Historia de Guadalajara

Breve historia de Guadalajara, España

Breve resumen para conocer la historia de Guadalajara, desde sus orígenes hasta la actualidad.

Restos arqueológicos en el Museo Provincial de Guadalajara
Restos arqueológicos en el Museo Provincial de Guadalajara

Orígenes

No se tiene constancia de quiénes fueron los primeros pobladores de la zona, aunque algunos historiadores hablan de un asentamiento celtíbero llamado Carae.

Aún así, la presencia humana ha quedado demostrada tras el hallazgo de restos arqueológicos junto al río Henares, abarcando desde el Neolítico hasta los visigodos. 

Fundación árabe

Los primeros pobladores de los que sí se tienen datos son los árabes, llegados en el siglo VIII

A ellos se les atribuye la fundación oficial de la ciudad, siendo en principio una fortaleza en plena frontera entre los territorios musulmanes y cristianos.

Precisamente, de ese período viene el nombre de Guadalajara, derivado de la palabra árabe wād al-ḥaŷarah que se podría traducir como “valle de los castillos”.

De la época musulmana todavía quedan algunos restos en el Puente del Henares, el Alcázar o la Concatedral de Santa María. 

Centro de Interpretación en el Torreón de Alvar Fáñez
Centro de Interpretación en el Torreón de Alvar Fáñez

Conquista cristiana

El dominio musulmán duró hasta el año 1085, cuando la ciudad fue conquistada por las tropas de Alfonso VI de Castilla.

Concretamente tal hazaña se le atribuye a Alvar Fáñez de Minaya, quien desde entonces aparece en el escudo de Guadalajara.

Aunque la paz no se alcanzaría hasta 1212, una vez que se produjo la victoria en la batalla de Las Navas de Tolosa y se alejaron las fronteras musulmanas.

Llegó entonces el momento de la repoblación, apoyada por el fuero concedido en el año 1133 por Alfonso VII y el de 1219 de Fernando III.

Familia Mendoza

Numerosas familias adineradas se instalaron en la ciudad a partir de entonces, provenientes de los territorios más al norte de Castilla y de Navarra.

Entre ellas se encontraba la familia Mendoza, llegada a Guadalajara en la segunda mitad del siglo XIV.

Desde entonces estuvieron al servicio de los reyes de Castilla, gracias a lo cual obtuvieron el Ducado del Infantado, otorgado en 1475 por los Reyes Católicos.

El crecimiento de Guadalajara estuvo estrechamente ligado a la Casa del Infantado, gracias a haber sido la corte señorial de los duques.

Es precisamente en esa época cuando se obtiene el título de ciudad, concedido por Enrique IV en 1460.

Monumento al Cardenal Mendoza frente al Palacio del Infantado
Monumento al Cardenal Mendoza frente al Palacio del Infantado

Declive

En el siglo XVII los Duques del Infantado trasladaron su residencia a Madrid, con lo que el crecimiento de la ciudad cayó en picado.

La situación se vio agravada por sucesivas guerras, como la Guerra de Sucesión, la Guerra de Independencia y finalmente la Guerra Civil.

No sirvió como revulsivo su declaración como capital de la provincia de Guadalajara en 1840, debido a la fuerte influencia que ejercían ciudades como Sigüenza o Molina de Aragón.

Sepulcro de doña Aldonza de Mendoza en el Palacio del Infantado
Sepulcro de doña Aldonza de Mendoza en el Palacio del Infantado

Actualidad

Después de la Guerra Civil, la ciudad fue incluida en los planes de descongestión de los polígonos industriales de Madrid

De ahí viene la importancia actual de Guadalajara, convertida en un eje industrial y ciudad dormitorio en el Corredor del Henares.

Pero eso no es lo único que tiene que ofrecer, también cuenta con un interesante casco histórico que merece la pena conocer, a menos de una hora de la capital.

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