Catedral de San Vito, Praga
Ubicada en el corazón del Castillo de Praga, la Catedral de San Vito es uno de los monumentos más impresionantes de la capital checa.
Este imponente edificio gótico no solo es el templo católico más importante del país, sino también un símbolo de la historia y la cultura de Bohemia.
Conocida formalmente como Catedral de San Vito, San Wenceslao y San Adalberto, alberga las tumbas de reyes y emperadores, además de resguardar las Joyas de la Corona Checa.

Historia de la Catedral de San Vito
La construcción de la Catedral de San vito comenzó en el año 1344, impulsada por el rey Juan de Luxemburgo y su hijo, el futuro emperador Carlos IV.
Ambos decidieron erigir un templo que reflejara la importancia creciente de Praga, como parte fundamental dentro del Sacro Imperio Romano Germánico.
Antes de la catedral gótica, en este mismo lugar existía una basílica románica dedicada a San Vito, construida en el siglo X.
El proyecto inicial fue diseñado por el arquitecto Matías de Arrás, quien introdujo el estilo gótico francés en su estructura.
Tras su muerte en 1352, el alemán Peter Parler tomó el relevo, dándole un enfoque más innovador y personal.
Su influencia se puede ver en las bóvedas nervadas, las esculturas realistas y la icónica Capilla de San Wenceslao, donde descansan los restos del patrón de Bohemia.
A lo largo de los siglos, la construcción de la Catedral de San Vito sufrió interrupciones debido a guerras, falta de financiación y cambios políticos.
No fue hasta 1929, más de 500 años después de su inicio, que finalmente se completó la obra, convirtiéndose en la catedral gótica más importante de la República Checa.
Su historia está ligada a la de los monarcas checos, ya que fue el lugar de coronación de los reyes de Bohemia y el panteón de numerosos soberanos, incluyendo a Carlos IV, Rodolfo II y Fernando I de Habsburgo.
Hoy en día, la Catedral de San Vito sigue siendo un punto central de la vida religiosa y cultural de Praga, atrayendo a miles de visitantes cada año.

Características de la Catedral de Praga
Desde cualquier punto de la ciudad, la silueta de la Catedral de San Vito domina el horizonte de Praga con su imponente arquitectura gótica.
Su exterior es una muestra de la evolución del arte y la ingeniería a lo largo de los siglos, combinando elementos medievales con detalles neogóticos añadidos en los últimos siglos.
Uno de los elementos más llamativos es la fachada oeste, donde se encuentran las majestuosas puertas de acceso.
Sobre ellas destaca un impresionante rosetón neogótico, diseñado en el siglo XIX, representa la Creación del Mundo.
Flanqueando la entrada, dos torres de 80 metros de altura refuerzan la grandiosidad del edificio.
En la fachada sur, se encuentra una de las joyas de la Catedral de Praga: la Puerta Dorada.
Este pórtico, originalmente la entrada principal de la catedral, está decorado con un mosaico de 80 metros cuadrados que representa el Juicio Final.
Sus colores dorados, rojos y azules destacan sobre la piedra oscura, ofreciendo una imagen única dentro del conjunto arquitectónico.
Otro de los puntos más destacados es la Torre Sur, que alcanza los 99 metros de altura y alberga la famosa campana Zikmund, la más grande de la República Checa.
Subir a la torre es una de las mejores experiencias para los visitantes, ya que desde su mirador se obtienen unas vistas panorámicas inigualables del Castillo de Praga y la ciudad extendiéndose a sus pies.
Cada detalle del exterior de la Catedral de San Vito, desde sus gárgolas hasta sus intrincadas portadas, forman parte de un museo de piedra que narra siglos de historia.

Qué ver en la Catedral de San Vito
Al igual que el exterior, el interior de la Catedral de Praga es una auténtica obra maestra del arte gótico.
Cruzando la puerta, lo primero que impacta es la gran altura de sus naves y la luz que se filtra a través de las vidrieras, llenando el espacio de un ambiente místico.
La nave principal, con sus altísimas columnas y bóvedas de crucería, está adornada con esculturas y elementos decorativos que representan la historia y la fe del pueblo checo.
En el corazón de la Catedral de San Vito se encuentra el coro, con su magnífico órgano y sillería tallada en madera.
Durante las misas y eventos especiales, el sonido del órgano resuena en toda la nave, creando una atmósfera realmente sobrecogedora.
Capilla de San Wenceslao
Uno de los lugares más emblemáticos en el interior de la Catedral de Praga es la Capilla de San Wenceslao, construida en el siglo XIV durante el reinado de Carlos IV.
Se erige justo sobre la tumba de San Wenceslao, el duque de Bohemia asesinado en el año 935 y venerado como patrón del país.
Sus muros están recubiertos por más de 1300 piedras semipreciosas, como amatistas, jaspes y ágatas, incrustadas en estuco dorado.
La parte superior de las paredes está decorada con frescos góticos que representan escenas de la Pasión de Cristo, así como momentos de la vida del santo.
Además, desde aquí se puede acceder a un espacio donde se guardan las Joyas de la Corona Checa, entre ellas la Corona de San Wenceslao.
La cámara está protegida por siete llaves, cada una en manos de distintas autoridades checas, pero solo se abre en ocasiones muy especiales.
Panteón Real
El Panteón Real, también conocido como la Cripta de los Reyes, es uno de los espacios más solemnes y significativos de la Catedral de San Vito.
Situado en la parte subterránea bajo el presbiterio, acoge los restos mortales de algunos de los monarcas más influyentes de la historia de Bohemia y del Sacro Imperio Romano Germánico.
Entre las tumbas más destacadas se encuentra la del emperador Carlos IV, considerado el soberano más relevante de la historia del país.
Fundador de la Universidad Carolina y gran impulsor de la construcción de la catedral, Carlos IV fue también rey de Bohemia y emperador del Sacro Imperio en el siglo XIV.
Además de Carlos IV, en el panteón descansan reinas, príncipes y otros miembros de la dinastía de los Luxemburgo y los Habsburgo, envueltos en sarcófagos decorados con gran sobriedad y simbolismo.
Vidrieras de la Catedral de San Vito
Uno de los elementos que más nos llamó la atención fueron las espectaculares vidrieras de la Catedral de San Vito, llenando el espacio de luz y color.
Estas obras de arte en cristal no solo decoran el templo, sino que también narran historias religiosas y nacionales, convirtiéndose en una parte fundamental de la identidad del edificio.
Entre todas las vidrieras de la Catedral de la Praga, destaca especialmente la diseñada por Alfons Mucha, uno de los artistas más importantes del Art Nouveau.
Esta vidriera, situada en la tercera capilla de la nave sur, fue creada en 1931 y representa la vida de San Metodio y San Cirilo, evangelizadores de los pueblos eslavos.
Con su estilo característico, Mucha combinó tonalidades azules y doradas para dar una sensación etérea y espiritual.
Además de la vidriera de Mucha, el resto de los vitrales, añadidos principalmente entre finales del siglo XIX y principios del XX, narran escenas bíblicas y episodios históricos de la República Checa.
Cada una de estas vidrieras fue creada por maestros vidrieros de Bohemia, utilizando técnicas tradicionales que han sido transmitidas de generación en generación.
Una de las más imponentes es la que se encuentra sobre la entrada principal, formando parte de un rosetón neogótico de 10 metros de diámetro que representa la Creación del Mundo según el Génesis.
Sus detalles minuciosos y su explosión de colores, lo convierten en un punto focal al ingresar a la catedral.
Las vidrieras de la Catedral de San Vito no solo embellecen el templo, sino que también juegan con la luz natural para cambiar su apariencia a lo largo del día, ofreciendo una experiencia visual única a cada visitante.

Curiosidades de la Catedral de San Vito
La Catedral de San Vito no solo es una joya de la arquitectura gótica, sino también un lugar lleno de historias y curiosidades que han trascendido a lo largo de los siglos.
Una de las anécdotas más fascinantes está relacionada con la campana Zikmund, ubicada en la Torre Sur. Se dice que, si la campana se rompe, traerá desgracia a toda la nación.
Curiosamente, en 2002, una de sus asas se fracturó, y poco después, Praga sufrió una de las peores inundaciones de su historia. Desde entonces, muchos la consideran un presagio de malos tiempos.
Otra de las leyendas más famosas de la Catedral de San Vito es la del tesoro oculto de las Joyas de la Corona Checa.
Estas joyas, que incluyen la corona de San Wenceslao, se guardan en una cámara secreta detrás de una puerta que solo puede abrirse con siete llaves, cada una en posesión de diferentes autoridades del país.
Esta medida extrema de seguridad, hace que el acceso sea extremadamente restringido y que las joyas solo se exhiban en contadas ocasiones.
Además, la propia Capilla de San Wenceslao está decorada con más de 1.300 piedras semipreciosas incrustadas, lo que la convierte en una de las estancias más lujosas del templo.
Según la tradición, este espacio fue construido en el lugar exacto donde San Wenceslao fue asesinado en el siglo X.
Por último, la catedral también ha sido escenario de eventos históricos clave, como la defenestración de Praga de 1618, episodio que marcó el inicio de la Guerra de los Treinta Años.
Aunque la defenestración ocurrió en un edificio cercano, la catedral se convirtió en un símbolo del conflicto entre protestantes y católicos que dividió a Europa en aquella época.

Información para visitar la Catedral de San Vito
Si estás planeando visitar la Catedral de San Vito, debes tener en cuenta que el acceso se ha divido por circuitos, cada uno con su propio horario y precio.
Horario de visita
La Catedral de Praga está abierta todos los días, pero su horario varía según la temporada:
- De abril a octubre: De lunes a sábado, de 09:00 a 17:00 horas; domingos, de 12:00 a 17:00 horas.
- De noviembre a marzo: De lunes a sábado, de 09:00 a 16:00 horas; domingos, de 12:00 a 16:00 horas.
El horario de la Torre Sur es más restringido, en verano de 10:00 a 18:00 horas y en invierno de 10:00 a 17:00 horas.
Precio de la entrada
La entrada a la Catedral de Praga es gratuita, pero, para acceder al recinto, hay que abonar la entrada completa al Castillo de Praga.
Sólo incluida en el Circuito A, la entrada general cuesta 450 CZK (18€), la reducida 300 CZK (12€) y la familiar 950 CZK (38€).
Otros recintos menos importantes del Castillo de Praga quedan incluidos dentro del Circuito B, cuyo precio es de 300 CZK (12€) la entrada general, 200 CZK (8€) la reducida y 700 CZK (28€) la familiar.
Por su parte, el acceso sólo a la Torre Sur cuesta 200 CZK, y sólo a la Pinacoteca son 200 CZK.
Por la audioguía hay que abonar otros 350 CZK, más un depósito de 500 CZK, está disponible en inglés, español, checo, francés, alemán, italiano, ruso y coreano.
Finalmente, las visitas guiadas por todo el Castillo de Praga tienen un precio de 55€.
La entrada es gratis al Castillo de Praga para los menores de 6 años, las personas con discapacidad y los portadores de la tarjeta turística Praga Visitor Pass.
Cómo llegar
La Catedral de San Vito se encuentra dentro del Castillo de Praga, por lo que la mejor manera de llegar es utilizando el transporte público:
- Tranvía línea 22: Estaciones Pražský Hrad, Pohořelec, Malostranské Náměstí o Královský Letohrádek.
- Metro línea A: Estación Malostranská, desde donde se puede subir caminando hasta el castillo.
Consejos para la visita
- Llega temprano para evitar las largas filas, especialmente en temporada alta.
- Viste ropa adecuada, ya que es un templo religioso y pueden requerir vestimenta apropiada para ingresar.
- Reserva una visita guiada si quieres conocer en detalle la historia y curiosidades de la Catedral de San Vito.
- No olvides subir a la Torre Sur, donde tendrás una vista espectacular de Praga.