Qué ver en Alarcón
Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1981, sigue leyendo y descubre todo lo que hay que ver en Alarcón.
Ya desde la distancia se ve la belleza de Alarcón, enclavado en lo alto de un meandro del río Júcar.
De hecho, lo hemos incluido en nuestro listado de pueblos que deberían estar entre Los Más Bonitos de España.
Visitar Alarcón
Antes de conocer uno a uno los principales sitios de interés, puedes apuntarte aquí mismo a una visita guiada.
Castillo de Alarcón
Fortaleza construida a finales del siglo XII por los musulmanes, ampliada con el paso del tiempo por los cristianos.
Declarado Bien de Interés Cultural, hoy en día alberga el Parador Nacional de Turismo Marqués de Villena.
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Se ubica en un promontorio rodeado por el río Júcar, dominando las vistas de la localidad y sirviendo como defensa estratégica.
De hecho, a lo largo de su historia solamente fue asaltado en una ocasión, cuando Fernán Martínez de Ceballos conquistó Alarcón para el rey Alfonso VIII.
Del conjunto destaca la Torre del Homenaje de estilo renacentista, cuenta con almenas rematando la parte superior.
Así como el Paseo de Ronda, desde el que se obtiene una de la mejores panorámicas del entorno.
Edificios religiosos
Iglesia de Santa María del Campo
Es la única que mantiene las funciones de parroquia, ha sido incluida como Bien de Interés Cultural.
Fue construida a mediados del siglo XVI, contando con algunos de los mejores maestros de la época, como el escultor francés Esteban Jamete.
Del exterior destaca la portada sur de estilo plateresco, considerada una de las mejores de la provincia.
Está planteada como un gran retablo de piedra, cobijado por un monumental arco del triunfo.
Sigue el estilo del Arco de Jamete, ubicado en la Catedral de Cuenca.
En el interior destaca el Retablo Mayor, una de las más importantes muestras del Renacimiento en Castilla La Mancha.
Así como el coro barroco, sagrario y pila bautismal, estos dos últimos también obra de Esteban Jamete.
Iglesia de San Juan Bautista
Ubicada junto a la Casa Consistorial, acoge las Pinturas Murales de Alarcón.
Sus orígenes se remontan al siglo XIII, aunque el edificio actual fue construido en el siglo XVI.
En su momento fue la parroquia más importante de Alarcón, llegando a albergar la capilla de Fernando Martínez de Ceballos.
Pero a finales del siglo XIX fue abandonada y estuvo casi a punto del derrumbe.
En la segunda mitad del siglo XX comienza un largo proceso de reconstrucción, tras su desacralización y reconversión en museo.
En 1995 el pintor Jesús Mateo se encarga de decorar el interior con pinturas murales contemporáneas.
Todo un estallido de color que ha sido reconocido por la Unesco por su interés artístico mundial.
Iglesia de Santa Trinidad
Construida en el siglo XIII, todavía se conservan algunos elementos románicos y góticos.
Aunque sobresalen las transformaciones posteriores, llevadas a cabo entre los siglos XV y XVII.
En el exterior llama la atención la portada principal, de estilo plateresco.
Así como la torre campanario, ubicada encima del Arco de la Villa.
Ya en el interior cabe destacar la Capilla de los Lorca-Figueroa, de estilo herreriano.
Iglesia de Santo Domingo de Silos
Aunque se trata de una de las iglesias más antiguas de Alarcón, ha sido la más transformada con el paso del tiempo.
Hoy en día funciona como auditorio y sala de exposiciones.
De la construcción original del siglo XIII se conserva la portada románica, así como el ábside semicircular.
Del siglo XV se puede ver la torre campanario renacentista o la Capilla de los Castañeda de estilo gótico.
Edificios civiles
Palacio del Concejo
Ubicado en la Plaza del Infante Don Juan Manuel, hoy acoge el Ayuntamiento de Alarcón.
Se trata de un edificio de dos plantas de estilo renacentista, construido en el siglo XVI.
La planta baja soportalada y la planta superior decorada con los escudos del Marqués de Villena, impulsor de su construcción.
Palacio de los Castañeda
Tras el Palacio del Concejo, es el segundo edificio civil más importante de Alarcón.
Actualmente acoge el Museo del Ruso – Espacio de Arte Contemporáneo.
De la construcción original únicamente se conserva la fachada plateresca, obra de Esteban Jamete.
Lleva el nombre del exiliado político ruso Miguel Ourvantzoff, expulsado de su país durante la Revolución de Octubre.
Acabó viviendo en esta casa y pintando algunos de los cuadros que hoy forman parte de la colección.
Además de arte contemporáneo, también hay espacio para una interesante colección arqueológica.
Destacando el arca donde se guardaba el fuero otorgado por el rey Alfonso VIII, así como los privilegios reales.
Restos de la muralla
Además del Castillo de Alarcón, las defensas estaban formadas por hasta tres líneas de murallas.
Hoy en día se conservan lienzos, torres y puertas.
Para acceder al casco histórico hay que atravesar en primer lugar la Puerta del Campo, después la Puerta del Calabozo y finalmente la Puerta del Bodegón.
Además se conserva la Puerta de Chinchilla, llamada así porque custodiada el acceso desde esta villa actualmente albaceteña.
Así como la Puerta del Río, custodiando el acceso norte.
Finalmente la Puerta de la Traición, destinada a la entrada de las tropas directamente al patio de armas del castillo.
Torre del Campo o de Armas
Será lo primero que encuentres al llegar Alarcón, de obligada visita además por las vistas excepcionales que ofrece de la población con el río Júcar a sus pies.
Fue construida en el siglo XVI, cuenta con su propio recinto amurallado, patio de armas, foso y puente levadizo.
Torre del Calabozo
Es la segunda torre que habrá que atravesar para llegar a Alarcón, por lo que también es conocida como la torre de en medio.
Construida en el siglo XIV, su función era la de defender la Puerta del Calabozo, formando parte de la segunda línea defensiva.
Torre de los Alarconcillos
Seguramente sea la torre que más llama la atención de todas, ya que cuenta con cuatro cubos rodeando a la torre central.
Data del siglo XIV.
Torre del Cañavate
También construida en el siglo XIV, es de aspecto similar a la Torre del Campo.
De hecho cumplía las mismas funciones, defender la entrada a la localidad.
Hoces del Júcar
Además del patrimonio cultural, no podemos dejar pasar la oportunidad de disfrutar del entorno natural del río Júcar, catalogado como Refugio de la Fauna y la Flora y Zona Especial de Protección de Aves.
Cuenta con un extenso bosque de ribera, hogar de reptiles, jabalíes, ardillas, gato montés y otros mamíferos.
Por su parte las escarpadas paredes son el hogar para las aves rapaces, como águilas, búhos o halcones.
El río está poblado por nutrias y peces autóctonos, como el barbo.
Todo este ecosistema se puede disfrutar siguiendo el Sendero de Pequeño Recorrido Hoces de Alarcón (PR-CU 71).
Es un recorrido circular de algo más de 8 kilómetros de longitud, catalogado como de dificultad baja.
Historia de Alarcón
Existieron asentamiento humanos desde la prehistoria, pero sobre todo ha quedado demostrada la presencia de íberos y romanos.
Fue a partir de la llegada de los musulmanes cuando comenzó a ganar importancia como enclave defensivo.
Ellos construyeron una primera fortificación que dio nombre a la localidad, ya que Alarcón vendría a significar “la fortaleza”.
Con la conquista cristiana a finales del siglo XII se convierte en un fuerte inexpugnable, rodeado por tres líneas de murallas.
Fernán Martínez de Ceballo organizó la conquista de Alarcón, ganando el derecho a llevar su nombre como apellido.
Alfonso VIII le concedió los primeros fueros propios, tomando como base los fueros de Cuenca.
Siglos más tarde pasó a formar parte del Señorío de Villena, siendo cabeza de la Tierra de Alarcón, ubicada al norte.
Por su parte la cercana Chinchilla de Montearagón, fue cabeza de los territorios del sur.
Tras la Guerra de Sucesión el Marqués de Villena perdió gran parte de su patrimonio, pero mantuvo la Villa de Alarcón.
Así como Alcalá del Júcar, Belmonte y Castillo de Garcimuñoz, aunque esto no evitó el declive económico posterior.
Con el tiempo se fue deteriorando el patrimonio, hasta finales del siglo XX cuando se recuperaron los principales monumentos.
Es el caso del Castillo de Alarcón, convertido desde 1966 en Parador Nacional de Turismo.
Fiestas de Alarcón
El calendario festivo comienza el 20 de enero con las Fiestas de San Sebastián, santo patrón de la localidad.
Por su parte las Fiestas del Santo Cristo de la Fe, en honor del patrón de la Tierra de Alarcón, se celebran alrededor del 14 de septiembre.
En agosto también hay unas fiestas populares en honor del Santo Cristo de la Fe, tradición que comenzaron los lugareños emigrados.
En las fiestas patronales hay pasacalles, campeonatos deportivos, conciertos, verbenas, comidas populares y fuegos artificiales, además de las misas solemnes y procesiones.
Excepto en las fiestas de agosto, que no se celebran los actos oficiales religiosos.
A lo largo del año hay otras celebraciones que, aunque no atraen tanto público, son muy populares entre los alarconeros.
Estas son:
- Jueves Lardero, tradicional comida en el campo.
- Semana Santa, con sus solemnes procesiones.
- San Isidro Labrador, santo patrón de los agricultores y ganaderos.
- San Juan Bautista, con la tradicional hoguera la noche del 23 de junio.
Comer en Alarcón
La cocina tradicional está basada en la gastronomía manchega, con platos baratos pero contundentes elaborados con la mejor materia prima.
Estos son algunos de los platos típicos de Alarcón:
- Ajo mortero, también conocido como ajoarriero o atascaburras
- Morteruelo
- Ajo cocido
- Sopa castellana
- Pisto manchego
- Gazpacho manchego
- Quesos manchegos
- Asadillo
- Zarajos
- Cordero asado o en caldereta
- Perdiz escabechada, así como otros platos de caza
- Platos de pescado de río
Para maridar nada mejor que un vino de la tierra, en la provincia de Cuenca hay cuatro Denominaciones de Origen Protegidas:
- La Mancha
- Uclés
- Tierra de Castilla
- Ribera del Júcar
Otra bebida muy típica es la zurra, elaborada con vino tinto, frutas, azúcar y canela.
Como dulce broche final nada mejor que el alajú, tradición proveniente del período de dominación musulmana.
Se trata de una torta elaborada con almendras o nueces, pan rallado, especias y miel y cubierta por dos finas obleas.
Cómo llegar a Alarcón
En transporte público hay que tomar un autobús en Cuenca, gestionado por la Compañía Rubiocar.
Hay ruta solamente los lunes, miércoles y viernes.
La mejor opción es viajar en transporte particular, llegando a través de la N-III, antigua carretera Madrid-Valencia.
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