Qué ver en Arévalo
Con uno de los mayores patrimonios históricos de la provincia de Ávila, sigue leyendo y descubre qué ver en Arévalo.
Especialmente destaca su arquitectura mudéjar, gracias a la que ha sido reconocido como Conjunto Histórico Artístico.
Qué hacer en Arévalo
Aquí te contamos todo lo que hay que ver en Arévalo, pero si lo prefieres, puedes apuntarte a una visita guiada.
Castillo de Arévalo
Se alza en el extremo norte de la población, en la confluencia entre los ríos Adaja y Arevalillo.
Fue construido en el siglo XV por Don Álvaro de Zuñiga, aunque pronto pasó a ser propiedad de los Reyes Católicos.
Nunca llegó a ser residencia real, sino más bien lugar de encierro de personajes ilustres.
Tras las Cortes de Cádiz pasó a ser del Ayuntamiento de Arévalo, siendo utilizado como cementerio y cantera de piedra.
En avanzado estado de ruina fue transferido al Ministerio de Agricultura, para ser utilizado como silo de cereales.
Tras una importante restauración hoy acoge la exposición “Castillo y silo. Un lugar único en el mundo”, accesible mediante visitas guiadas.
El castillo está formado por dos estructuras anexas, una de planta rectangular y otra triangular, protegido en todas sus esquinas por torreones.
Del conjunto destaca la Torre del Homenaje, especialmente su núcleo que es la parte más antigua y formaba parte de la muralla.
El horario de visitas es: de junio a septiembre, viernes, sábados y domingos de 10:00 a 20:00 horas.
La entrada general cuesta 4€.
Plazas
Alrededor de las plazas se ha desarrollado la vida civil y religiosa desde la Edad Media.
Además acogen gran parte de los alojamientos de Arévalo, pudiendo elegir entre hoteles, hostales, apartamentos o casas rurales.
Plaza de la Villa
Sin duda es la más bonita y visitada, su estilo es típicamente castellano.
Está rodeada por edificios de planta baja soportalada, sujetos por más de 50 columnas de piedra y madera.
Las plantas superiores tienen balcones y galerías con entramado de madera.
Domina el conjunto la Iglesia de Santa María, con su altísima torre campanario y su ábside mudéjar.
A su lado está la antigua Casa de los Sexmos, actual Museo de Historia.
En la esquina opuesta se alza la Iglesia de San Martín, conocida como la “de las Torres Gemelas”.
Entre los soportales se ubica el Centro de Actividades del Mudéjar, dedicado a conocer más sobre este estilo arquitectónico.
Plaza del Real
Es el centro de la vida institucional ya que acoge la Casa Consistorial, y anteriormente las Casas del Concejo y la Casa de los Sexmos.
También está rodeada por edificios con soportales, una versión más moderna de la típica plaza castellana.
En el centro hay un parque presidido por un quiosco de música, flanqueado por dos esculturas.
Del otro lado está el Arco de Alcocer, única puerta de la antigua muralla que ha llegado hasta nuestros días.
También recibe el nombre de Arco de la Cárcel por haber sido prisión, de hecho se conservan algunas estancias carcelarias.
Hoy acoge la Oficina de Turismo, el Museo de Cereal y el Centro de Interpretación de la Naturaleza.
Plaza del Arrabal
Es en la actualidad la plaza más importante de Arévalo, ya que a su alrededor está la zona comercial.
Está situada extramuros, en el corazón de lo que antiguamente eran la judería y la morería.
En una esquina se alza la Iglesia de Santo Domingo de Silos, actual iglesia parroquial.
Iglesias
Interesante muestra de arquitectura mudéjar castellana, no en vano Arévalo recibe el sobrenombre de Ciudad Mudéjar.
Iglesia de Santa María la Mayor
Se alza en la Plaza de la Villa desde finales del siglo XII, siendo una joya del mudéjar castellano.
Del exterior destaca la torre campanario, la más alta de Arévalo.
La planta baja está atravesada por un arco, dando acceso a la calle de Santa María.
También llama la atención el ábside semicircular, decorado con arcos ciegos de medio punto doblados.
Ya en el interior destacan las pinturas góticas de la cabecera, presididas por un Pantocrátor.
Así como el artesonado del sotocoro y la pila bautismal que hay bajo él.
Iglesia de San Martín
También ubicada en la Plaza de la Villa, llaman la atención sus dos torres campanario, conocidas como las “Torres Gemelas”.
La más antigua recibe el nombre de Torre de los Ajedreces, la otra es la Torre Nueva.
El santuario fue abandonado a principios del siglo XX, acogiendo hoy en día una sala de exposiciones.
En el interior se conserva un atrio románico, un retablo barroco y la pila bautismal donde fue bautizado Fray Juan Gil.
Iglesia de San Juan Bautista
Está incrustada en el lienzo de la muralla, muy cerca del Arco de Alcocer.
Fue de gran importancia en la Edad Media, ya que se encontraba frente a las Casas Reales y era visitada por Isabel la Católica.
Lo mejor de ella se encuentra en su interior, con decoración barroca aunque el edificio es originalmente mudéjar.
Destaca la imagen románica de alabastro de San Zacarías, el Cristo gótico del siglo XIV y la talla original de la Virgen de las Angustias, patrona de la ciudad.
Iglesia de Santo Domingo de Silos
Domina la Plaza del Arrabal, siendo actualmente la iglesia parroquial de Arévalo.
Originalmente mudéjar, con el paso del tiempo se añadieron elementos renacentistas y barrocos.
Así del mudéjar se conserva el ábside, del barroco las bóvedas y finalmente está la reja plateresca.
En su interior se guardan las imágenes de los dos santos patronos de la ciudad, San Vitorino y la Virgen de las Angustias.
Iglesia de El Salvador
Situada en la plaza del mismo nombre, se dice que fue templo romano, sinagoga judía y santuario mozárabe.
El edificio que podemos ver hoy es de origen mudéjar, aunque numerosas transformaciones posteriores.
En la actualidad está desacralizada, acogiendo los pasos procesionales de la Semana Santa.
Iglesia de San Miguel
También construida entre los siglos XII y XIII, es otra de las grandes iglesias mudéjar de Arévalo.
Fue fundada por los Caballeros Montalvo, uno de los cinco grandes linajes de la ciudad.
Del exterior destaca su torre, desmochada para que no superase en altura a la de la Iglesia de San María.
En el interior los mejor es el retablo del Arcángel San Miguel, pintura castellano-flamenca de principios del siglo XVI.
Edificios civiles
Además de los edificios religiosos, Arévalo también cuenta con grandes ejemplos de la arquitectura civil, aunque la mayoría de ellos están en ruinas.
- Palacio de los Sedeño, también conocido como Palacio del Marqués de los Altares.
- Palacio de Ballesteros, sólo se conserva su fachada.
- Palacio de Gutiérrez-Altamirano, sus fundadores formaban parte del Concejo Municipal.
- Palacio del Conde de Valdeláguila, edificio renacentista de finales del siglo XVI.
- Palacio de los Osorio, más conocido simplemente como “La Francesa”.
- Casa de las Milicias Concejiles, antiguo cuartel para las tropas ciudadanas que se encargaban de proteger Arévalo.
- Paneras Reales, construidas en el siglo XVIII para garantizar el suministro de cereal a Madrid.
- Bodega del Arriero, bodega medieval recientemente restaurada.
Puentes
Para unir las orillas de los ríos Adaja y Arevalillo se han construido varios puentes a lo largo del tiempo, tres de ellos con siglos de historia.
- Puente de Medina, su estilo es mudéjar y fue declarado Bien de Interés Cultural.
- Puente de Los Barros, ubicado sobre el río Arevalillo, su fábrica es mudéjar.
- Puente de Valladolid, se alza sobre el río Adaja, también es conocido como Puente Viejo del Cementerio.
Junto al Puente de Medina está la Ermita de La Caminanta, donde se guarda la imagen de la Virgen del Camino.
En la orilla opuesta el Arco de Medina, construido en 1976, su estilo es neoclásico y su función conmemorativa.
Ermita de la Lugareja
Está ubicada a aproximadamente dos kilómetros del casco histórico, dentro de una finca privada.
Se trata de la iglesia del antiguo Monasterio de Santa María de Gómez Román, declarada Bien de Interés Cultural.
Aunque no está en muy buen estado de conservación se considera una joya del mudéjar, estando representada en el Parque del Mudéjar de Olmedo.
Su construcción data del siglo XII, hoy sólo se conserva la cabecera de la iglesia.
Destaca su ábside triple decorado con arcos ciegos, así como el crucero con cúpula y cimborrio.
Sólo se puede visitar los miércoles de 13:00 a 15:00 horas.
Historia de Arévalo
Hay indicios de asentamientos humanos desde la Edad de Piedra, pero fueron las tribus celtíberas las más abundantes en la zona.
Oficialmente su fundación se produjo a finales del siglo XI, en plena Reconquista cristiana.
Es en esa época aparece la primera confirmación escrita de su nombre en latín, Arevalorum.
Originalmente perteneció al obispado de Palencia, pasando después al de Ávila, cuando comienza su período de mayor esplendor.
En la práctica era gobernada por los Cinco Linajes: Briceños, Montalvos, Sedeños, Tapias y Verdugos.
En 1219 se estableció la «Universidad de la Tierra de Arévalo», una organización territorial dividida en sexmos.
Alfonso X el Sabio y Sancho IV le concedieron fueros, los primeros de los numerosos privilegios que obtuvo a lo largo de su historia.
Ya nombrada villa de realengo, Isabel la Católica pasó gran parte de su juventud en las Casas Reales.
Años más tarde, en Arévalo se ratificaría el Tratado de Tordesillas, declarado Memoria del Mundo por la Unesco.
Carlos V intentó ceder la villa a Germana de Foix, segunda esposa de su abuelo Fernando II de Aragón.
Pero tras numerosas protestas, consiguieron la promesa de que nunca sería nunca enajenada ni vendida.
La Edad Moderna trajo un importante declive económico, agravada por la ocupación francesa durante la Guerra de Independencia.
Con la llegada del ferrocarril se produjo un nuevo resurgir como de paso de la vía que une Madrid con Irún.
El 19 de julio de 1894 consiguieron el título de ciudad, otorgado por María Cristina de Habsburgo-Lorena como regente de Alfonso XIII.
Hoy vive principalmente de la industria, así como de la agricultura y en menor parte del turismo.
Fiestas de Arévalo
A principios de febrero es la Festividad de Las Candelas, así como la Festividad de San Blas y Santa Águeda.
Las primeras fiestas patronales llegan el 9 de febrero, en honor de la Virgen de las Angustias.
Ya desde el día anterior hay una chocolatada en la Plaza del Arrabal, al calor de una gran hoguera.
Además de la procesión de la Virgen, es tradicional celebrar una subasta popular.
Las otras fiestas patronales son alrededor del 7 de julio, en honor de San Victorino Mártir.
Hay desfiles de gigantes y cabezudos, conciertos, concursos, encierros y corridas de toros.
Finalmente está la Romería de la Virgen de la Caminanta, la única de las romerías marianas que todavía se celebra en Arévalo.
Además de las celebraciones religiosas, hay diferentes citas gastronómicas a lo largo del año.
En este apartado se incluyen las Jornadas Gastronómicas del Tostón de Arévalo, la Ruta de Tapas o la Ruta de los Pucherillos.
Comer en Arévalo
La cocina es tradicional castellana, utilizando para su elaboración productos de la zona.
No hay nada más típico que el Tostón de Ávila, que incluso cuenta con denominación protegida.
Se trata de cochinillo asado en horno de leña, aportándole un color dorado y una textura crujiente irresistible.
Del cerdo también se obtienen embutidos de gran calidad, incluyendo jamón, chorizo, salchichón o lomo.
También muy típicas son las legumbres de La Moraña, tanto alubias como garbanzos.
Y no podemos olvidar el pan candeal, elaborado con cereales cultivados en los extensos campos de los alrededores.
Terminamos con la repostería tradicional, incluyendo tortas del veedor, chicharrón, rozneques, mantecados o jesuitas.
Cómo llegar a Arévalo
Hay dos medios de transporte público para llegar a Arévalo, tren y autobús.
El tren es el que hace la ruta Madrid-Irún, se tardan una dos horas desde la capital.
Del trayecto en autobús se encarga AvanzaBus, también son una dos horas.
Otra forma es llegar en transporte particular, gracias a la buena conexión por autovía.
Por la ciudad pasa la A-6, además hay otras carreteras comarcales que conectan con otros pueblos de la región.
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