos de sus torreones.
Plaza del Trigo
Epicentro de la villa medieval, también recibe el nombre de Plaza del Mercado o Plaza de Don Bruno Pascual Ruilópez.
Está presidida por la Iglesia de San Juan del Mercado, única de Atienza que mantiene las funciones parroquiales.
A su alrededor se puede ver una interesante muestra de arquitectura popular, conformando una de las plazas más bonitas de España.
Su estilo es tradicional castellano, con edificios con soportales con columnas de piedra y entramado de madera en sus fachadas.
Del conjunto destaca la Casa del Cabildo y la casa del balcón esquinero.
Plaza de España
Unida a la Plaza del Trigo a través del Arco de Arrebatacapas, es el epicentro actualmente de la vida civil.
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Como decoración cuenta con la Fuente de los Tres Delfines o Fuente de los Tritones, del siglo XVIII.
Preside el conjunto la Casa Consistorial, edificio del siglo XVII decorado con un monumental escudo y rematado por una torre con reloj y campana.
También llama la atención la Casa de Juan Bravo, antigua residencia del famoso comunero castellano.
Cuenta con arco adovelado, escudo heráldico, última planta con entramado de madera y torre anexa con balcón esquinero.
Justo enfrente está la Posada del Cordón, casona reconvertida en Oficina de Turismo y Centro de Interpretación de la Cultura Tradicional de Guadalajara.
De la construcción original del siglo XV se conserva la portada con cordón que da nombre al edificio y un bello ventanal gótico.
Iglesias de Atienza
A los pies del castillo encontramos la Iglesia de Santa María del Rey, la más antigua de Atienza.
Fue construida en el siglo XII por Alfonso I de Aragón, su estilo es principalmente románico.
En especial llama la atención el ábside cuadrado, el pórtico sur y el cementerio que se extiende junto a ella.
Descendiendo junto al lienzo de la muralla encontramos la Iglesia de la Santísima Trinidad, hoy reconvertida en museo.
Acoge el Museo de Arte Sacro y el Museo de la Caballada, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.
Fue construida en el siglo XIII, pero de esa época sólo se conserva el ábside semicircular.
Por su parte la Iglesia de San Juan del Mercado preside la Plaza del Trigo, está dedicada a San Juan Bautista.
Construida en el siglo XVI, su estilo es renacentista, aunque el interior cuenta con decoración barroca.
Al final de la calle Salida se ubica la Iglesia de San Bartolomé, también reconvertida en Museo de Arte Sacro.
Además acoge una colección paleontológica con más de 3.500 fósiles, la mayor de Castilla La Mancha.
De su estilo cabe señalar que es la que mejor conserva su factura románica, con una bella galería porticada en la entrada.
La última de las tres iglesias de Atienza reconvertida en museo es la Iglesia de San Gil, situada en la calle Real.
Sus orígenes son románicos, pero de este estilo sólo se conserva el ábside.
En su interior hay una interesante colección de arte sacro, orfebrería y arqueología.
Muy cerca se pueden ver los restos del Convento de San Francisco, del que sólo se conserva el ábside.
Pero es gran singularidad, ya que es uno de los pocos ejemplos del gótico inglés en España.
Completan el conjunto religioso la Iglesia de San Salvador y la Iglesia de Nuestra Señora del Val, ambas ubicadas extramuros.
Historia de Atienza
Los primeros moradores de los que se tiene constancia fueron los arévacos, romanos y visigodos.
Pero fue en la Edad Media cuando alcanzó su máximo esplendor, gracias a su ubicación en la frontera entre los territorios cristianos y musulmanes.
Precisamente los musulmanes construyeron una primera fortaleza entre los siglos XI y XII, evitada por el Cid Campeador por sus inexpugnables defensas.
Aún así fue definitivamente conquistada por los cristianos en el año 1085, gracias a las tropas de Alfonso VI.
A partir de entonces se convirtió en punto de paso entre el Reino de Castilla y el de Aragón, favoreciendo la agricultura, ganadería y sobre todo la arriería.
En 1149 Alfonso VII les concedió fuero, pasando a ser capital de la Comunidad de Villa y Tierra de Atienza.
Tras su muerte se produce un enfrentamiento entre sus herederos que dio lugar a la Caballada de Atienza, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional.
Se recuerda el episodio en el que los arrieros de Atienza consiguieron salvar al joven rey Alfonso VIII, cuando era asediado por las tropas de su tío Fernando II de León.
Más destructivo resultó el sitio del condestable Álvaro de Luna, en el marco de la Guerra de los Infantes de Aragón.
Cuando los Reyes Católicos culminaron la conquista cristiana de España, Atienza perdió su importancia en favor de Sigüenza.
A partir de entonces sería una pequeña villa que no superaría los 2.000 habitantes, a pesar de ser cabecera de una comarca bastante amplia.
Esta situación se vio empeorada durante la Guerra de Independencia, siendo arrasada por las tropas francesas en varias ocasiones.
Desde 1833 forma parte de la provincia de Guadalajara, situándose como uno de sus pueblos más bonitos.
Fiestas de Atienza
Sin duda la celebración anual más importante es la Caballada de Atienza, declarada de Interés Turístico Nacional.
Tiene lugar el Domingo de Pentecostés, en conmemoración del rescate del pequeño rey Alfonso VIII que llevaron a cabo la Cofradía de Arrieros.
Considerada una de las más antiguas de España, sus herederos se agrupan actualmente en la Cofradía de la Santísima Trinidad.
Destaca la procesión a caballo hasta la Ermita de Nuestra Señora de la Estrella, también hay comidas populares, concursos, verbenas y una vistosa carrera de caballos.
El día anterior es el Sábado de las Siete Tortillas, cuando los cofrades se reúnen para degustar una tortilla por cada día que duró el viaje para poner a salvo a Alfonso VIII.
Una semana antes se desarrolla la Semana Santa, con la participación de la Cofradía de la Virgen de los Dolores, las Santas Espinas y la Vera Cruz.
Todo comienza el Viernes de Dolores con la procesión de la Virgen de los Dolores, patrona de Atienza.
Tiene lugar al caer la noche, con la compañía de los atencinos portando farolillos de cristal policromado.
El resto de actos litúrgicos tienen lugar el Jueves Santo, Viernes Santo y Domingo de Resurrección.
Por su parte, el primer domingo de mayo es la Fiesta de las Santas Espinas, venerando las dos espinas de la corona de Cristo que se conservan en Atienza desde el siglo XIV.
Las fiestas patronales tienen lugar el tercer fin de semana de agosto, en honor al Santísimo Cristo de Atienza.
Además hay una Feria Medieval, celebrada el sábado del Puente del Pilar, es la ocasión ideal para revivir el antiguo esplendor de la villa.
Y no podemos olvidar la Cabalgata de los Reyes Magos, recibidos por una gran Belén Viviente en la Plaza del Trigo.
Comer en Atienza
La cocina es tradicional castellana, contando con recetas que han venido elaborando los arrieros durante siglos.
Sobre todo se utiliza mucho la carne de caza, incluyendo corzo, perdiz, conejo o codorniz.
Pero por supuesto también están los típicos asados castellanos, en especial de cordero o cabrito.
Con productos de la matanza se elaboran recetas tradicionales como migas o judías.
Para acompañar esta excelente gastronomía, nada mejor que un vino de la cercana Denominación de Origen Ribera del Duero.
Y como dulce final unas rosquillas, leche frita o bartolillos, entre otros.
Cómo llegar a Atienza
El único medio de transporte público para llegar a Atienza es el autobús, aunque la parada se encuentra a unos 3 kilómetros del casco histórico.
Gestionado por Alsa, el autobús cubre la ruta Madrid-Atienza en aproximadamente dos horas.
También pasa por Torrejón de Ardoz, Alcalá de Henares, Guadalajara, Hita o Jadraque.
El billete sencillo cuesta 10,11€.
La mejor opción es el transporte particular, teniendo conexión desde las autopistas: A-1, A-2 y A-15.
Concretamente en la villa concurren las carreteras: CM-110 desde Sigüenza, CM-1001 desde Cogolludo o CM-101 desde Almazán.
Aunque las calles medievales son estrechas, se puede aparcar libremente en la Plaza del Trigo y la Plaza de España
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