Qué ver en Mérida, Badajoz
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, no es de extrañar que haya muchísimo que ver en Mérida.
Sobre todo se conservan monumentos del período romano, cuando se denominaba Augusta Emerita.
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¿Qué ver en Mérida en un día?
Si algo ha dado fama mundial a Mérida son sus restos romanos, a continuación te contamos cuáles son imprescindibles si sólo tienes un día.
La mayoría de ellos se pueden visitar con un pase conjunto que cuesta 16€, pero también por separado abonando 6€ en cada uno.
El horario también es el mismo para todos, de 09:00 a 21:00 horas.
También puedes ver lo más interesante con un tour gratis o un tour completo con entradas.
Puente Romano
Convertido en uno de los símbolos de Mérida, fue el puente más largo del Imperio Romano.
Mide casi 800 metros de longitud, descansando sobre 60 arcos de medio punto.
Originalmente se construyeron dos puentes, unidos en una isla natural mediante un enorme tajamar.
Con el paso del tiempo y las riadas, se hizo necesario acometer numerosas reconstrucciones.
La más importante en el siglo XVII, eliminando el tajamar para añadir cinco arcos y dos rampas a la isla.
El acceso es libre.
Alcazaba Árabe
Entre tantas ruinas romanas destaca la Alcazaba Árabe, complejo fortificado que alojaba las dependencias administrativas y la residencia del gobernador.
Construida en el año 835 por el emir omeya Abderramán II, se considera la fortificación musulmana más antigua de la Península Ibérica.
Cada lado del recinto cuadrado mide 130 metros, estando protegido por muros de 10 metros de altura con torres adosadas.
Dentro se conservan ruinas romanas, así como un aljibe con agua filtrada del Guadiana.
Muy cercana está el Área Arqueológica de Morería, con restos de todas las civilizaciones que han habitado en Mérida.
A ambos recintos se puede acceder con el pase conjunto.
Templo de Diana
Ubicado a medio camino entre la Alcazaba Árabe y el Teatro Romano, es el templo principal del Foro Municipal.
La construcción se eleva sobre un podio, haciendo todavía más imponente la columnata de ocho metros de altura.
Todo está hecho de granito, originalmente decorado con estucos que han desaparecido con el tiempo.
Tras las columnas se pueden ver los restos del Palacio de los Cobos, gracias al cuál ha llegado el conjunto tan bien conservado hasta nuestros días.
A su alrededor hay una plaza de acceso libre, pero para entrar al Centro de Interpretación hay que abonar 3€, aunque también está incluido en el pase conjunto.
De camino puedes pasar por la Plaza de España, rodeada por la Concatedral de Santa María, la Casa Consistorial y varios palacetes.
Además, a unos 100 metros del Templo de Diana está el Pórtico del Foro Municipal, decorado con medallones de la mitología romana.
También se conserva el acceso al Foro Provincial, conocido como Arco de Trajano, ubicado en la calle del mismo nombre.
Teatro Romano
Inaugurado en el año 16 a. C., contaba con el patrocinio del cónsul Marco Vipsanio Agripa.
Sufrió varias remodelaciones entre los siglos I y IV, pero tras la caída del Imperio Romano fue enterrado, quedando únicamente visibles las gradas conocidas popularmente como “Las Siete Sillas”.
Fue a principios del siglo XX cuando comenzaron los trabajos de recuperación, acogiendo ya desde 1933 la celebración del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
Sus gradas tenían capacidad para unas 6.000 personas, divididas en tres sectores por clases sociales: ima, media y summa cavea.
En el lado opuesto se alza imponente el frente escénico con sus 30 metros de altura, está compuesto por dos cuerpos de columnas corintias.
Entre ellas se ubicaban las tres puertas de acceso a escena, así como estatuas decorativas.
Tras el escenario hay un jardín porticado que recibe el nombre de Peristilo.
A unos pocos metros se puede visitar la Casa del Anfiteatro, con restos del acueducto, la muralla y dos viviendas; está incluida en el pase conjunto.
Anfiteatro de Mérida
Mucho más popular entre los ciudadanos de Emerita Augusta, ya que acogía las luchas de gladiadores y fieras.
Fue construido en el siglo I a. C. al igual que el teatro, formando una gran zona de espectáculos públicos.
También fue abandonado en el siglo IV, permaneciendo parcialmente oculto hasta el siglo XX.
Su forma elíptica sirvió para acoger a unos 15.000 espectadores, distribuidos en tres gradas en torno a la arena central.
Hoy sólo se conserva la inferior, ya que las piedras de las gradas superiores fueron utilizadas para otras construcciones.
Bajo la arena había un profundo foso, utilizado para almacenar el material necesario para el espectáculo.
Tanto el teatro como al anfiteatro se puede acceder con el pase conjunto, así como con una visita guiada.
Circo Romano
Considerado uno de los más importantes de la Antigua Roma, su capacidad era para unas 30.000 personas.
Fue construido a principios del siglo I y abandonado en el siglo VI, teniendo como finalidad la celebración de carreras de bigas y cuadrigas.
El recinto, de planta ovalada, mide 440 metros de largo por 115 de ancho.
La arena estaba dividida por una plataforma central llamada espina, originalmente decorada con estatuas y obeliscos.
Muy cerca puedes aprovechar para visitar restos de unas termas y el Acueducto de San Lázaro.
Casa del Mitreo
Ubicada fuera del recinto amurallado, se trata de una casa señorial construida entre los siglos I y II.
El conjunto se articula en torno a tres patios: un atrio y dos peristilos.
La decoración era exquisita, destacando sobre todo el mosaico del Cosmos.
En un recinto cercano está el Área Funeraria de los Columbarios, donde se pueden ver los distintos ritos funerarios romanos.
Ambos se pueden visitar con el pase conjunto, así como dentro de una visita guiada.
Acueducto de los Milagros
También fuera del recinto amurallado, pero en el lado contrario a la Casa del Mitreo, está el Acueducto de los Milagros.
Se trata de una obra de ingeniería civil romana, utilizada para transportar el agua desde el Embalse de Proserpina, ubicado a unos cinco kilómetros.
Construido a finales del siglo I, de éste último tramo se conservan 850 metros de longitud, con arcadas de 25 metros de altura.
Muy cercano está el Puente Romano sobre el río Albarregas, parte de la Vía de la Plata que llegaba hasta Astorga.
¿Qué ver en un fin de semana en Mérida?
Si tienes más de un día para visitar Mérida, hay otros muchos monumentos además de los mencionados anteriormente.
Por ejemplo la Basílica de Santa Eulalia, el primer templo cristiano erigido en Hispania tras la libertad al culto decretada por Constantino.
Está consagrada a Santa Eulalia, niña emeritense martirizada durante las persecuciones de Dioclesano.
De hecho, junto a ella se conserva el “Hornito”, levantado en el lugar concreto donde sufrió martirio.
También cabe destacar la cripta, con restos romanos y visigodos; todo se puede visitar con el pase conjunto.
Otro edificio religioso de interés es la Concatedral de Santa María, heredera de la Catedral visigoda de Santa Jerusalén.
Por su parte, de la arquitectura civil destaca la Casa Consistorial, el Palacio de la China, el Palacio de los Mendoza, la Casa de los Pacheco o el Círculo Emeritense, todos ubicados en torno a la Plaza de España.
Además están los puentes sobre el río Guadiana, como el Puente Lusitania o el Puente De Hierro.
Museos de Mérida
Para conocer a fondo la historia de la ciudad, nada mejor que visitar sus museos.
- Museo Nacional de Arte Romano: diseñado por el arquitecto Rafael Moneo, tiene esculturas y mosaicos romanos.
- Colección Visigoda: forma parte del anterior, pero se ubica en la Iglesia de Santa Clara.
- El Costurero. Museo de Mérida: cuenta con dos colecciones, una dedicada a la obra escultórica de Juan de Ávalos y la otra con piezas de distintas temáticas reunidas por el coleccionista Ramón Carreto.
- Museo Abierto de Mérida: dividido en dos secciones, Geoemérita con la colección geológica y Praemérita con la colección prehistórica.
Historia de Mérida
Aunque hay indicios de asentamientos anteriores, la ciudad fue fundada oficialmente en el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Auguto.
Por entonces recibió el nombre de Colonia Iulia Augusta Emerita, su función era la de acoger soldados licenciados tras las Guerras Cántabras.
Pronto se convirtió en capital de la provincia de Lusitania, siendo un importante centro económico, cultural y militar de Hispania.
Tras la caída del Imperio Romano sufrió las incursiones de alanos, germanos, suevos y visigodos, llegando a ser capital del reino.
En el siglo VIII fue conquistada por los musulmanes, pasando a convertirse en capital de la Cora de Mérida.
La conquista cristiana llegó en 1230, tras lo que fue designada sede del Priorato de San Marcos de León de la Orden de Santiago.
En la colonización de América los emeritenses jugaron un papel fundamental, por eso hay ciudades en México y Venezuela que llevan el nombre de Mérida.
Parte del patrimonio histórico se perdió durante la Guerra de Independencia y la Guerra Civil, pero con la llegada de la democracia se potenció su atractivo turístico y se designó como capital de Extremadura.
De hecho, Mérida es la única ciudad de España que ostenta el título de Conjunto Histórico Arqueológico, además ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Fiestas de Mérida
El evento más importante es sin duda el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, celebrado entre julio y agosto en el Teatro Romano.
También es de gran prestigio la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
Para recrear el legado romano se celebra a principios de julio Emerita Lvdica, con representaciones históricas que transportan al pasado.
Por su parte, el Carnaval Romano cuenta con el concurso de agrupaciones, cantacalles o multitudinarios desfiles.
La primera semana de septiembre tiene lugar la Feria de Septiembre, plagada de actividades lúdicas, culturales y deportivas.
Finalmente, las fiestas patronales son en torno al 10 de diciembre, en honor de Santa Eulalia.
Comer en Mérida
Con carne de cerdo y productos de la huerta, se obtienen la mayoría de platos tradicionales de Mérida.
Para combatir los días más calurosos nada mejor que platos fríos como: gazpacho, ajoblanco, cojondongos, zorongollos, jilimojas o aceitunas machadas.
Otra opción son los embutidos y otros productos derivados del cerdo, incluyendo jamón, lomo, chorizo, salchichón o morcón.
Tampoco faltan los quesos, elaborados tanto con leche de oveja como de cabra, entre los que destaca la torta extremeña.
Entre los platos calientes hay migas, caldereta de cordero, secreto, abanico o solomillo de cerdo, así como pescados y carne de ternera a la brasa.
Cómo llegar a Mérida
Hay dos medios de transporte público disponibles para llegar a Mérida, tren y autobús.
Aunque no se pueda decir que el transporte ferroviario a Extremadura sea de lo mejor del país, sí que cuenta con conexión directa a ciudades como Madrid, Cáceres, Badajoz, Sevilla y Ciudad Real.
Algo similar pasa con los autobuses, desde Madrid hay rutas con la compañía AvanzaBus y Sevilla, Cáceres, Salamanca o Santiago con Alsa.
Para llegar en transporte particular hay muy buena conexión, ya que está atravesada por la autovía A-5 de este a oeste y la A-66 de norte a sur.
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