Qué ver en Aínsa
Incluido como uno de los pueblos más bonitos de España, sigue leyendo y descubre todo lo que hay que ver en Aínsa y alrededores.
Aínsa se encuentra en el corazón del Pirineo de Huesca, por lo que es ideal para la práctica de actividades en la naturaleza.
Qué hacer en Aínsa
Además de descubrir todo lo que hay que ver en Aínsa, completa tu experiencia recorriendo los Pirineos en avioneta.
Plaza Mayor
Es uno de los rincones más bellos de Aínsa, de hecho, está considerada una de las plazas medievales más bonitas de España.
Está presidida por el edificio del Ayuntamiento.
Anexo a él se encuentra el Portal Alto, uno de los restos que se conservan de la antigua muralla medieval.
En el lado contrario se abre hacia el Castillo de Aínsa.
Los laterales están formados por edificios tradicionales de la arquitectura pirenaica, con sus característicos soportales sujetos por arcos de medio punto y ojivales.
Se calcula que la plaza fue construida entre los siglos XII y XIII, en plena época dorada de la villa.
A lo largo de su historia ha acogido ferias y fiestas tradicionales, hoy es el escenario de las Hogueras de los Santos Barbudos, la Ferieta de Aínsa o la Expoferia del Sobrarbe.
Iglesia de Santa María
Construida entre los siglos XI y XII, se considera una de las mejores muestras del románico del Pirineo Aragonés.
Debido a su importancia histórica, fue declarada Bien de Interés Cultural.
Es un santuario de nave única y planta rectangular.
Sobresale la torre campanario hasta los 30 metros de altura, cumpliendo además una función defensiva.
Otro elemento destacado es la portada principal románica, formada por cinco arquivoltas sujetas por columnas con capiteles decorados con formas vegetales y geométricas.
El interior es bastante sobrio, en el ábside semicircular destaca una talla de la Virgen del siglo XIV.
Bajo el ábside hay una cripta sujeta por 18 columnas, 6 de los capitales se conservan originales.
El resto son de construcción reciente, estando marcados con una R.
El claustro de forma irregular se encuentra anexo, tres de sus lados son románicos y dos góticos.
Junto al santuario se ubica el Arco del Hospital, conectando con el antiguo hospital de la villa.
Castillo de Aínsa
Se encuentra cerrando el extremo oeste de la Plaza Mayor.
Desde 1931 es Monumento Nacional, que en la actualidad se corresponde a un Bien de Interés Cultural.
Fue construido en dos etapas bien diferenciadas.
La parte más antigua se construyó en el siglo XI, de ese período únicamente se conserva la Torre del Homenaje.
El resto es del siglo XVII, fue erigido como parte de un plan de fortificación de la frontera pirenaica llevado a cabo por Felipe II.
El patio de armas está rodeado por un conjunto amurallado, llegando a alcanzar en algunos puntos los 14 metros de altura.
Hoy se utiliza como escenario del Festival de Música Castillo de Aínsa, también para acoger el ganado de la Ferieta de Aínsa o la Expoferia del Sobrarbe.
Anteriormente todo el perímetro estaba rodeado por un foso, pero ya sólo se conserva un tramo junto al muro occidental.
Los cuatro vértices están rematados por torres, utilizadas en la actualidad como museos y Oficina de Turismo.
Cruz Cubierta
Ubicada a 1,5 kilómetros del Castillo de Aínsa, se ha convertido en un símbolo de la Comarca de Sobrarbe.
Es un templete circular construido donde, según cuenta la leyenda, el rey Garcí Ximénez vio una cruz de fuego sobre una encina que le dio fuerzas para vencer a las tropas musulmanas.
En el interior del templete está la carrasca, y sobre ella una cruz de hierro.
La leyenda de la Cruz de Sobrarbe se recuerda cada año par con la celebración de La Morisma, dramatización donde participa todo el pueblo.
Museos de Aínsa
En la casa Latorre encontramos el Museo de Arte y Oficios Tradicionales, recuperando las tradiciones perdidas por la industrialización.
Por su parte el Eco Museo Aínsa se encuentra en la Torre del Homenaje del castillo, dando a conocer la flora y fauna autóctona del Pirineo
Finalmente está el Centro de Interpretación Espacio del Geoparque Pirineos.
Permite hacer un recorrido a través de la historia y la evolución de la zona, desde el paleozoico hasta la actualidad.
Historia de Aínsa
Su ubicación cerca de la frontera entre España y Francia, ha permitido el asentamiento humano desde el Imperio Romano.
La leyenda de la Cruz de Sobrarbe cuenta que en el año 724, el rey Garcí Ximénez conquistó la villa a los musulmanes gracias a la fuerza que le dio la aparición de una cruz de fuego encima de una carrasca.
A pesar de que muchos historiadores ponen en duda su veracidad, se sigue recordando con la celebración cada dos años de La Morisma.
Además, la Cruz Cubierta sobre la carrasca se ha convertido en un símbolo de la Comarca de Sobrarbe.
La historia de Aínsa comienza oficialmente en el año 1124, cuando el rey Alfonso I el Batallador le concedió la Carta Puebla, beneficiándose con los mismos fueros de la ciudad de Jaca.
Por entonces el Condado de Sobrarbe ya había sido absorbido por el Reino de Aragón.
Entre los siglos XIII al XV se produjo un florecimiento, impulsado por los privilegios concedidos por los reyes aragoneses.
Todo cambió en el siglo XVII, cuando comenzó un período de decaimiento agravado por la Guerra de Sucesión y las Guerras Carlistas.
La situación más grave se vivió en la primera mitad del siglo XX, cuando la despoblación del valle llevó a la fusión de varias localidades para evitar su completa desaparición.
Todas ellas han quedado reunidas dentro del municipio Aínsa-Sobrarbe, actualmente uno de los más extensos del Alto Aragón.
La villa volvió a la senda del crecimiento tras su declaración en 1965 como Conjunto Histórico Artístico, atrayendo con su encanto medieval cada año a miles de turistas.
Fiestas de Aínsa
El calendario festivo comienza en enero con las Hogueras de los Santos Barbudos, tres veces al mes se calientan e iluminan las calles del casco histórico con grandes fogatas.
En primer lugar el 11 de enero, en honor de San Victorián; después el 16 de enero, en honor de San Antón; por último el 19 de enero, en la víspera de San Sebastián.
El primer domingo de febrero llega la Ferieta de Aínsa, feria agrícola y ganadera que se celebra desde la Edad Media.
Otra vez la hoguera de la Plaza Mayor es el epicentro, mientras que los animales se guardan en el recinto del castillo.
Entre finales de julio y principios de agosto es el Festival del Castillo de Aínsa, grandes artistas de la música popular, folk o jazz, se dan cita en uno de los eventos musicales más importantes de Aragón.
Las actuaciones callejeras de grupos teatrales y titiriteros harán las delicias de los más pequeños.
Septiembre es el mes grande de las fiestas populares.
El primer domingo de septiembre de los años pares se celebra La Morisma, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional.
Los propios habitantes de la comarca se convierten en actores para rememorar la leyenda de la Cruz de Sobrarbe.
En las mismas fechas se instala el Mercado Medieval de Aínsa, un auténtico viaje al pasado.
El 14 de septiembre son las Fiestas Mayores, en honor de la Exaltación de la Santa Cruz.
En coincidencia tiene lugar la Expoferia del Sobrarbe, otra feria agrícola y ganadera con una gran tradición a sus espaldas.
Por último, entre el 11 y el 12 de diciembre es la Feria del Vino Artesano – Punchacubas.
De nuevo la Plaza Mayor acoge una gran hoguera, rodeada por puestos donde degustar la gastronomía y vinos caseros de la región.
También se puede ver una demostración de cocido de anís o elaboración de cerveza artesana.
Comer en Aínsa
La cocina tradicional está marcada por su ubicación en el corazón del Pirineo de Huesca, con platos contundentes que ayudan a soportar las bajas temperatura del invierno.
Las carnes de vacuno, cerdo y cordero son las más apreciadas, aunque también se pueden encontrar platos elaborados con carne de caza.
A lo largo del año se celebran numerosos eventos festivos y gastronómicos, donde además de disfrutar de la cultura popular, se pueden degustar los platos típicos de cada ocasión.
Por ejemplo, entre enero y febrero, cuando se celebran las Hogueras de los Santos Barbudos y la Ferieta de Aínsa, son tradicionales los productos de la matanza, como la longaniza, la morcilla o el chorizo.
También los asados y guisos con carne de ternera pirenaica o cordero.
En marzo llega la Festividad de la Virgen Crespillera, y con ella los crespillos, dulce elaborado con hojas de borrajas.
El segundo lunes de Pentecostés hay una gran caracolada en la Plaza Mayor, acompañados de una salsa de patatas, huevo, ajo y aceite.
Otro evento gastronómico son las Jornadas Micológicas de Otoño, aportando a los platos tradicionales las mejores setas de la zona.
Por último en diciembre es el Punchacubas, feria de vino artesanal.
En toda la Comarca de Sobrarbe son típicas las chiretas, elaboradas con tripa de cordero, se rellenan de arroz y entrañas y se condimentan con especias.
Cómo llegar a Aínsa
La única forma de llegar en transporte público es en autobús, pasando antes por Barbastro, hasta donde llegan autobuses desde Huesca o Barcelona.
Desde Huesca el viaje dura aproximadamente una hora, los billetes empiezan en 5,65€.
Desde Barcelona son unas tres horas de viaje, el billete cuesta 15€.
Finalmente, el viaje desde Barbastro hasta Aínsa es de una hora. Los billetes cuestan 6,85€.
Todos estos trayecto son realizados por la compañía Avanzabus.
Una opción más recomendable es viajar en transporte particular, gracias a la buena conexión a través de la carretera N-260.
Si necesitas alquilar un coche, con Rentalcars encontrarás las mejores ofertas entre cientos de webs de reservas.
Acceder al caso histórico en coche es imposible, pero hay varios aparcamientos gratuitos junto a la carretera de acceso.