Situado en lo alto de la colina Bergisel, dominando las vistas de la ciudad, el Trampolín de Salto de Bergisel se ha convertido en uno de los símbolos más famosos de Innsbruck.
Historia
La colina donde se ubica el trampolín olímpico ha jugado desde siempre un papel importante en la historia del Innsbruck.
Fueron varias las batallas que enfrentaron a las tropas tirolesas contras las invasoras en estos terrenos.
En 1927 se inauguró el primer Trampolín de Bergisel para los Campeonatos del Mundo de Esquí Nórdico de 1933.
Para las competiciones de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1964 y 1976, se hizo necesaria la construcción de un nuevo trampolín en 1953.
El salto que podemos ver hoy en día es mucho más moderno, fue construido en el 2002 para albergar los Campeonatos Mundiales de Saltos de Esquí.
Del diseño se encargó la arquitecta anglo-iraquí Zaha Hadid.
Mirador panorámico
Además de su función deportiva, desde lo alto de la colina se obtiene una de las mejores vistas de la ciudad.
La posición privilegiada del Trampolín de Bergisel se puede disfrutar desde un mirador, o tomando algo relajadamente en el restaurante panorámico Bergisel Sky, dos buenas formas de explotar el atractivo turístico del lugar.
Horario
El horario del Trampolín de Salto de Bergisel es el siguiente: entre junio y octubre de 09:00 a 18:00 horas y el resto de año de 10:00 a 17:00 horas.
Precio de la entrada
El acceso a la torre mirador cuesta 10€ para los adultos, 5€ para los niños entre 6 y 14 años y 19€ el pase familiar.
Con la tarjeta Innsbruck Card la entrada ya está incluida.
También es posible adquirir pases combinados, como el que incluye el Panorama Tirol por 14€.
Cómo llegar
Se puede llegar con las líneas de tranvía 1 y 6 o con los autobuses turísticos.