Qué ver en Sepúlveda
Siendo Conjunto Histórico-Artístico y uno de los pueblos más bonitos de España, no es de extrañar que haya mucho que ver en Sepúlveda.
Además no podemos olvidar su situación geográfica privilegiada, en las cercanías del Parque Natural de las Hoces del Duratón.
Visitar Sepúlveda
Plaza Mayor
Oficialmente llamada Plaza de España, a su alrededor se ubican los principales sitios de interés y alojamientos de Sepúlveda.
Se trata de una plaza tradicional castellana porticada, dominada por el Castillo de Fernán González.
Uno de los elementos decorativos es una fuente de bronce, erigida en honor del primer conde de Sepúlveda.
Castillo de Fernán González
Fue construido en el siglo X por orden del Conde de Castilla, fundador oficial de Sepúlveda.
Hoy se conservan tres cubos de la fortaleza, sobre el cubo central hay una espadaña neoclásica con dos campanas.
Remata el conjunto una veleta.
Reloj de la Plaza
Adosada al castillo hay una construcción del siglo XVIII, sobre ella se encuentra el Reloj de la Plaza.
Antiguamente utilizada para observar las corridas de toro, desde su balconada se lanza en la actualidad el chupinazo que da inicio a los encierros.
Prisión del Concejo
Junto al castillo está la Prisión del Concejo, edificio rehabilitado por la Fundación del Patrimonio Histórico.
Originalmente albergaba la cárcel de la villa, hoy en su interior se ha recreado un cárcel medieval.
Permite conocer la historia y desarrollo de éste tipo de recintos carcelarios, así como su implicación en la sociedad.
Muralla
En la antigüedad Sepúlveda era conocida como Septempublicam, que vendría a traducirse como Villa de las Siete Puertas.
De esa primitiva muralla se conservan algunos tramos y puertas de acceso, principalmente en la calle Barbacana.
Aquí se puede ver un lienzo del siglo X, construido con piedras provenientes del antiguo asentamiento romano de Duratón.
Entre los accesos de la muralla destaca la Puerta del Azogue, también conocida como Puerta de Ecce Homo.
Además está la Puerta de la Fuerza o la Puerta del Río.
Casas palaciegas
En la calle Barbacana se ubica la Casa del Moro o Casa de los Proaño, considerada uno de los mejores ejemplos de casa palaciega de Sepúlveda.
En el frontón de la fachada se puede ver tallada en piedra la leyenda de la toma de la villa por Fernán González, para lo que tuvo que cortar la cabeza del alcalde musulmán.
Además está la Casa de los González de Sepúlveda, la Casa de las Conchas, la Casa del Conde o la Casa de los Gil de Gibaja, considerada la más antigua de la villa.
Iglesias de Sepúlveda
Una de las más antiguas es la Iglesia de El Salvador, construida en 1093, además es una de las mejores muestras del románico.
De entre los siglos XI y XII es la Iglesia de San Bartolomé, cada 23 de agosto acoge la Fiesta de El Diablillo.
Por último la Iglesia de Nuestra Señora de la Virgen de la Peña, de planta idéntica a la Iglesia de El Salvador.
Llama la atención la portada, única del románico segoviano.
Mirador de la Virgen de la Peña
Junto a la Iglesia de la Virgen de la Peña hay un mirador con el mismo nombre que el santuario.
Ofrece vistas hacia las Hoces del Río Duratón y las aves rapaces que anidan en sus paredes.
Teatro Bretón
Entre las estrechas callejuelas del casco histórico se puede ver el Teatro Bretón, el más antiguo de la provincia de Segovia.
Fue construido en 1868, en el 2011 volvió a abrir sus puertas al público después de un largo proceso de reconstrucción.
Museos
En primer lugar tenemos el Museo de los Fueros, ubicado en la Iglesia de los Santos Justo y Pastor.
Se encarga de profundiza en la historia y el entorno de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda.
En segundo lugar la Casa del Parque, Centro de Interpretación del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón.
Está ubicada en la antigua Iglesia de Santiago.
Historia de Sepúlveda
Los primeros moradores fueron los arévacos, ya en el siglo I a. C. llegaron los romanos, tras la conquista de Tito Didio.
Aunque ellos se instalaron en una ciudad llamada Confluentia, a unos 7 kilómetros de la actual Sepúlveda.
Posteriormente fue ocupada por los visigodos, de cuyo legado se conserva la Cueva de los Siete Altares, la Ermita de San Julián o la Necrópolis de Duratón.
Los primeros registros oficiales aparecen en la Crónica de Alfonso III, cuando se menciona la despoblación causada por las correrías de Alfonso I.
Fernán González se encargó de la repoblación a mediados del siglo X, como parte de la expansión territorial al sur del río Duero.
Según una leyenda, el Conde de Castilla se enfrentó en combate cuerpo a cuerpo con Abudad, cortándole la cabeza al alcalde musulmán.
A finales del siglo X cambiaron varias veces de gobernantes, pasando de manos de los cristianos a los musulmanes y viceversa.
El propio Almanzor participó en una de las ocupaciones árabes.
Los cristianos conquistaron la villa definitivamente en el año 1010, Sancho García, nieto de Fernán González, fue el encargado de tal hazaña.
En ese período era conocida como Septempublicam, cuya traducción sería Villa de las Siete Puertas, por estar protegida por una muralla con siete puertas.
Los fueros de Sepúlveda fueron concedidos por Fernán González, para favorecer la repoblación.
Aunque los fueros más antiguos de los que se tiene constancia son del año 1076, cuando fueron confirmados por el rey Alfonso VI.
Su fuero terminó encarnando el Derecho de la Extremadura Castellana, más tarde ampliado para otorgárselo a otras localidades, como Zaragoza o Teruel.
En ese período surgió la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, englobando todos los pueblos de la zona donde tenían vigencia esos fueros.
En la actualidad abarca un total de 37 municipios.
El 26 de octubre de 1111 se produjo la Batalla de Candespina, se enfrentaron en conjunto las tropas de Alfonso I de Aragón y Enrique de Portugal contra las de doña Urraca, esposa del primero.
El resultado fue la incorporación al Reino de Aragón, aunque Alfonso I tuvo que renunciar al trono del Reino de León.
También se consiguió la independencia de Portugal.
Durante los siguientes siglos se sucedieron la Guerra de los Comuneros; la Guerra de Independencia, con la intervención de la Guardia Imperial de Napoleón; las Guerras Carlistas y la Guerra Civil, permaneciendo en el lado de los sublevados.
Hoy vive principalmente del turismo, atraído por los encantos medievales de la villa y por ser la puerta de entrada a las Hoces del Río Duratón.
Fiestas de Sepúlveda
La primera gran festividad del año es el tercer domingo de julio, cuando se celebra la Fiesta de los Fueros.
La villa se viste de gala para conmemorar el fuero otorgado por el conde Fernán González, que terminó sentando las bases del Derecho de la Extremadura Castellana.
Un gran Mercado Medieval llena las calles de puestos de artesanía, alimentación y actuaciones callejeras.
Los edificios son engalanados con estandartes y las calles iluminadas con antorchas, todo para que los locales y visitantes se transporten en un viaje al pasado.
El 23 de agosto llega la Fiesta de El Diablillo, una tradición centenaria en la que dicen es la única noche del año que San Bartolomé deja libre al Diablo.
A las 22:00 horas los alrededores de la Iglesia de San Bartolomé se quedan a oscuras, únicamente iluminados por el resplandor de una gran fogata.
Es entonces cuando van saliendo los Diablillos repartiendo escobazos entre los presentes.
El Diablillo sirve como pistoletazo de salida para la Fiesta de los Santos Toros, celebrada el último fin de semana de agosto.
Aunque son las fiestas grandes, tienen la particularidad de que no están dedicadas a ningún santo.
Todo comienza el jueves con el Desfile de Peñas, a lo largo del fin de semana no faltan los encierros y corridas de toros.
La Fiesta de San Miguel Arcángel y de la Virgen de la Peña se juntan los días 29 y 30 de septiembre.
San Miguel es el patrón y protector de la Iglesia Universal. La Virgen de la Peña es la patrona de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda.
La Iglesia de El Salvador únicamente abre sus puertas el tercer domingo de cada mes para oficiar la Misa de Minerva, tradición que se remonta a la Edad Media.
Ha sido recuperada en los últimos tiempos gracias a la Cofradía del Corpus Christi.
Comer en Sepúlveda
La gastronomía tradicional está basada en los platos regionales de la provincia de Segovia, y por extensión de la Comunidad de Castilla y León.
No hay menú más típico que empezar con una deliciosa sopa castellana, continuar con un lechazo asado en horno de leña y terminar con un ponche segoviano.
El cordero lechal se sigue elaborando de manera tradicional, cortado en cuartos, se coloca en bandejas de barro que se introducen en el horno de leña, aportándole sabor y su inconfundible color dorado.
Puedes degustarlos en los restaurantes de Sepúlveda, con una carta que incluye entrantes, platos principales y postres.
O bien en el figón, donde únicamente se sirve cordero asado, acompañado con ensalada, pan de hogaza y postre.
Para maridar nada mejor que un vino Ribera del Duero, Denominación de Origen que engloba los viñedos de buena parte de Castilla y León.
Cómo llegar a Sepúlveda
La única opción para llegar en transporte público son los autobuses de la compañía Linecar, con conexión directa desde Madrid, Segovia y Peñafiel.
La mejor alternativa para recorrer la zona es el transporte particular, hasta la localidad llegan las carreteras SG-232, SG-241 y SG-V-2344.
Si necesitas alquilar un coche, con Rentalcars encontrarás los precios más baratos entre cientos de webs de reservas.