La historia de Jaén es una de las más antiguas de España, habiéndose encontrado pruebas de presencia humana desde la Edad del Cobre.
Orígenes
En los alrededores de la ciudad está el yacimiento de Marroquíes Bajos, con restos de un asentamiento de más de 2.500 años de antigüedad.
De la ocupación íbera ha quedado constancia en el cerro de la Plaza de Armas de Puente Tablas, estando considerado uno de los yacimientos más importantes de la etapa protohistórica.
Conquistas tras la prehistoria
Antes de la llegada de los romanos había sido ocupada por tartessos, griegos, fenicios y cartagineses.
Estos últimos construyeron sobre el cerro de Santa Catalina un alcázar que sirvió como residencia de Aníbal.
El general Escipión Africano Mayor conquistó la ciudad para los romanos en el año 207 a. C.
De ellos recibieron diferentes denominaciones, como Auringi, Oringe, Elinga o Advinge.
Tras los romanos se asentaron en la península ibérica los visigodos.
En éste período la ciudad perdió importancia en detrimento de Mentesa, conocida hoy en día como La Guardia de Jaén.
Conquista musulmana
Con la llegada de los musulmanes recuperó su antiguo esplendor, convirtiéndose en la capital de la taifa de Jaén.
Durante los cinco siglos que permaneció en manos de los musulmanes pasó por distintas facciones: omeyas, almorávides y almohades.
Lo que sí se mantuvo constante a lo largo de ese tiempo fue la construcción de mezquitas, alcazabas y palacios por toda la ciudad.
Conquista cristiana
Fernando III el Santo reconquistó Jaén para los cristianos en el año 1246, siendo cabeza del Reino de Castilla hasta la conquista de Granada en 1492.
A partir del mandato del rey Enrique II de Castilla se le concedieron numerosos privilegios.
Por aquel entonces llegó a convertirse en una de las 18 ciudades con derecho a voto en las Cortes de Castilla.
Población judía
Durante todo el tiempo de conquista musulmana y los primeros siglos de conquista cristiana, fue creciente la prosperidad de la población judía asentada en Jaén.
Una de las figuras más destacadas de ese período fue Hasday ibn Shaprut, médico y político jienense que llegó a convertirse en uno de los máximos responsables de la comunidad judía en Al-Andalus.
Uno de sus principales apoyos fue Don Miguel Lucas de Iranzo, codestable del reino de Castilla por encargo del rey Enrique IV, asesinado en la Catedral de la Asunción.
Este es sólo uno de los crímenes sin respuesta ocurridos en Jaén, descúbrelos todos con un tour de los crímenes.
Todo cambió en 1483, con el establecimiento del Tercer Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición.
Edad Moderna
A pesar de haber jugado un papel fundamental en la conquista de Granada y el descubrimiento y posterior asentamiento en América, Jaén vivió durante la Edad Moderna un profundo declive.
Hecho empeorado por los brutales saqueos que llevaron a cabo las tropas francesas durante la Guerra de Independencia.
Estos llegaron incluso a volar el Castillo de Santa Catalina antes de su retirada.
Edad Contemporánea
En 1833 Jaén fue declarada capital de provincia, en la división territorial ordenada por la reina María Cristina de Borbón.
Con el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, se mantuvo fiel al bando republicano hasta el final.
Entre los simpatizantes a la causa contaban con el escritor Miguel Hernández.
Aunque oriundo de Orihuela, fue uno de los más activos participantes en el frente de Jaén y el periódico comunista “Frente Sur”.
Actualidad
Con la llegada de la democracia, Jaén ha vivido un gran impulso económico y social.
Dos de los acontecimientos históricos más importantes de la provincia se recuerdan actualmente con el Monumento a las Batallas.
Se trata de la Batalla de las Navas de Tolosa y la Batalla de Bailén.
Hoy vive del turismo y el cultivo de olivos, no en vano es la Capital Mundial del Aceite de Oliva.
Además forma parte del Camino Mozárabe, conectando con Santiago de Compostela a través de la Vía de la Plata.
Para conocer más sobre la historia de Jaén, apúntate a una visita guiada o un tour de misterios y leyendas.