Qué ver en Samos, Lugo
Famoso por su histórica abadía benedictina, sigue leyendo y descubre todo lo que hay que ver en Samos.
La localidad forma parte del Camino de Santiago Francés, pero hay que desviarse en una ruta hacia el sur entre Triacastela y Sarria.
Merece la pena el desvío, ya que los paisajes son impresionantes y ofrece la oportunidad de visitar uno de los centros religiosos más importantes de Galicia.
Samos se encuentra encajado entre cerros que conforman la Sierra de Oribio, rodeados de una frondosa vegetación.
El río Sarria, también llamado Oribio, atraviesa toda la localidad, acogiendo en sus orillas los principales sitios de interés.
Monasterio de Samos
Oficialmente llamado Real Monasterio de San Julián, se trata de una abadía benedictina fundada en el siglo VI.
De hecho, es el monasterio habitado más antiguo de España y uno de los tres únicos habitados que quedan en Galicia.
Se dice que fue fundado por Martín de Braga, apóstol de los suevos, conocido en Galicia como San Martiño de Dumio.
Con la reconquista cristiana empezó su período de mayor esplendor, tras servir como refugio a Alfonso II El Casto.
El rey como agradecimiento lo puso bajo su protección, desde entonces es parada obligatoria del Camino de Santiago.
Según fue aumentando su importancia aumentaba también su tamaño, por ese motivo en su diseño se mezclan elementos góticos, renacentistas y barrocos.
Iglesia
Cuenta con una impresionante portada barroca, dividida en dos cuerpos y tres calles.
El edificio es de planta de cruz latina y cuenta con tres naves, la central de mayor altura y anchura.
Preside el interior el retablo mayor con la imagen de San Julián, de estilo neoclásico.
El resto de capillas cuentan con retablos barrocos, con su exuberante decoración dorada tan característica.
Otro elemento destacado es el órgano con más de 4.000 tubos, uno de los más grande de Galicia.
Sacristía
Construida a finales del siglo XVIII, su planta es octogonal y su estilo barroco.
Preside el conjunto un retablo donde se guardan las reliquias del Monasterio de Samos, incluyendo el fémur de San Benito, un trozo del Lignum Crucis y una espina de la Corona del Señor.
El centro del espacio está ocupado por una mesa policromada octogonal, en consonancia con la planta de la sacristía.
Claustros
El Monasterio de Samos se articula alrededor de dos claustros: Claustro Grande y Claustro Chico.
El Claustro Grande, con sus 54 metros por lado y 3.000 metros cuadrados de superficie, es uno de los mayores de España.
También recibe el nombre de claustro del padre Feijoo, por la escultura que preside el conjunto.
Fue construido a finales del siglo XVII, mezclando en su diseño elementos barrocos y renacentistas.
Consta de tres plantas, la inferior con arcos de medio punto y las dos superiores con ventanas entre columnas.
El primer piso está decorado con pinturas murales, hechas a mediados del siglo XX en sustitución de las originales que se perdieron por un incendio.
Por su parte el Claustro Chico, también llamado de las Nereidas, mide 34 metros por lado.
Es más antiguo que el Claustro Grande, fijándose la fecha de finalización de las obras en 1582.
Su estilo es gótico, contando con bóveda de crucería estrellada y contrafuertes para sujetar la estructura.
El centro está ocupado por la Fuente de las Nereidas, a su alrededor se encuentra la cocina, el refectorio y la biblioteca.
Albergue y hospedería
Siendo lugar de descanso de peregrinos durante milenios, no es de extrañar que el Monasterio de Samos siga contando con albergue.
Su uso es gratuito para los peregrinos, además pueden sumarse a las visitas guiadas y asistir a la Misa del Peregrino de las 19:30 horas.
El resto de visitantes puede alojarse en la hospedería externa, en un edificio anexo de reciente construcción.
Es una de las muchas opciones de alojamiento en Samos, incluyendo también casas rurales, hostales y hoteles.
Visitas guiadas
Para conocer todos los entresijos del Monasterio de Samos lo mejor es apuntarse a una visita guiada, cuesta 5€.
De la mano de un monje se recorre la iglesia, sacristía y los dos claustros, la duración es de aproximadamente 35 minutos.
El horario de visita es: lunes, miércoles, jueves, viernes y sábados, 10:30 y 16:30 horas; domingos y festivos,
12:45 y 16.30 horas.
Capilla del Salvador
Fue construida a finales del siglo IX siguiendo un estilo mozárabe, utilizando para ello la abundante piedra pizarra de la zona.
Una única puerta da acceso al pequeño templo, declarado Monumento Nacional en 1944.
Dentro un arco triunfal que tiende a la herradura, enmarcado por la pintura de un alfiz, sirve de nexo entre la nave y la cabecera.
Está presidida por una imagen barroca del Salvador, con una cruz de hierro sobre él.
También recibe el nombre de Capilla del Ciprés, por el gigantesco ciprés milenario que hay a su lado.
Mide 25 metros de altura y unos 3,25 metros de diámetro, estando incluido entre los 50 árboles más notables de España.
Ruta fluvial
Para disfrutar de la naturaleza que rodea Samos nada mejor que seguir la Ruta Fluvial, de apenas 3 kilómetros de longitud.
Nace junto al molino de Bizarro y finaliza en el puente del Bao, siguiendo el curso del río Sarria.
Por el camino se pasa por puentes medievales, antiguos molinos y pequeñas aldeas, además hay un buen número de áreas recreativas.
Historia de Samos
Aunque hay indicios de asentamientos desde la prehistoria, oficialmente los orígenes hay que buscarlos en la fundación del monasterio en el siglo VI.
Se le atribuye a San Martiño de Dumio, obispo proveniente de la actual Hungría que era conocido como el apóstol de los suevos.
A partir de entonces la historia de Samos ha estado para siempre ligada a la de su monasterio, viviendo altos y bajos a lo largo de los siglos.
Con la invasión musulmana fue abandonado, pero los monjes regresaron tras la conquista cristiana llevada a cabo por Fruela I de Asturias.
Tras su muerte su hijo, Alfonso II El Casto, se refugió en el Monasterio de Samos junto a su madre.
Como agradecimiento les concedió un buen número de tierras de los alrededores, impulsando su crecimiento.
Bajo el reinado de Alfonso II se descubrió la tumba de Santiago Apóstol, se dice que él fue el primer peregrino del Camino de Santiago.
Este hecho impulsó definitivamente el auge de Samos, convertido en hospedería para los numerosos peregrinos que seguían la ruta religiosa.
A partir del siglo X el monasterio comienza a estar regentado por la Orden Benedictina, siendo todavía una abadía benedictina.
Con la Desamortización de Mendizábal los monjes fueron exclaustrados, pero en 1880 regresaron procedentes de San Benito el Real de Valladolid.
Actualmente la zona vive principalmente de la agricultura y la ganadería, además del turismo que llega atraído por la grandiosidad de su monasterio.
Fiestas de Samos
A lo largo del año hay tres festividades religiosas que marcan el calendario de Samos:
- San Benito, incluye el Día del Peregrino, 11 de julio.
- Santa Basilisa, patrona del monasterio, 9 de enero.
- Romería de San Roque, en Santalla de Lóuzara, 16 de agosto.
Además es muy popular la Feria de Artesanía, celebrada el segundo domingo de agosto.
Comer en Samos
Estando la región dedicada a la agricultura y ganadería, no es de extrañar que la materia prima sea de excelente calidad.
De las fértiles tierras se obtienen legumbres y verduras que forman la base de los platos más tradicionales, como el caldo gallego.
Además, en los verdes prados pastan las vacas de las que se obtienen los famosos churrascos, solomillos y chuletones gallegos.
La carne de cerdo también se consume mucho, presentada en forma de lacón, chorizo, morcilla o botillo.
No faltan tampoco productos provenientes de los mares que rodean Galicia, para elaborar sopas de pescado, alubias con almejas, pulpo a feira, pescados a la brasa, a la romana, a la gallega o a la cazuela.
Aunque sin duda los pescados más frescos son los que se pescan en el propio río Sarria, donde no faltan las truchas y anguilas.
Los mejores vinos vienen de toda Galicia, incluyendo denominaciones de origen como Rías Baixas, Ribeiro o Ribeira Sacra.
Como dulce final nada mejor que los bizcochos de Samos, así como los freixós o filloas.
En las panaderías aprovecha para comprar pan gallego o las famosas empanadas.
Si estás buscando dónde comer en Samos, nosotros te recomendamos el Restaurante A Veiga.
Cómo llegar a Samos
El único medio de transporte público disponible para llegar a Samos es el autobús, gestionado por la empresa Monbus.
La ruta conecta Pedrafita do Cebreiro con Sarria pasando por Samos, con una frecuencia diaria en ambos sentidos.
La otra alternativa es llegar en transporte particular, coche, moto o autocaravana.
Hay que seguir la carretera LU-633, encargada de enlazar Pedrafita do Cebreiro con Sarria, hay salida directa desde la autovía A-6.
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