Qué ver en Tembleque
Distribuido alrededor de una las plazas más bonitas de España, sigue leyendo y descubre todo lo que hay que ver en Tembleque.
También son famosos sus molinos de viento, los primeros que encontraremos si seguimos la Ruta de los Molinos de Don Quijote.
Visitar Tembleque
Plaza Mayor de Tembleque
El principal sitio de interés es sin duda la Plaza Mayor de Tembleque, catalogada como Bien de Interés Cultural en el año 1973.
De estilo típicamente castellano, es un espacio casi cuadrado rodeado de edificios de dos pisos con corredores.
La planta baja es porticada, sujeta por columnas de granito.
Los corredores abiertos se construyeron para facilitar la vista hacia los mercados, fiestas y corridas de toros que se celebraban en la plaza, teniendo una gran similitud con los antiguos corrales de comedias.
Hechos de madera, cuentan como ornamentación con la Cruz de Malta, símbolo de la Orden Hospitalaria.
En una esquina se alza un monumental torreón de madera, además de servir como acceso desde la Plaza de la Orden, en su momento fue el palco de las autoridades.
Por su parte el edificio principal es el Ayuntamiento de Tembleque, de estilo barroco, fue añadido al conjunto en el siglo XVII.
Para conocer más acerca de la historia y tradiciones de la villa nada mejor que visitar el Museo Etnográfico, ubicado en el número 1 de la Plaza Mayor.
En torno a un pequeño patio típicamente manchego se distribuye la extensa colección de fotografías, útiles de labranza, vestimenta y utensilios tradicionales.
También acoge la Oficina de Turismo.
Además alrededor de la Plaza Mayor se concentra la principal oferta de alojamientos, descubre todas las opciones disponibles en Booking.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Se trata de la Iglesia Parroquial de Tembleque, designada como Bien de Interés Cultural en el año 2012.
Se construyó a principios del siglo XVI con los fondos donados por el Cardenal Cisneros, como agradecimiento por la ayuda brindada en la campaña de Orán.
En la construcción se mezclaron elementos de la arquitectura gótica y renacentista.
Compuesta de una nave con planta de cruz latina, sobresalen del conjunto la torre y las dos capillas laterales del siglo XVIII, dedicadas a Jesús de Nazareno y la Virgen del Rosario.
Gran parte del patrimonio artístico se perdió durante la Guerra Civil, incluyendo el magnífico Retablo Mayor.
Casa de las Torres
Entre la arquitectura civil destaca la Casa de las Torres, palacete barroco construido a mediados del siglo XVIII.
Fue residencia de Antonio Fernández-Alejo, caballero de la Orden de Santiago que hizo fortuna en las Américas.
El edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1979.
Se trata de una de las últimas construcciones barrocas de España, destacando la fachada, coronada con un escudo de armas familiar flanqueado por dos carabelas.
Distribuido alrededor de un patio central, el interior se encuentra actualmente en ruinas, sólo se puede acceder con un permiso del Ayuntamiento.
El pináculo de la torre izquierda es desde hace muchos años hogar de una familia de cigüeñas, construyendo en ese tiempo un nido de enormes dimensiones.
Se dice que puede llegar a pesar más de 600 kilogramos.
Casa de Postas
En las afueras se puede ver un antiguo caserón utilizado como caballerizas por el servicio de correos y cualquiera que pasara por el antiguo camino de Madrid a Cádiz.
En la actualidad, después de haber sido reformado por la Escuela Taller, se utiliza como punto de reunión de las diversas asociaciones de la localidad.
Ermita de la Veracruz
Entre la arquitectura religiosa, además de la Iglesia de la Asunción, hay que mencionar la Ermita de la Veracruz.
Fue hecha a imagen y semejanza del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Tiene influencias románicas de la Iglesia de Santa María de Eunate, en Pamplona, y la Iglesia de la Veracruz, en Segovia.
Construida en la segunda mitad del siglo XVIII, lo que más destaca es su planta octogonal.
Durante mucho tiempo sirvió como mausoleo de un miembro de la familia de los Torres, pero hoy se utiliza como Biblioteca Pública.
También cabe destacar:
- Ermita de la Purísima Concepción, construcción barroca de aspecto sobrio. Junto a la puerta principal se puede ver el Rollo de Justicia.
- Ermita de Loreto, edificada en el siglo XVIII, hoy se encuentra en ruinas.
- San Antón, cobra gran importancia durante las Fiestas de San Antón
- Ermita del Valle o del Cristo de la Palma, ubicada en las cercanías del embalse de Finisterre, acoge dos romerías populares cada año, en mayo y septiembre.
Molinos de Tembleque
También en las afueras se encuentran varios molinos de viento, dos de ellos restaurados por completo y un tercero de propiedad privada.
Apareciendo la villa en las aventuras de Don Quijote por La Mancha, no es de extrañar que cuente con uno de sus mayores símbolos.
Los molinos de viento de Tembleque son los primeros que se ven siguiendo la autopista Madrid-Andalucía, motivo por el que es popularmente conocido como la Puerta de La Mancha.
Debido a su ubicación, sirve como punto de inicio ideal de la Ruta por los Molinos de La Mancha.
Historia de Tembleque
Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre el origen de Tembleque, unos dicen que es íbero, debido al nombre terminado en “que”.
Otros hablan de un origen celta, en ese caso se llamaría originalmente Eccu, que con la llegada de los mozárabes pasaría a ser Tembleccu.
Por último, otros mencionan un origen judío.
Lo que sí se sabe con seguridad, es que la zona estuvo ocupada por los carpetanos y se convirtió en parte del territorio del Imperio Romano en el siglo II a. C.
Tras ellos llegaron los visigodos, para terminar formando parte del territorio ocupado por los musulmanes en el siglo VIII.
El rey Alfonso VI conquista la zona para los cristianos en el siglo XI, como parte de la campaña de Toledo.
Pasó a formar parte de los territorios dependientes de Consuegra.
Su destino siguió ligado al de Consuegra cuando ésta fue cedida por Alfonso VIII a la Orden de los Caballeros de Jerusalén.
Precisamente los caballeros hospitalarios fueron los que le concedieron a Tembleque la carta de población, en el año 1241.
El período más próspero llegó entre los siglos XV y XVI, cuando su situación estratégica en las rutas de la trashumancia, permitió crear un floreciente comercio lanar.
Gracias a su creciente prosperidad, la reina Juana la Loca le concedió el título de Villa en el año 1509.
Por entonces obtuvo el Rollo de Justicia, lo que significaba una mayor libertad económica y jurídica.
Ese mismo año colaboran con el Cardenal Cisneros en la conquista de Orán, recibiendo como agradecimiento ayuda para la construcción de la Iglesia Parroquial.
Su fidelidad al rey Carlos I durante las Guerras de las Comunidades de Castilla, le permitió ganar el título de “muy fiel y leal”.
Con la llegada de la Casa de los Austrias comienza un período de decadencia, debido a su gran dependencia a las labores agrícolas.
En los últimos tiempos han sabido diversificarse, creciendo en el sector industrial, servicios y turismo.
Fiestas de Tembleque
Las celebraciones del año comienzan en febrero con el Carnaval, además de los desfiles y disfraces, es típico hacer una gran caldereta popular.
Ya entre marzo y abril llega la Semana Santa, con sus procesiones por las principales calles del casco histórico.
El segundo domingo de mayo es la Romería del Cristo del Valle, que se repite nuevamente el último domingo de septiembre.
Por último las fiestas patronales son a finales de agosto, en honor de Nuestro Padre Jesús de Nazareno.
Comer en Tembleque
La gastronomía es típicamente manchega, pudiendo encontrar gachas, migas, pisto, caldereta, asados de cordero, caldillo de patatas o rosquillas fritas como postre.
En la villa y sus alrededores se producen hasta cinco productos que cuentan con Denominación de Origen Protegida: queso manchego, vinos de La Mancha, azafrán, aceite y cordero manchego.
Cómo llegar a Tembleque
La mejor forma de llegar es en transporte particular, ya que la localidad se encuentra perfectamente conectada a través de la A-4 o Autovía de Andalucía.
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En transporte público se puede viajar desde Toledo, con los autobuses gestionados por la compañía Rubicar.
El trayecto dura aproximadamente 50 minutos.
También se puede viajar desde Madrid, bien en autobús o bien en tren.
El autobús desde Madrid está gestionado por la compañía Samar, el trayecto dura aproximadamente una hora y cuesta 7,41€.
En tren también se tarda alrededor de una hora desde Madrid, en ese caso el billete cuesta 11,10€.