Qué ver en Poza de la Sal
Considerado uno de los pueblos más bonitos de Burgos, sigue leyendo y descubre todo lo que hay que ver en Poza de la Sal.
Junto con Oña y Frías, forman un triángulo de interés turístico conocido como Raíces de Castilla.
Además del patrimonio histórico, es conocida por ser el lugar de nacimiento de Félix Rodríguez de la Fuente.
Visitar Poza de la Sal
Castillo de los Rojas
Se alza imponente sobre un macizo rocoso, en el borde entre el Páramo de Masa y el valle de La Bureba.
Fue construido a finales del siglo IX por el conde Diego Rodríguez de Porcelos, repoblador de Poza de la Sal.
Los restos que podemos ver datan del siglo XIV, cuando fue reconstruido por la familia Rodríguez de Rojas.
A lo largo del tiempo fue también prisión, además acogió a las tropas francesas durante la Guerra de Independencia.
Hoy nos dan la bienvenida dos cubos que antiguamente flanqueaban la entrada al patio de armas.
Desde aquí parte la escalera de acceso a la fortaleza, cuyos peldaños fueron tallados en la roca.
Dentro hay tres espacios diferenciados: sótano, planta principal cubierta por bóveda y terraza superior.
Casco antiguo
Se extiende a los pies del macizo rocoso donde se asienta el Castillo de los Rojas, adaptándose a la complicada orografía del terreno.
Pasear por sus calles es como hacer un viaje al pasado, no en vano el casco antiguo ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico.
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Muralla
El caserío se encuentra protegido por una muralla medieval, tiene 5 metros de altura y 2 de ancho.
Tres puertas de acceso han llegado hasta nuestros días, todas ubicadas en el lienzo sur:
- Arco de la Concepción o Puerta del Conjuradero, enlaza la Plaza Nueva y la Plaza Vieja.
- Puerta del Ayuntamiento, dando acceso a la Plaza de la Villa.
- Puerta de las Eras, la más antigua de todas.
Plazas
En el lado exterior de la Puerta del Conjuradero se encuentra la Plaza Nueva, presidida por un quiosco de música.
Construida en el siglo XVII por la V Marquesa de Poza, en ella se asentaron las familias nobles de la época.
Uno de sus mayores atractivos es el mirador panorámico que se abre hacia La Bureba, no en vano la villa es conocida como “Balcón de La Bureba”.
Ya intramuros se ubica la Plaza Vieja, centro de la vida social, comercial y religiosa en la Edad Media.
Tres de sus lados están rodeados por edificios con soportales, en el cuarto se alza la Iglesia de San Cosme y San Damián.
Desde aquí, o desde la Puerta del Ayuntamiento, se puede llegar a la Plaza de la Villa.
Está presidida por el edificio del Ayuntamiento, construido a finales del siglo XVI.
Además, en ella se alza la torre campanario de la iglesia parroquial.
Iglesia de San Cosme y San Damián
Construida entre los siglos XIV y XV, su estilo predominante es el gótico.
Con el paso del tiempo ha sufrido numerosas transformaciones, añadiendo elementos barrocos como la portada principal.
Así como el retablo mayor, presidido por las imágenes de los santos Cosme y Damián.
Desde 1974 ostenta el reconocimiento como Bien de Interés Cultural.
Arquitectura popular
Además de visitar sitios de interés concretos, el mejor plan es perderse por las callejuelas de Poza de la Sal.
El entramado urbano está formado por calles estrechas e inclinadas, adaptándose al complicado terreno donde se asientan.
Aunque no se ve a simple vista, es interesante saber que el caserío no cuenta con cimentación.
Los edificios están asentados sobre conglomerados terciarios que datan del Mioceno, apoyándose unos en otros.
Lo que sí se puede ver a simple vista, y de hecho es uno de los mayores atractivos de la localidad, es la estructura de las viviendas.
Se trata de edificios de 4 o 5 plantas, una altura necesaria para paliar la falta de luz y espacio.
Las plantas bajas son de sillería, presentando la mayoría soportales sujetos por columnas de madera o piedra.
En ellas se ubica el zaguán y la cuadra para los animales.
Por su parte las plantas superiores son de adobe, contando con un entramado de vigas de madera como soporte.
En primer lugar estaban las habitaciones, el último piso se reservaba para la cocina.
Palacio de los Marqueses de Poza
Se ubica entre el Castillo de los Rojas y la Puerta de las Eras, junto a las ruinas de la Ermita de Santa Cecilia.
Además en los alrededores está la Ermita de San Juan, conformando un interesante conjunto civil y religioso.
Pocos restos se conservan de la construcción original, a excepción de algunos tramos de los muros.
Así como una torre de planta de cuadrada, en la que se abren aspilleras y vanos de arcos.
Salinas de Poza de la Sal
Se encuentran encajadas en el fondo del fenómeno geológico conocido como diapiro, el más grande que se conserva en Europa.
Esta antigua explotación de sal, declarada Sitio Histórico, ha marcado la historia y desarrollo de la localidad durante siglos.
Fue explotada desde la prehistoria y más tarde por los romanos, pero fue durante la Edad Media y Moderna cuando se convirtió en un pilar de la economía castellana.
El Salero
Para poder extraer la sal de las profundidades de la tierra se excavaron pozos o cañas que eran inundados con agua dulce de las fuentes.
El agua salada se almacenaba en granjerías hasta el verano, cuando se extendía en las eras para exponerse al calor del sol.
Una vez que el agua se evaporaba la sal cristalizada era empujada hacia las chozas, donde permanecía hasta que era transportada al almacén.
De todas estas labores se encargaba el salinero, los siguientes procesos de comercialización eran labor del arriero.
Hoy se conservan unas 2.000 eras, donde incluso se organizan demostraciones turísticas.
Casa de Administración de las Reales Salinas
Construida a finales del siglo XVIII, es el principal edificio civil relacionado con las salinas.
Estuvo en uso algo menos de un siglo, acogiendo hoy el Centro de Interpretación de las Salinas.
Desde este edificio se controlaba el proceso de elaboración, producción, almacenamiento y distribución de la sal.
Almacenes Reales
Tres fueron los almacenes construidos para guardar la sal hasta su comercialización: El Depósito, Trascastro y La Magdalena.
Todos están en estado de ruina, pero permiten hacerse una idea de su antiguo esplendor.
El más antiguo y cercano al pueblo es El Depósito, construido en el siglo XVI por encargo de Felipe II.
Los otros dos son de finales del siglo XVIII, fueron impulsados por el rey Carlos IV.
Fuente Vieja o Fuente Buena
Antes de llegar a las salinas pasaremos por la Fuente Vieja, también llamada Fuente Buena o simplemente La Fuente.
Se trata de un conjunto de fuentes, lavaderos y abrevaderos que datan del siglo XVIII, pero tiene sus orígenes en el período romano.
Es tal la gran cantidad de elementos conservados, que se considera el conjunto etnográfico más importante de la provincia de Burgos para el aprovechamiento del agua.
El agua brota de dos fuentes con dos caños cada una, desde donde pasa a través de unos canales a una serie de piscinas que servían de lavaderos.
Antiguamente también había tres tenerías, hoy desaparecidas.
Lo que sí se conserva es el abrevadero y un acueducto romano, formado por tres arcos de medio punto.
Ruta de Félix Rodríguez de la Fuente
El 14 de marzo de 1928 nació Félix Rodríguez de la Fuente en Poza de Sal, autor de la serie “El Hombre y la Tierra”.
Hay una ruta que permite seguir la huella del famoso naturalista, descubriendo los paisajes que le hicieron amar la naturaleza.
Es un recorrido circular con inicio y fin en el Espacio Medioambiental ubicado en la Oficina de Turismo, entre otros puntos de interés se pasa por su casa natal.
Además se pueden visitar los jardines dedicados a Félix Rodríguez de la Fuente junto a la Fuente Buena, decorados con un busto suyo.
Pero sobre todo es imprescindible acercarse al monumento de Félix Rodríguez de la Fuente, donado por el equipo de Cuarto Milenio.
Desde su posición privilegiada se divisa la Fuente Vieja, El Salero, el macizo rocoso sobre el que se ubica el Castillo de los Rojas y el caserío que se extiende a sus pies.
El monumento fue diseñado por Juan Villa, en él se puede ver al naturalista acariciando a un lobo con una mano y en la otra su inseparable cuaderno.
Historia a Poza de la Sal
Los primeros asentamientos humanos se remontan al Neolítico, desde entonces la sal se convirtió en la gran impulsora del desarrollo.
Otras civilizaciones prerromanas poblaron la región durante siglos, pero fueron los romanos los que la convirtieron en uno de los principales centros productores de sal de la época.
La repoblación cristiana se produjo a finales del siglo IX, impulsada por el conde Diego Rodríguez Porcelos.
De ese período es la primera referencia escrita donde se documenta la explotación de las salinas, estando bajo el control de los grandes monasterios de Burgos.
Fue en 1192 cuando la propiedad fue traspasada a la Corona de Castilla, concretamente al rey Alfonso VIII.
Fernando IV de Castilla le otorga la merindad de La Bureba a Juan Rodríguez de Rojas, pasando a convertirse en un señorío.
Es en 1537 cuando Carlos I crea el Marquesado de Poza.
Felipe II establece un cambio en la organización y explotación de la salinas en 1564, obteniendo un monopolio real que se mantuvo hasta la caída de los Austrias en 1868.
El siglo XVIII fue el de mayor esplendor para la villa, cuando se construyeron la mayoría de grandes edificios civiles.
Pero a finales del siglo XIX empieza un abandono paulatino de la salinas, acabando con su cierre definitivo en la década de los 70 del siglo XX.
Hoy todo ese patrimonio industrial es reconocido bajo la figura de Sitio Histórico, además la localidad ostenta la distinción como Conjunto Histórico Artístico.
Fiestas de Poza de la Sal
La primera gran celebración del año es la Fiesta de San Blas, declarada de Interés Turístico Regional.
Tiene lugar el domingo siguiente al 3 de febrero, su principal atractivo es la Danza del Desjarrete o Escarrete.
Alrededor del 25 de marzo son las Fiestas de San Marcos, con una comida popular en el santuario de la Virgen de Pedrajas.
Por su parte por San Isidro, el 15 de mayo, hay una gran subasta de productos del campo.
También en mayo es el Festival Nacional de Charangas, el primer sábado llegan agrupaciones de charangas desde toda España.
Ya en julio es la Fiesta de los Salineros, concretamente el día 22 en honor de Santa María Magdalena.
Las fiestas patronales de Poza de la Sal son del 26 al 29 de septiembre, en honor de San Cosme y San Damián.
Por último, el 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, es el aniversario de la creación de la Banda Municipal.
Fundada en 1891, se dice que Poza de la Sal es el pueblo más pequeño de Europa que cuenta con banda musical.
Comer en Poza de la Sal
La cocina es tradicional castellana, contando con platos contundentes elaborados con productos de primera calidad.
Para empezar nada mejor que probar la morcilla de Burgos o el chorizo de elaboración casera.
Como plato principal no hay nada más típico que el lechazo asado en horno de leña.
Y para finalizar los dulces tradicionales, donde no faltan las almendras garrapiñadas.
Cómo llegar a Poza de la Sal
El único medio de transporte público disponible son los autobuses interurbanos.
La compañía Soto y Alonso S.L. se encarga de los trayectos desde Burgos y Briviesca.
Por su parte es Alsa la encargada de conectar con Bilbao.
Otra opción es llegar en transporte particular, siguiendo las carreteras CL-633 o BU-V-5021.
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