Castillo de Santa Catalina en Jaén
El Castillo de Jaén está ubicado sobre el cerro de Santa Catalina, dominando las vistas panorámicas de la ciudad y su entorno.
Desde 1931 ostenta la distinción de Monumento Nacional.
Realmente se trata de un conjunto de tres fortificaciones.
- Alcázar Viejo, hoy ocupado por el Parador Nacional de Turismo de Jaén.
- Alcázar Nuevo, más conocido como Castillo de Santa Catalina.
- Abrehuí, la más pequeña y moderna de las tres construcciones.
Alcázar Viejo
Es la única de las tres fortificaciones construida por los musulmanes, concretamente se erigió mientras gobernaba el rey Alhamar.
En cuanto los cristianos conquistaron la ciudad construyeron una nueva fortaleza, conocida como Alcázar Nuevo o Castillo de Santa Catalina.
La imponente Torre del Homenaje sirve como nexo de unión entre ambos.
Parador de Jaén
Con el tiempo el Alcázar Viejo cayó en desuso, su situación de ruina se vio agravada tras la Guerra de Independencia.
En 1965 fue adquirido por Paradores de Turismo.
En la reforma para adecuarlo como Parador Nacional se respetaron bastante los muros exteriores, no así el interior.
Recientemente ha sido elegido como uno de los 10 mejores hoteles-castillo de Europa.
Leyendas
Hay varias leyendas relacionadas con el Castillo de Santa Catalina, la más famosa habla del Condestable Iranzo y su amada mora.
Según se cuenta, era tan grande su amor que los súbditos llegaron a decir que el noble estaba abandonando sus funciones.
Por ese motivo, cuando el condestable no estaba en el castillo, los súbditos violaron y quemaron a la joven estando embarazada.
Desde entonces se dice que entre las paredes del castillos se oyen sus lamentos, mientras arrastra muebles y da golpes.
Estos fenómenos se producen sobre todo en las habitaciones 22 y 23 del Parador de Jaén, ubicadas en el torreón.
Otra leyenda del Castillo de Santa Catalina se remonta a la época musulmana, sus protagonistas son el gobernador Omar y su esposa Zoraida.
El valiente guerrero partió a resolver unos asuntos en la ciudad, pero pasaban las horas y no regresaba.
Por eso su esposa decidió salir en su búsqueda, al poco lo encontró tirado en el suelo con un puñal clavado en la espalda.
La mujer se abrazó llorando al cadáver y nunca lo soltó, cuando los guardias quisieron separarla se dieron cuenta de que había muerto de dolor.
Se dice que sus lágrimas fueron tan abundantes que dieron lugar a una fuente, cuyo nombre es Caño Quebrado.
Desde entonces, la figura de los dos amantes abrazados se puede ver por las noches regresando por fin al castillo.
Abrehuí
Anexo al Alcázar Viejo se encuentra el Abrehuí, construido después de la conquista cristiana para mejorar las defensas de la alcazaba.
De las tres fortificaciones medievales, es la que se encuentra en peor estado de conservación.
Castillo de Santa Catalina
Por su parte el Castillo de Santa Catalina ha sido bastante más respetado.
En el perímetro exterior todavía se puede ver la Torre del Homenaje, de 40 metros de altura.
También se puede visitar la Torre de las Troneras, la Torre de las Damas o la Torre de la Vela.
En el interior, alrededor del Patio de Armas, se conservan dos aljibes, un bastión, un molino, las caballerizas y otras dependencias.
También se puede visitar la Capilla de Santa Catalina, ubicada en una de las torres albarranas del muro norte.
Aquí se guarda la imagen de la patrona de Jaén, su romería se celebra el 25 de noviembre.
Horario
El horario del Castillo de Santa Catalina es: de lunes a sábados de 10:00 a 18:00 horas, domingos de 10:00 a 15:00 horas y festivos y domingos vísperas de festivos de 10:00 a 18:00 horas.
Último pase 30 minutos antes del cierre.
Si quieres ampliar la información y comprar las entradas con antelación, entra en la web oficial.
Precio de la entrada
La entrada general cuesta 3,50€, para los estudiantes, jubilados y niños cuesta 1,50€.
El acceso es gratuito para todo el público los miércoles de 15:00 a 18:00 horas, pero hay que reservar plaza en la web.
La Cruz del Castillo de Jaén
Siguiendo un sendero que parte desde el Castillo de Santa Catalina se llega a La Cruz.
Su historia se remonta al siglo XIII, cuando un capitán cristiano clavó su espada en el suelo formando una cruz que el rey Fernando III quiso que siempre hubiera en este lugar.
Ubicada en el punto más alto de Jaén, ofrece las mejores vistas panorámicas de la ciudad y su entorno.
A pesar de no tener una gran relevancia artística, La Cruz se ha convertido en un símbolo indiscutible de Jaén.
