Monasterios de Segovia

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Monasterios de Segovia: Santa María del Parral, San Antonio el Real y San Juan de la Cruz

Cuando piensas en visitar Segovia, inmediatamente vienen a la mente su Catedral, el Acueducto romano o el Alcázar.

Sin embargo, hay otros tesoros que a menudo quedan fuera de las rutas turísticas tradicionales: los monasterios de Segovia.

Estos lugares, llenos de historia, arte y espiritualidad, son una parada imprescindible para profundizar en el rico legado cultural y religioso de la región.

Monasterio de Santa María del Parral, uno de los monasterios de Segovia
Monasterio de Santa María del Parral, uno de los monasterios de Segovia

Dos de los más destacados son el Monasterio de Santa María del Parral y el Monasterio de San Antonio el Real, ambos declarados Bien de Interés Cultural.

Atento/a, porque a continuación te contamos todos los motivos por los que merece la pena visitar los monasterios de Segovia y descubrir estos rincones ocultos de la ciudad.

Estos lugares, llenos de historia, arte y espiritualidad, son una parada imprescindible para quienes deseen profundizar en el rico legado cultural y religioso de la región.

Monasterio de Santa María del Parral

El Monasterio de Santa María del Parral, ubicado en las afueras de Segovia, es uno de los monumentos más representativos del esplendor arquitectónico del Reino de Castilla.

Este cenobio, perteneciente a la Orden de San Jerónimo, se alza cerca de la Real Casa de la Moneda, formando un conjunto histórico que merece la pena conocer.

Más que un simple edificio religioso, el Monasterio del Parral es un símbolo del poder político y la devoción religiosa de la época.

Desde su fundación, se ha convertido en un importante centro espiritual y artístico, con una arquitectura que combina el gótico tardío y el renacimiento de forma magistral.

Declarado Monumento Nacional en 1914, el Monasterio de Santa María del Parral es una visita imprescindible para explorar el legado histórico de Segovia y sumergirse en una relajante atmósfera.

Fachada principal del Monasterio de Santa María del Parral en Segovia
Fachada principal del Monasterio de Santa María del Parral en Segovia

Historia del Monasterio de Santa María del Parral

La historia del Monasterio de Santa María del Parral comienza a mediados del siglo XV, en un momento crucial para la consolidación del poder monárquico en Castilla.

Fue el rey Enrique IV quien ordenó su construcción en 1447, aunque lo hizo inicialmente a nombre de su valido, Juan Pacheco, Marqués de Villena, antes de que este alcanzara su rango real.

El monasterio se levantó en el lugar donde previamente se encontraba la Ermita de Santa María del Parral, de la cual tomó su nombre.

El monasterio fue concebido como un espacio de devoción y como un lugar para perpetuar el linaje del Marqués de Villena, cuyo sepulcro se encuentra en su interior.

Su desarrollo se vincula estrechamente con la Orden de San Jerónimo, una comunidad monástica conocida por su rigor y espiritualidad.

Bajo la influencia de esta orden, el monasterio se convirtió en un importante foco religioso y cultural durante los siglos XV y XVI.

Sin embargo, el Monasterio del Parral también enfrentó períodos oscuros, especialmente en el siglo XIX, cuando las guerras y conflictos políticos dejaron su huella.

Durante la Guerra de Independencia, sufrió saqueos que afectaron su patrimonio artístico.

Posteriormente, con la Desamortización de Mendizábal en 1835, quedó en un estado de abandono y se perdieron muchas de sus riquezas artísticas y espirituales.

Afortunadamente, en 1927, la Orden de San Jerónimo regresó para hacerse cargo del monasterio y comenzó un ambicioso proceso de restauración.

Gracias a su labor, el monasterio recuperó gran parte de su esplendor, y hoy sigue siendo un espacio activo de vida monástica y espiritualidad.

Este esfuerzo por preservar su legado, ha convertido al Monasterio de Santa María del Parral en un testimonio vivo de la historia y la fe que lo han definido durante siglos.

Qué ver en el Monasterio de Santa María del Parral

El Monasterio de Santa María del Parral es un magnífico ejemplo de transición entre el estilo gótico tardío y el renacentista, lo que lo convierte en uno de los monasterios de Segovia más interesantes.

La fachada es sobria, pero a su vez majestuosa, fiel al estilo austero de la Orden de San Jerónimo.

Aunque permanece inacabada, esta característica no disminuye su imponente presencia.

La torre campanario, de estilo renacentista, se eleva como un faro que domina el paisaje a su alrededor.

Otro detalle importante es el escudo del segundo marqués de Villena y el de su esposa, un recordatorio del vínculo entre el monasterio y la nobleza castellana.

En el entorno, los jardines crean un ambiente de paz y contemplación, reforzando la sensación de aislamiento espiritual que define este lugar.

Ya en el interior del Monasterio de Santa María del Parral, nos espera un tesoro de arte y espiritualidad donde se combinan elementos arquitectónicos y decorativos de gran valor histórico.

Una de las piezas más destacadas del interior es el Retablo Mayor, destacada obra maestra del renacimiento en la provincia de Segovia.

Este imponente retablo, hecho de madera policromada, narra episodios de la vida de la Virgen María a través de un exquisito trabajo de tallado y pintura.

A ambos lados del altar principal se encuentran los sepulcros de alabastro del marqués de Villena, Juan Pacheco, y su esposa, María de Portocarrero.

Estas tumbas, ricamente decoradas, son un testimonio de la importancia histórica y cultural de la familia que patrocinó la construcción del monasterio.

Además de estas dos importantes obras funerarias, en las capillas de los laterales se pueden ver los sepulcros de la familia Solís, la familia Tapia o el canónigo Bartolomé de Mirabate

Otro elemento notable es la portada de la antesacristía, una obra de arte del maestro Juan Guas, su detallado diseño es un ejemplo del talento artístico de la época.

A su izquierda, se encuentra el sepulcro de Beatriz de Pacheco, condesa de Medellín, que también forma parte de este espacio sagrado.

La sacristía y la sala capitular son otras dos estancias de gran interés dentro del Monasterio del Parral.

La sacristía, utilizada para guardar vestimentas y utensilios litúrgicos, destaca por su mobiliario de madera tallada y sus techos ornamentados.

Por su parte, la sala capitular, donde se llevaban a cabo las reuniones de los monjes, está decorada con obras de arte y detalles arquitectónicos que reflejan la importancia de este espacio en la vida monástica.

Finalmente, los claustros rodeados por galerías, son espacios diseñados para la meditación y la contemplación monástica.

Escudos de los marqueses de Villena en el Monasterio de Santa María del Parral
Escudos de los marqueses de Villena en el Monasterio de Santa María del Parral

Información para visitar al Monasterio del Parral

El Monasterio del Parral está situado en las afueras de la ciudad de Segovia, en un entorno tranquilo y natural, cerca de la Real Casa de la Moneda.

Este enclave permite disfrutar de vistas únicas de la ciudad y de un ambiente ideal para la meditación y la contemplación.

El acceso al monasterio está restringido y únicamente es posible visitarlo mediante visitas guiadas gratuitas, organizadas para preservar la tranquilidad y el carácter sagrado del lugar.

  • Días de visita: De miércoles a domingos.
  • Horario de cada pase: 11:00 y 17:00 horas.

Es recomendable llegar con antelación, ya que los grupos suelen ser limitados en número para garantizar una experiencia de calidad.

Para quienes deseen vivir una experiencia espiritual única, el monasterio ofrece la posibilidad de asistir a las misas dominicales con canto gregoriano, celebradas por los monjes de la Orden de San Jerónimo.

  • Horario de la misa: Domingo, a las 12:00 horas.
  • Acceso: Gratuito, sin necesidad de reserva previa.

La entrada al Monasterio de Santa María del Parral es gratuita, aunque los monjes sugieren dejar una donación voluntaria al final de la visita.

Esta aportación contribuye al mantenimiento del lugar y a la continuidad de sus actividades religiosas.

Monasterio de San Antonio el Real

El Monasterio de San Antonio el Real, estrechamente ligado a la monarquía castellana, es uno de los monasterios de Segovia con más historia entre sus muros.

Este convento, que mezcla la grandeza de un antiguo palacio real con la austeridad y el recogimiento de un espacio monacal, es un ejemplo destacado del patrimonio religioso segoviano.

Considerado un verdadero tesoro artístico e histórico, su riqueza arquitectónica y espiritual lo convierten en una parada obligatoria si estás pensando explorar los monasterios de Segovia.

Monasterio de San Antonio el Real en Segovia
Monasterio de San Antonio el Real en Segovia

Historia del Monasterio de San Antonio el Real

La historia del Monasterio de San Antonio el Real se remonta al siglo XV, cuando el rey Enrique IV, conocido por su amor hacia Segovia, ordenó construir un palacio de caza en las afueras de la ciudad.

Este palacio estaba pensado como un lugar de recreo para el monarca, situado estratégicamente en un entorno natural rodeado de bosques y alejado del bullicio urbano.

Sin embargo, en 1455, Enrique IV decidió donar este palacio a la Orden Franciscana, dando origen al monasterio.

La conversión del edificio en un espacio religioso, reflejaba tanto la devoción del monarca como su interés por promover la vida espiritual en la región.

A finales del siglo XV, bajo el reinado de los Reyes Católicos, se produjo un cambio significativo en la historia del monasterio.

La reina Isabel la Católica entregó el recinto a las monjas de la Orden de Santa Clara, convirtiéndose en un convento de clausura que ha mantenido esta función hasta la actualidad.

Esta decisión marcó el inicio de una etapa de gran esplendor para el monasterio, que se consolidó como un importante centro religioso.

A lo largo de los siglos, el Monasterio de San Antonio el Real ha logrado conservar intacta gran parte de su estructura original, algo que lo distingue de otros monasterios de Segovia.

A pesar de los desafíos que ha enfrentado, como la Desamortización de Mendizábal en el siglo XIX, este convento ha mantenido su legado histórico y artístico.

Hoy en día, el monasterio está catalogado como Monumento Nacional, reconocimiento que recibió en 1931 por su gran valor patrimonial.

Este estatus no solo protege su riqueza arquitectónica, sino que también asegura su preservación como un lugar de culto y un destino cultural para los visitantes de Segovia.

 

Detalle de la portada del Monasterio de San Antonio el Real
Detalle de la portada del Monasterio de San Antonio el Real

Qué ver en el Monasterio de San Antonio el Real

El Monasterio de San Antonio el Real destaca por la riqueza y singularidad de su arquitectura, que combina elementos góticos, mudéjares y renacentistas.

Tanto el exterior como el interior del edificio ofrecen detalles de gran valor artístico y cultural, convirtiéndolo en un referente de los conventos de Segovia.

El aspecto exterior es de líneas sobrias y austeras, lo que se corresponde con la función religiosa del edificio como convento de clausura.

El edificio está rodeado de un entorno tranquilo, que en su momento habría formado parte de los terrenos de caza de Enrique IV.

Su portada principal, de estilo gótico tardío, presenta detalles decorativos que denotan la transición hacia el Renacimiento.

Los escudos heráldicos de los Reyes Católicos y del propio Enrique IV, que se pueden observar en la fachada, son un recordatorio del importante vínculo histórico del monasterio con la realeza.

En el interior, el Monasterio de San Antonio el Real es un auténtico tesoro de arte y arquitectura, donde el estilo mudéjar, gótico y flamenco se entrelazan para crear un espacio lleno de detalles.

La iglesia del monasterio es el corazón espiritual del conjunto, y su diseño es uno de los mejores ejemplos del estilo mudéjar en Segovia.

El techo, una joya arquitectónica, está compuesto por un artesonado mudéjar original que ha sobrevivido intacto al paso de los siglos.

En el altar mayor se encuentra un impresionante retablo flamenco del siglo XV, que narra episodios de la Pasión de Cristo.

Este retablo, de gran valor artístico, es una obra maestra que combina la minuciosidad de la pintura flamenca con el dramatismo propio de las escenas religiosas.

La Sala Capitular es otro de los espacios destacados dentro del monasterio, conserva también un techo mudéjar de gran belleza.

Por su parte, las paredes están decoradas con elementos góticos y algunos frescos que aportan un aire solemne y majestuoso al conjunto.

La Sacristía es otra estancia que refleja el lujo y el cuidado artístico del lugar, decorada con muebles antiguos, piezas litúrgicas y detalles arquitectónicos únicos.

Por último, el claustro muestra un marcado estilo gótico con influencias mudéjares, ofreciendo un ambiente de recogimiento y tranquilidad.

Claustro del Monasterio de San Antonio el Real
Claustro del Monasterio de San Antonio el Real

Información para visitar el Monasterio de San Antonio el Real

Si estás planeando incluir el Monasterio de San Antonio el Real en tu visita a Segovia, es importante que tengas en cuenta algunos aspectos prácticos sobre los horarios, tarifas y la forma de acceder al recinto.

Este emblemático espacio combina historia, arte y espiritualidad, por lo que merece la pena organizar bien tu visita para disfrutarla al máximo.

Solo accesible mediante visitas guiadas, hay varios pases disponibles a lo largo del día:

  • De miércoles a sábado, a las 10:00, 11:15, 12:30, 16:00, 17:15 y 18:30 horas.
  • Domingos, a las 11:30, 12:45, 16:00 y 17:15 horas.

Hay varios tipos de visitas disponibles, la más barata es conocida como “Tras los muros del silencio”. La entrada general cuesta 7€ y la entrada reducida 5€.

También hay disponibles visitas guiadas nocturnas los jueves y viernes, llamadas “Ruta Monástica de los Pétalos” y “Ruta Monárquica del Panteón”.

En ambos casos, el precio de la entrada general son 22€ y el de la reducida 18€.

La venta de entradas se gestiona a través del portal oficial.

Ten en cuenta que esta información está sujeta a posibles cambios. Se recomienda confirmar los datos en el sitio web oficial antes de tu visita.

Convento de San Juan de la Cruz

El Convento de San Juan de la Cruz, erigido como homenaje a una de las figuras más influyentes de la mística cristiana, es uno de los conventos de Segovia con mayor relevancia histórica y espiritual.

En su interior se preservan los restos de San Juan de la Cruz, lo que lo convierte en un importante centro de peregrinación para fieles y admiradores de su obra literaria y religiosa.

Además, su ubicación en un entorno tranquilo y cargado de espiritualidad, ofrece a los visitantes un espacio para la reflexión y el recogimiento.

También es un punto de referencia para quienes desean conocer más sobre la Reforma del Carmelo, movimiento liderado por San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús, que marcó un hito en la historia de la Iglesia Católica en España.

Historia del Convento de San Juan de la Cruz

El Convento de San Juan de la Cruz fue fundado en 1588, apenas unos años después de la muerte del santo, ocurrida en 1591.

La construcción se llevó a cabo con el propósito de custodiar y venerar sus reliquias, así como de perpetuar su memoria y legado espiritual.

San Juan de la Cruz, nacido en Fontiveros (Ávila) en 1542, es conocido por ser uno de los principales reformadores de la Orden del Carmelo y por su excepcional obra poética y mística

Tras su fallecimiento en Úbeda, sus restos fueron trasladados a Segovia en 1593, cumpliendo así su deseo de ser enterrado en este lugar.

Desde entonces, el convento se convirtió en un importante foco espiritual y cultural, atrayendo a religiosos, estudiosos y peregrinos interesados en conocer más sobre su figura y doctrina.

En el siglo XX, el complejo fue objeto de varias restauraciones, necesarias para conservar tanto el edificio como los valiosos objetos y documentos históricos que alberga.

En 1926, San Juan de la Cruz fue declarado Doctor de la Iglesia, lo que consolidó aún más la relevancia del convento como un lugar de referencia mundial para los estudiosos de su obra.

Actualmente, sigue acogiendo actos litúrgicos, encuentros espirituales y actividades relacionadas con la difusión del pensamiento y la espiritualidad de San Juan de la Cruz.

Qué ver en el Convento de San Juan de la Cruz

El Convento de San Juan de la Cruz se caracteriza por una arquitectura sobria y funcional, típica de los conventos carmelitas descalzos que buscaban reflejar austeridad y recogimiento.

La fachada principal está presidida por una puerta de acceso de diseño discreto, flanqueada por pilastras y rematada con un pequeño frontón triangular.

Por encima de la entrada, una placa conmemorativa recuerda la importancia histórica del lugar y su conexión con San Juan de la Cruz.

El entorno que rodea al convento, con zonas verdes y espacios abiertos, contribuye a crear un ambiente de paz y serenidad, perfecto para la meditación y el retiro espiritual.

En el interior, continúa la sencillez que caracteriza a la Orden del Carmelo, con espacios diseñados para favorecer el recogimiento y la oración.

La iglesia es uno de los principales puntos de interés, con su altar mayor presidido por la imagen de San Juan de la Cruz, representado con hábito carmelita y en actitud de meditación.

En una capilla lateral se encuentra el sepulcro de San Juan de la Cruz, donde reposan los restos del santo desde 1593.

Este espacio es visitado por numerosos peregrinos que acuden a rendir homenaje al místico, siendo el punto central de oración y veneración.

El claustro del convento, aunque sencillo, es otro de los rincones más especiales.

Sus galerías, adornadas con arcos de medio punto, rodean un patio central donde se encuentra un pozo, símbolo de pureza y contemplación.

Finalmente, se ha habilitado un Centro de Espiritualidad con 32 habitaciones y 3 salas de reuniones, donde se pueden organizar encuentros, reuniones y cursos.

Información para visitar el Convento de San Juan de la Cruz

El horario del Convento de San Juan de la Cruz es el siguiente:

  • De octubre a mayo: De martes a domingo, de 10:00 a 13:30 y de 17:00 a 19:30 horas.
    De junio a septiembre: De martes a domingo, de 10:00 a 13:30 y de 17:00 a 20:00 horas.

La entrada es gratuita, pero se sugiere un donativo voluntario para contribuir al mantenimiento del convento y sus actividades.

Se ofrecen visitas guiadas en horarios establecidos para conocer más sobre la vida de San Juan de la Cruz y la historia del convento. Se recomienda reservar con antelación.

El convento está ubicado a pocos minutos a pie del casco histórico, también es posible llegar en coche, ya que cuenta con zonas de aparcamiento cercanas.

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