Situada a orillas del río Nilo, la ciudad de Asúan fue la frontera sur del Antiguo Egipto.
Se encontraba tras la primera catarata del río, por lo que se podía navegar hasta la desembocadura sin ninguna barrera natural.
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Qué ver en Asúan
Asúan es famosa por ser el punto de partida de las excursiones a Abu Simbel, uno de los complejos de templos más importantes del Antiguo Egipto.
También hay excursiones el Templo de Isis en File (Philae), ubicado en una isla en medio del río Nilo.
En la propia ciudad se puede visitar el Museo de Nubia o el obelisco inacabado de Asuán.
Del otro lado del río está el Mausoleo del Aga Khan, tumba del Sultán Mahommed Shah.
Y en la Isla Elefantina se encuentra el Museo de Asuán, el Templo de Knum, el Nilómetro y la Pirámide Elefantina.
Abu Simbel
Una de las mayores atracciones históricas de Egipto, de hecho es el segundo monumento más visitado, sólo superado por las pirámides de Guiza.
Se trata de un conjunto de templos del siglo del XIII a. C., declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
El complejo está formado por dos templos excavados en la roca, uno del faraón Ramsés II y otro de su esposa Nefertiti.
Durante años cayeron en el olvido, por haber quedado enterrados bajo las arenas del desierto.
Hasta 1813, cuando fueron descubiertos por un grupo de exploradores europeos.
La ubicación actual no es la original, ya que tuvieron que ser trasladados en 1968 para evitar su inundación al construir la presa de Asuán.
A los países que ayudaron en el traslado de los grandes templos se les compensó regalándoles templos menores, es el caso del Templo de Debod en Madrid o el Templo de Dendur en Nueva York.
Templo de Ramsés II
Construido para honrar al faraón Ramsés II, también se venera a los dioses egipcios: Ra, deidad del sol y la vida, Amón, hijo de Ra y Ptah, dios del inframundo.
La fachada del templo principal tiene una altura de 30 metros y un ancho de 36 metros.
Está custodiada por cuatro estatuas de 20 metros de altura, representan al faraón Ramsés II llevando la doble corona del Alto y Bajo Egipto, sentado con las manos descansando sobre las rodillas.
A sus pies hay varias estatuas menores que representan a su esposa favorita, su madre y sus hijos.
El interior también es monumental, está formado por varias estancias que van decreciendo de tamaño según se acercan al santuario.
En primer lugar encontramos la sala hipóstila, espacio de casi 300 metros cuadrados de superficie sujeto por 8 pilares osiríacos.
Al final hay cuatro esculturas talladas en piedra negra, representan a tres dioses egipcios y al faraón que también era considerado un dios.
Esta última sala tiene como peculiaridad que los días 21 de octubre y 21 de febrero, los rayos de sol atraviesan todo el templo e iluminan tres de las cuatro esculturas de los dioses, a excepción de la que representa al dios egipcio del inframundo, Ptah.
Templo de Nefertiti
El templo menor de Abu Simbel está dedicado a la reina Nefertiti, la esposa favorita del faraón Ramsés II.
También se venera a Hathor, diosa egipcia del amor, el cielo, la belleza y el arte.
La fachada está decorada con cuatro estatuas de Ramsés II y dos de su esposa Nefertiti.
En el interior se pueden ver escenas de los faraones ofreciendo sacrificios a los dioses.
La entrada al complejo de Templos de Abu Simbel cuesta 160 LE, ya está incluida una audioguía en español o inglés.
File (Philae)
Isla en medio del río Nilo donde se ubicaba el Templo de Isis, erigido en el período ptolemaico, está dedicado también a Osiris y Horus.
Cuando se construyó la presa de Asuán la isla de File quedó sumergida, por lo que el Templo de Isis tuvo que ser trasladado.
Hoy se encuentra en la cercana isla de Agilkia, formando parte de un conjunto de templos declarados Patrimonio de la Humanidad.
Desde el embarcadero se accede al vestíbulo de Nectanebo I, pórtico rectangular con 14 columnas distribuidas en dos filas.
Tras atravesar la puerta de Ptolomeo II llegamos al primer pilón, con torres de 18 metros de altura.
Después veremos el patio exterior con el mammisi de Isis, casa natal típica del período ptolemaico.
Tras el segundo pilón se encuentra la sala hipóstila y finalmente el Templo de Isis, precedido por tres pequeñas antecámaras.
Se conserva el pedestal de piedra instalado por Ptolomeo III, pero la escultura de Isis en su sagrada barca ha desaparecido.
Además del Templo de Isis se puede visitar: Templo de Hathor, Templo de Horus, Templo de Inhotep o el quiosco de Trajano.
Como curiosidad, en los templos de File se conserva la última inscripción jeroglífica y el último texto en egipcio demótico de los que se tiene constancia.
Historia de Asúan
En el Antiguo Egipto era conocida como Swenet, desde aquellos tiempos era frontera natural del imperio, a casi 1.000 kilómetros de El Cairo.
Por su parte griegos y romanos la llamaban Siena, denominación que con el paso de los siglos acabó derivando en Asúan.
Fue una de las ciudades más importantes del Antiguo Egipto, sobre todo por su ubicación estratégica para defender la frontera sur.
Pero también por las canteras de piedra sienita, utilizada en las faraónicas construcciones que abundan por todo el país.
De hecho, uno de sus mayores atractivos es el obelisco inacabado de Asúan, ya que ha permitido a los egiptólogos conocer el método de trabajo de los canteros del imperio.
Cómo llegar
Aunque se encuentra a más de 200 kilómetros de distancia, sólo es posible llegar hasta Abu Simbel partiendo desde Asuán.
La ruta más utilizada por los turistas es llegar a El Cairo en avión, desde allí a Lúxor en avión o tren y después seguir en crucero por el Nilo hasta Asuán.
Una vez que hemos llegados a Asúan hay varias opciones para llegar a Abu Simbrel:
- Avión, se tarda aproximadamente media hora.
- Autobús escoltado, parten a las 4 de la mañana para llegar sobre las 7 a los templos.
- Crucero por el lago Nasser, el embarcadero está justo delante de los mayores templos de Abu Simbel.
