Iglesias fortificadas de Transilvania, Rumanía
Explorar las iglesias fortificadas de Transilvania es adentrarse en un viaje a través del tiempo, donde la historia, la arquitectura y la cultura se entrelazan en el corazón de Rumanía.
Acompáñame a descubrir estos tesoros arquitectónicos únicos, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Origen de la iglesias fortificadas de Transilvania
Las iglesias fortificadas de Transilvania se empezaron a construir en el siglo XIII, cuando los colonos sajones se establecieron en esta región de Rumanía.
Principal defensa contra las incursiones y conflictos de la época, estas iglesias se convirtieron en verdaderas fortalezas, rodeadas de altos muros y torres defensivas.
A lo largo de los años han sido testigos de momentos históricos y han resistido el paso del tiempo, convirtiéndose en monumentos imprescindibles para cualquier viajero.
Características de las iglesias fortificadas de Transilvania
Cada una de las iglesias fortificadas de Transilvania es única en su arquitectura y carácter, pero todas cumplen doble función, religiosa y defensiva.
Además, sus robustos muros albergan tesoros históricos, desde frescos hasta mobiliario antiguo.
Y no solo eso, estas iglesias están situadas en mitad paisajes rurales, rodeadas de verdes colinas y campos de cultivo, lo que hace que la visita sea aún más especial.
Por si fuera poco, en algunas de ellas es posible alojarse en su interior para completar la experiencia.
Iglesias fortificadas declaradas Patrimonio de la Humanidad
Las iglesias fortificadas de Transilvania son mucho más que estructuras históricas, cada una de ellas representa una pieza crucial de la historia de Rumanía y el legado sajón en Transilvania.
Es por esto que la Unesco ha incluido siete de ellas como Patrimonio de la Humanidad, protegiendo el legado histórico y cultural de Rumanía.
Iglesia fortificada de Prejmer
Nuestra ruta comienza por el extremo oriental, partiendo desde Brasov, para visitar la iglesia fortificada de Prejmer.
Sus orígenes se remontan a principios del siglo XIII, cuando fue construida por los caballeros teutónicos.
Originalmente era católica, por ese motivo la iglesia presenta planta de cruz griega, a diferencia del resto de iglesias fortificadas de Transilvania.
Muros de ocho metros de grosor protegían a la comunidad local de las incursiones enemigas, con el refuerzo de bastiones, torres de vigilancia y un foso.
Adosadas a esos muros hay 270 habitaciones, a las que se accede a través de un entramado de escaleras y pasillos de madera.
Un pasaje de 100 metros de largo te llevará al interior de esta maravilla, donde podrás sentir que viajas en el tiempo hasta la Edad Media.
El espacio central está ocupado por la iglesia, destacando en su interior las bóvedas góticas y el tríptico del siglo XV.
Iglesia fortificada de Viscri
Ubicada a medio camino entre Brasov y Sighisoara, domina desde lo alto las vistas del pequeño pueblo de Viscri que se extiende a sus pies.
Ya se conocía una capilla en esta ubicación antes de la llegada de los sajones en el siglo XII, que con el tiempo fue ampliándose y transformándose.
También con el paso de los siglos se fueron añadiendo elementos defensivos a su alrededor, altos muros, torres y bastiones.
Hoy en día parece que se ha detenido el tiempo en su interior, quizás eso sea lo que enamoró al Príncipe Carlos de Gales para ayudar en su restauración y preservación.
La iglesia tiene un aspecto austero, pero dentro encontrarás la esencia de la Rumanía más rural.
Iglesia fortificada de Darjiu
Continuamos nuestra ruta hasta el tranquilo pueblo de Darjiu, donde encontraremos otro ejemplo de la arquitectura fortificada sajona de Transilvania.
Muchos motivos hacen única esta aldea fortificada, desde sus murallas con forma de cuadrilátero hasta los murales medievales de la iglesia.
Lo que sí coincide con el resto son sus orígenes, con una primitiva construcción religiosa en el siglo XIII, a la que se le fueron añadiendo elementos defensivos.
El aspecto actual de la iglesia data del siglo XV, destacando en su interior los murales góticos donde se cuenta la leyenda de San Ladislao.
Por su parte, las fortificaciones son del siglo XVI, sirviendo aún hoy en día como graneros y almacén de los habitantes de Darjiu.
Iglesia fortificada de Saschiz
La cuarta parada de nuestra ruta nos lleva a otra muestra singular entre las iglesias fortificadas de Transilvania, debido a que en Saschiz han desaparecido las murallas.
Además, se trata de una de las iglesias más modernas, ya que comenzó a construirse a finales del siglo XV.
También son modernos los elementos en su interior, como el altar y el órgano que se añadieron en el siglo XVIII.
Una valla a su alrededor marca el perímetro por donde se extendían las murallas, de las que sólo se conserva una torre rematada por una aguja.
Iglesia fortificada de Biertan
Tras pasar por Sighisoara, nuestro siguiente destino es la aldea con iglesia fortificada de Biertan.
Desde lo alto de una colina domina éste rincón de Transilvania desde el siglo XV, rodeada por verdes paisajes montañosos.
El conjunto está compuesto por tres líneas de murallas, sobresaliendo entre ellas varias torres y baluartes.
Para acceder hasta la fortificación, hay que ascender desde el centro del pueblo por una empinada escalera cubierta con techo de madera.
En la posición más elevada, justo en el centro se ubica la iglesia, sede episcopal de los sajones en Transilvana hasta 1867.
Dentro llama la atención la bóveda estrellada, el arco triunfal, el retablo políptico, el órgano o la cerradura de la sacristía.
También es singular la Torre del Mausoleo, con sus lápidas y epitafios, la torre campanario, construida íntegramente de madera, o el baluarte conocido como la “casa del divorcio”.
Iglesia fortificada de Valea Viilor
Vamos llegando al final de nuestra ruta cuando visitamos Valea Viilor, cuya traducción sería “Valle de los Viñedos».
Una muralla con planta ovalada rodea todo el conjunto, para acceder al interior tenemos que atravesar un pasaje bajo una torre.
Dentro destaca imponente la iglesia, construida en torno al siglo XV sobre una capilla anterior.
Con el tiempo se añadieron las dos torres que flanquean el edificio, una sobre el coro y otra como campanario, pero ambas con la función de mejorar las defensas.
En su interior llama la atención el altar mayor del siglo XVIII, así como el púlpito y los bancos de madera del XVI.
A su alrededor se alzan muros que llegan hasta los 7 metros de altura, con bastiones en cada punto cardinal.
Iglesia fortificada de Calnic
Terminamos la ruta por las iglesias fortificadas de Transilvania en el extremo occidental, visitando la Ciudadela de Calnic, una verdadera joya arquitectónica y cultural.
Construida en el siglo XIII, está considerada una de las fortificaciones más antiguas y mejor conservadas de Transilvania.
Fue creada como residencia de una familia de nobles sajones, pero dos siglos más tarde fue comprada por los campesinos locales.
La ciudadela está rodeada por altas murallas de piedra, con torres de vigilancia estratégicamente ubicadas.
A diferencia del resto de iglesias fortificadas de Transilvania, aquí la iglesia no ocupa un papel principal.
El protagonismo se lo lleva la Torre Siegfried, ubicada justo en el centro, que en la actualidad alberga un museo y una bodega.