Uniendo los barrios de Staré Město y Malá Strana, sobre las aguas del río Moldava se encuentra el Puente de Carlos, el más antiguo y emblemático de Praga.
Historia
Aunque ya habían existido varios puentes que unían en éste punto las dos orillas del río Moldava, todos habían sido destruidos por riadas.
La construcción del puente actual comenzó a mediados del siglo XIV, reinando Carlos I de Bohemia y IV de Alemania.
Por aquel entonces, y hasta 1870, era conocido como Puente de Piedra o Puente de Praga.
Desde que se inauguró en 1402 se convirtió en el puente más importante y transitado de la ciudad, siendo además un elemento clave en el comercio entre Europa Oriental y Occidental.
Cuando se le cambió el nombre en 1870 también se abrió al tráfico rodado, no fue hasta 1978 cuando se decidió limitarlo a un uso peatonal para evitar su deterioro.
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Características
El Puente de Carlos tiene las siguientes medidas: 516 metros de longitud y casi 10 metros de ancho.
Toda la estructura está sujeta por 16 arcos de piedra y decorada con 32 conjuntos escultóricos.
Hasta tres torres guardan los extremos del puente, dos en el Barrio Pequeño (Malá Strana) y una en el lado de la Ciudad Vieja (Staré Město).
Curiosidades
Su construcción comenzó el 9 de julio de 1357, exactamente a las 05:31 horas de la mañana.
¿Y por qué esa fecha?, pues porque los astrólogos del rey Carlos IV calcularon que ese era el momento exacto cuando debía colocarse la primera piedra para que el puente resistiera muchos años en pie.
Además se dice que en la argamasa se utilizó una mezcla de huevos y leche para darle fortaleza al conjunto.
Aunque en un principio se pensó que era una leyenda, recientes estudios han demostrado que podría ser cierto.
Antes de llegar a la Ciudad Pequeña hay unas escaleras que llevan hasta la Isla de Kampa.
Está considerada una de las islas urbanas más bonitas de Europa y uno de los rincones con más encanto de Praga
Torre de la Ciudad Vieja
Fue construida por Petr Parler, mismo arquitecto que diseñó el Puente de Carlos.
Está considerada una de las mejores muestras del gótico en Praga.
Por aquí discurría el Camino Real, transitado por los reyes camino de su coronación en el Castillo de Praga,.
Está adornada con cinco esculturas, en la zona baja está San Vito en el centro, Carlos IV a su izquierda y San Wenceslao a la derecha.
Más arriba están San Adalberto y San Segismundo.
Torre de la Ciudad Pequeña
Al otro lado del Puente de Carlos se alza la Torre de la Ciudad Pequeña, realmente se trata de dos torres unidas en un gran conjunto monumental.
La torre más pequeña es la más antigua, formaba parte del Puente Judith antes de que se derrumbara a mediados del siglo XIV.
La torre más alta se construyó en el siglo XV, a imagen y semejanza de la Torre de la Ciudad Vieja.
Estatuas
A lo largo del puente hay más de 30 estatuas, fueron añadidas en el siglo XVII.
Las que se pueden ver hoy en día son réplicas de las originales.
La primera estatua colocada fue la Crucificción de Cristo en 1657.
Pero si hay una escultura famosa es la de San Juan Nepomuceno, muchos piden un deseo tocando las desgastadas placas de bronce que se encuentran en la base.
Leyenda de su construcción
Una de las leyendas del Puente de Carlos tiene que ver con su construcción.
Se dice que había muchos problemas para avanzar en la obra, ya que lo que se construía de día se destruía de noche.
Fue entonces cuando el arquitecto jefe decidió hacer un pacto con el Diablo, le dejaría terminar la obra y a cambio él le ofrecería el alma de la primera persona que cruzara el puente tras su inauguración.
Cuando llegó ese día, el arquitecto planificó una estrategia para que el primero en cruzar el puente fuera un gallo que tenía escondido en una de las torres de acceso.
Pero el Diablo se dio cuenta de su plan, se disfrazó de albañil y fue a visitar a la esposa del arquitecto para convencerla de que su marido había sufrido un accidente.
Ella salió corriendo hacía el puente y terminó siendo la primera persona en atravesarlo, por lo que el Diablo se llevó su alma delante de todas las personas presentes.
Leyenda San Juan de Neponucemo
Otra leyenda tiene que ver con San Juan de Neponucemo, el que fuera confesor de la reina Sofía de Bavaria se negó a contarle sus secretos al rey Wenceslao IV.
Por ese motivo fue torturado hasta casi la muerte, pero llegó a un acuerdo con el rey para contar los secretos a alguien del castillo, escogiendo a un perro para que nunca salieran a luz pública.
Una vez muerto su cuerpo fue tirado al río Moldava desde el Puente de Carlos.
Fue hallado días más tarde, cuando una cruz de cinco estrellas iluminó el punto exacto donde se encontraba el cadáver.
Hoy su estatua se ha convertido en la más famosa del puente, ya que los visitantes tocan las placas de bronce de su base para pedir deseos.
Tanto la del perro que se encuentra a la izquierda, como la del santo que está a la derecha.
Información
El acceso es libre y gratuito.
Cómo llegar
Se puede llegar desde la estación Staroměstská en la Ciudad Vieja, por donde pasan las líneas de tranvía 5, 17, 18, 53 y 91 y la línea A de metro.
También desde la estación Malostranské Naměstí en el Barrio Pequeño, por donde pasan las líneas 12, 20, 22, 57 y 91 de tranvía.