Castillos de Toledo
Siendo un importante enclave estratégico durante el medievo, no es de extrañar que se conserven muchísimos castillos de Toledo.
Castillo de San Servando
Además del Alcázar de Toledo, en las afueras del casco histórico se ubica el Castillo de San Servando.
Se trata de un antiguo monasterio reconvertido en albergue, ubicado en lo alto de un monte junto al río Tajo.
Su historia comienza en la primera mitad del siglo XI, cuando Alfonso VI ordenó construir un monasterio junto a la Puerta de Alcántara.
El propio rey decidió la advocación religiosa, tras salir con vida de la cruenta Batalla de Sagrajas con el favor del San Servando.
Su situación estratégica junto a la entrada Este, obligó a transformarlo en enclave defensivo que detuviera los envites de las tropas árabes.
Precisamente, la retirada de los musulmanes fue la que propició su caída en el olvido.
Estuvo en ruinas finales del siglo XIV, cuando Enrique II de Castilla ordenó reconstruirlo para retomar su función defensiva.
Tan sólo un siglo más tarde volvió a ser declarado en ruinas, no fue hasta 1874 cuando se catalogó como Conjunto Histórico-Artístico para ayudar a su conservación, siendo el primer castillo en recibir dicha distinción.
Varios usos se le dieron desde entonces, para terminar convertido en un Albergue Juvenil repleto de historia e incluso leyendas.
Además de ofrecer la experiencia única de dormir en un antiguo castillo, desde aquí se obtienen espectaculares vistas de Toledo.
El albergue del Castillo de San Servando abre todo el año, tiene habitaciones dobles y cuádruples con baño privado.
Es posible contratar también desayuno, media pensión o pensión completa.
Para alojarse es obligatorio tener carnet de alberguista, para los menores de 30 años cuesta 14,05€ y para los mayores de esa edad 16,90€.
Castillo de Guadamur
A tan sólo 15 kilómetros de Toledo se encuentra Guadamur, famoso por albergar uno de los castillos más bonitos y mejor conservados de la provincia.
Fue declarado Bien de Interés Cultural el 18 de junio de 1964.
Su construcción se llevó a cabo entre los siglos XV y XVI, por orden del Conde de Fuensalida.
Formaba parte del sistema defensivo de la ciudad de Toledo, por aquel entonces capital de España.
En el siglo XVII se convirtió en patrimonio de la Casa de Velasco, un siglo más tarde pasó a manos de la Casa de Escalona.
Con el tiempo fue patrimonio de los Duques de Osuna, los Condes de Cedillo y los Condes de Haro, éstos últimos lo vendieron a tres vecinos en 1880.
El tiempo y la falta de atención causó estragos en el castillo, hasta que en el 2000 el empresario madrileño Venancio Sánchez lo compró y se hizo cargo de su restauración.
Se ubica en lo alto del Cerro de la Ermita, junto a la Ermita de la Natividad, su característica silueta domina las vistas de Guadamur.
El edificio está presidido por la Torre del Homenaje que se alza hasta los 30 metros de altura, torreones circulares rematan las esquinas.
El patio de armas y el cuerpo del palacio miden unos 20 por 12 metros.
Actualmente el interior se encuentra en fase de reconstrucción, por lo que sólo es posible visitar el exterior.
El Castillo de Guadamur se puede visitar los lunes, martes y miércoles, en horario de 09:00 a 14:00 horas.
Hay que reservar plaza llamando al número de teléfono 925291560 o enviando un email a turismoguadamur@gmail.com.
La visita al foso, barbacana y camino de ronda cuesta 5€.
Es posible complementarla con la entrada al Centro de Interpretación del Tesoro de Guarrazar por 6€.
Castillo de Polán
Junto a Guadamur se encuentra Polán, aunque el castillo de ésta localidad no se encuentra en muy buen estado de conservación.
Los pocos restos que se pueden ver hoy en día hablan de su glorioso pasado.
No se sabe con certeza el período de construcción, aunque algunos historiadores lo datan en el siglo XII.
Esto es debido a su similitud con castillos franceses de la época y por el hecho de que se menciona en los relatos de una batalla del año 1116.
Lo que sí se sabe con seguridad es el gran tamaño que en su día tuvo, gracias a la monumentalidad de las dos torres que se conservan.
También por la lejanía de la puerta de acceso, ubicada en la Plaza del Ayuntamiento.
Del Castillo de Polán sólo es visitable el exterior, dado su estado en ruinas y su ubicación en el interior de una casa particular.
Castillo de Maqueda
También llamado Castillo de la Vela, es uno de los castillos de Toledo mejor conservados, declarado Monumento Nacional en 1931.
Sus orígenes son musulmanes, aunque ya existían los restos de fortalezas anteriores sobre el mismo cerro.
Alfonso VI de Castilla lo conquistó para los cristianos en el año 1083, poco después pasó a manos de la Orden de Calatrava.
En el siglo XV fue reconstruido por la familia Cárdenas, quienes mantuvieron su propiedad hasta el siglo XIX.
Actualmente es propiedad del Ministerio del Interior, siendo utilizado por última vez como Cuartel de la Guardia Civil.
Del conjunto llama la atención su buen estado de conservación, así como el remate almenado de sus muros y torres.
Los muros de piedra superan los 3 metros de grosor, estando además protegidos por fosos en dos de sus lados.
La puerta principal cuenta con un escudo del matrimonio Cárdenas y Enríquez, además cuenta con matacán y aspillera.
Sólo se puede visitar el exterior.
Castillo de Escalona
Se ubica en Escalona, a unos pocos kilómetros de Maqueda, en lo alto de un cerro junto al río Alberche.
Originalmente construido por los romanos, posteriormente fue transformado por musulmanes y cristianos.
Su principal impulsor fue Don Álvaro de Luna, Condestable de Castilla, llegando a adquirir gran fama en el siglo XV.
Exteriormente su estilo es gótico, pero en el interior guardaba un suntuoso palacio mudéjar.
Varias veces destruido a lo largo de su historia, lleva en ruinas desde la Guerra de Independencia.
Del conjunto, actualmente de propiedad privada, cabe destacar la Torre del Homenaje que supera los 20 metros de altura.
Sólo se puede visitar el exterior.
Castillo de Oropesa
El Castillo de Oropesa se alza imponente en un cerro dominando una vasta llanura, ubicada entre la Sierra de Gredos y los Montes de Toledo.
Se trata de diferentes construcciones que juntas dan forma a uno de los castillos mejor conservados de Toledo, declarado Bien de Interés Cultural.
El más antiguo es el Castillo Viejo, construido por los musulmanes entre los siglos XII y XIII.
Es el que ha llegado en peores condiciones hasta nuestros días.
A su lado se ubica el Castillo Nuevo o Palacio de los Álvarez de Toledo, erigido en el siglo XV por los condes de Oropesa.
Actualmente se utiliza como Parador Nacional de Turismo.
Por último se construyó el Palacio Condal, a mediados del siglo XVI.
También forma parte hoy en día del Parador del Virrey, el primero de España ubicado en un edificio histórico.
Castillo de Consuegra
En lo alto del Cerro Calderico, junto a los Molinos de La Mancha, se encuentra uno de los castillos mejor conservados de Toledo.
Todo el conjunto fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2006 y Sitio Histórico en el 2008.
La construcción del Castillo de la Muela comenzó en el siglo X, aunque se tiene constancia de alguna fortificación romana.
El período constructivo se alargó durante más de tres siglos, fue iniciado por los musulmanes bajo las órdenes de Almanzor.
Continuaron los Caballeros Hospitalarios tras la conquista cristiana y finalizaron los Caballeros de la Orden de Malta, para establecer allí la sede de su priorato en Castilla.
Actualmente se encuentra inmerso en un proceso de restauración, debido a que sufrió graves daños durante la Guerra de Independencia.
A pesar de ser un edificio de aspecto sobrio, su imponente figura domina las vistas de Consuegra.
Llama la atención su estilo constructivo, tan diferente del resto de fortalezas y castillos medievales de los alrededores.
Está formado por una gran cuerpo central de planta cuadrada, rodeado en sus cuatro esquinas por torres cilíndricas.
Sus muros superan los cuatro metros de anchura, las torres se alzan hasta los 30 metros de altura.
Actualmente se puede visitar la torre albarrana, la ermita, dos aljibes, la sala capitular, el salón de archivos, la barbacana, los pases de ronda y el jardín.
El horario del Castillo de la Muela es el siguiente:
- De lunes a viernes, de 10:00 a 14:00 y de 15:30 a 18:00 horas.
- Sábados, domingos y festivos, de 10:40 a 13:40 y de 10:00 a 18:00 horas.
Entre semana la entrada general cuesta 5,50€, incluye el castillo, el molino de viento Bolero y el Museo Municipal.
Los fines de semana y festivos son 7€.
Castillo de Orgaz
Oficialmente llamado Castillo de los Condes de Orgaz, está protegido como Bien de Interés Cultural.
Fue construido en el siglo XIV por orden de Alvar Pérez de Guzmán, señor de Orgaz.
Durante la Guerra de los Comuneros sirvió como refugio a los vecinos de Orgaz, pero eso no evitó que fuera incendiado por Carlos V.
Abandonado durante años, a mediados del siglo XX se hizo cargo de su reconstrucción un particular, al morir su hija lo dejó en herencia a la villa.
Del conjunto de planta rectangular sobresale la Torre del Homenaje, de 20 metros de altura, así como el ábside de la capilla.
Llama la atención que en lugar de torres, las esquinas estén protegidas por garitones volados de sillería con saeteras y almenas.
Se puede visitar los sábados y domingos por la mañanas, mediante visitas guiadas gestionadas por la Oficina de Turismo.
Castillo de Seseña
El último de los castillos de Toledo se encuentra en Seseña, es de propiedad privada y su estado de conservación es muy bueno.
Oficialmente su nombre es Castillo de Puñonrostro, estando protegido bajo la figura de Bien de Interés Cultural.
Se tiene constancia de su construcción en el siglo XIV, por entonces fue cedido por Enrique IV a su contable y secretario, Don Diego Arias de Ávila.
Carlos I nombró a los descendientes Condes de Puñoenrostro, de ahí el nombre del castillo.
Formó parte de su patrimonio hasta 1862, cuando la familia lo vendió con los terrenos de los alrededores.
Cuenta con cuerpo principal de planta cuadrada, a su lado se alza la Torre del Homenaje hasta los 35 metros de altura.
Torreones cilíndricos rematan las esquinas del conjunto.
Un gran foso protege la entrada, cuyo único acceso es un puente levadizo.
En ocasiones muy contadas es posible acceder al Patio de Armas, como parte de algún evento organizado en colaboración con el Ayuntamiento de Seseña.
