Además de los principales sitios turísticos, cuando buscamos un poco de diversión, es imprescindible visitar alguno de los bares, cabarés y hoteles míticos de La Habana.
Descubre algunos de los bares más míticos de La Habana con tour de cócteles.
La Bodeguita del Medio
Está ubicada en pleno corazón de la Habana Vieja, muy cerca de la Plaza de la Catedral.
La Bodeguita del Medio es uno de los bares-restaurantes más famosos de La Habana e incluso del mundo.
Su historia comienza en 1942, cuando Ángel Martínez compró la bodega La Complaciente, ubicada en la calle Empredado número 207, por aquel entonces llamada Casa Martínez.
Pronto su buena comida criolla atrajo a los lugareños, pero también a algunas celebridades de la época.
Su nombre actual no se le puso hasta 1950, es debido a su ubicación en el centro de la calle.
Desde mediados del siglo XX, esta pequeña bodega típicamente cubana se convirtió en uno de los puntos de paso obligados de las celebridades que acudían a la capital.
Entre sus visitantes más conocidos se encuentran Ernest Hemingway, Pablo Neruda, Salvador Allende, Gabriel García Marquez o Errol Flynn.
Más recientemente la ha visitado Joaquí Sabina, Naomi Campell, Kevin Spacey o Sting.
En el interior se puede disfrutar del ambiente auténticamente cubano, desde su cocina tradicional criolla hasta de uno de los cocktails más famosos del mundo, el Mojito.
Las paredes están decoradas con las fotos y autógrafos de todo el que ha pasado por La Bodeguita.
Tanto de celebridades del mundo del arte y la política, como de los turistas que cada día disfrutan de su ambiente.
El acceso a La Bodeguita del Medio es libre y gratuito.
Los precios para comer allí varían entre 20 y 30 CUC por persona, el auténtico Mojito de La Bodeguita del Medio cuesta 6 CUC.
El Floridita
También está situado en el corazón del casco histórico de La Habana, muy cerca del Capitolio Nacional de Cuba y el Parque Central.
El Floridita es uno de los bares más famosos de la capital.
Desde 1817 había un bar en esta esquina de la calle Obispo, aunque en un principio se llamaba La Piña de Plata.
Pronto cambiaron el nombre a La Florida, que más tarde degeneró en El Floridita.
A mediados del siglo XX este era uno de los bares más frecuentados de La Habana, de hecho, en 1953 fue elegido entre los siete bares más famosos del mundo por la revista Esquire.
Entre los visitantes más conocidos se encuentra Giorgio Armani, Paco Rabbane, Marlene Dietrich o Gary Cooper y más recientemente Pierce Brosnan, Naomi Campbell o Jack Nicholson.
Sin duda el que más renombre le ha dado al bar es Ernest Hemingway, de hecho en el interior, junto a la barra, se puede ver una escultura en bronce a tamaño real del escritor.
Además se creó una variante del Daiquirí llamada Papa Doble, hoy llamado Papa Hemingway.
Además del Papa Hemingway, elaborado con un toque de toronja (pomelo), se pueden degustar:
- Auténtico Daiquirí, el que ha hecho famoso al bar.
- Floridita, con un toque más marcado de limón.
- Mulata, con sabor a chocolate.
- Rebelde, con sabor a menta.
El acceso al bar Floridita es libre y gratuito. Comer cuesta entre 20 y 30 CUC por persona, el auténtico Daiquirí cuesta 6 CUC.
Cabaret Tropicana
Ubicado en el municipio Playa, a unos 15 minutos del casco histórico de la ciudad, Tropicana es el cabaret más emblemático de La Habana.
Tiene la peculiaridad de estar situado al aire libre, de hecho su eslogan es “un paraíso bajo las estrellas”.
Se creó en 1939 como lugar de esparcimiento de los políticos, la clase alta y los mafiosos asentados en la ciudad.
Desde entonces muchos han sido los artistas nacionales e internacionales que han actuado en este recinto.
Actualmente es el lugar ideal para disfrutar de la auténtica cultura y el folclore de Cuba.
Su símbolo es una escultura de una bailarina que se encuentra a la entrada del cabaret, fue diseñada por la artista cubana Rita Longa a mediados del siglo XX.
También es mítica la Fuente de las Musas, una obra del artista italiano Aldo Gamba, se encuentra rodeada de una frondosa vegetación a la entrada del local.
Uno de los espectáculos más aclamados es el llamado Tambores de Concierto, un legado de los ritmos tradicionales cubanos mezclado con las raíces hispanas y africanas.
Es una obra del maestro cubano Tomás Morales.
Además del salón al aire libre está el Salón Arcos de Cristal, para los días de lluvia; el Restaurante Los Jardines, con una variada muestra de cocina internacional y el Café Rodney, ambientado en las cafeterías estadounidenses de los años 50.
Al interior del Cabaret Tropicana sólo se puede acceder si se va a disfrutar de un espectáculo.
Hay varios tipos de entrada dependiendo de la consumición y el asiento, van desde los 85€ hasta los 97,5€.
Las actuaciones comienzan a las 20:30 horas.
Hotel Nacional de Cuba
Ubicado en una colina frente al Malecón y el Mar Caribe, el Hotel Nacional de Cuba es el alojamiento más emblemático de La Habana.
El gobierno cubano lo ha declarado Monumento Nacional y la Unesco como Memoria del Mundo.
Antes de la construcción del hotel a principios del siglo XX, en esta estratégica colina se ubicaba un complejo militar con baterías para luchar contra el ataque de los piratas.
Hoy en día incluso es posible contratar un tour para recorrer las antiguas galerías defensivas.
Cuando los americanos se hicieron con el control de la isla, decidieron construir un lujoso hotel que recibiera a las celebridades y personajes de renombre de la época.
El Hotel Nacional de Cuba se inauguró el 30 de diciembre de 1930, desde entonces han pasado por este emblemático complejo ilustres visitantes.
Es el caso de Ernest Hemingway, Buster Keaton o Marlon Brando y políticos como Winston Churchill.
En 1946, fueron los jefes de las familias mafiosas de Nueva York quienes eligieron el Hotel Nacional para celebrar una de sus conocidas reuniones de negocios.
El diseño exterior mezcla rasgos de la arquitectura ecléctica, Art Decó y neocolonial.
Está formado por una largo cuerpo central en el que se superponen dos cuerpos más pequeños, sobre los que se encuentran dos pequeñas torres rematadas en cúpula.
El interior es de lujo, combina el estilo mudéjar e isabelino, creando un espacio que se asemeja a un castillo medieval.
Los jardines también son destacables, forman un gran balcón con vistas al Caribe.
Además de alojarse en el lujoso hotel, puedes comer en alguno de sus restaurantes, disfrutar de una refrescante bebida en sus bares o asistir a un espectáculo en el Cabaret Parisién.
Junto con el Cabaret Tropicana, son los dos más emblemáticos de la ciudad.