Además de los museos y monumentos, las plazas de Roma son museos al aire libre que también merecen una visita.
Si quieres conocer las más famosas plazas de Roma, apúntate a un tour por las plazas y fuentes.
Plaza de España
Presidida por una enorme y concurrida escalinata, es uno de los lugares más famosos de Roma.
Debe su nombre a su ubicación junto a la Embajada de España ante la Santa Sede, en funcionamiento desde el siglo XVII.
Frente a ella se encuentra el Palacio de Propaganda Fide, con fachada diseñada por Bernini.
Para llegar la forma más directa es con la línea A de metro, desde la estación Spagna.
Escalinata y fuente
La escalinata de la Plaza de España tiene 135 peldaños, llenos de flores durante la primavera.
Fue construida a principios del siglo XVIII, para salvar el desnivel hasta la Iglesia de la Trinità dei Monti.
A sus pies se encuentra la Fuente de la Barcaza, en italiano Fontana della Barcaccia.
Obelisco Salustiano
En la parte alta encontramos un obelisco egipcio, de algo más 30 metros de altura.
Fue traído desde Asuán, pero los jeroglíficos son copia de los tallados en el obelisco de la Plaza del Popolo.
Iglesia de la Trinitá dei Monti
Tras él se alza la Iglesia de la Trinitá dei Monti desde el siglo XVI, ubicada en el barrio francés.
El interior es renacentista, pero no contiene obras de especial interés.
Como curiosidad, los relojes de la fachada marcan la hora de Roma y la de París, uno es tradicional y el otro de sol.
Columna de la Inmaculada Concepción
Delante de la Embajada de España se encuentra la Columna de la Inmaculada Concepción, instalada en 1856.
Cobra especial importancia durante la Fiesta de la Inmaculada, cada 8 de diciembre.
Plaza Navona
Plaza de forma alargada que alberga tres famosas fuentes de Roma: Fuente de los Cuatro Ríos, Fuente de Neptuno y Fuente del Moro.
Debe su forma a que se construyó sobre el estadio de Domiciano, estructura del siglo I con capacidad para unos 30.000 espectadores.
El diseño actual es del siglo XVII, cuando el papa Inocencio X decidió convertirla en la más espectacular de las plazas de Roma.
A un lado se alza la Iglesia de Sant’Agnese, erigida en la segunda mitad del siglo XVII en el lugar de martirio de Santa Inés.
Junto a ella está el Palazzo Pamphili, construido a mediados del siglo XVII, desde 1920 alberga la Embajada de Brasil.
Se puede llegar caminando desde el Panteón de Agripa o desde la estación Argentina, con la línea 8 del tranvía.
Plaza Venecia
Ubicada muy cerca del Foro Romano, es famosa por albergar el Monumento a Vittorio Emanuele II.
Al otro lado está el Palacio de Venecia y la Basílica de San Marcos.
Se llega desde la estación Colosseo con la línea B de metro, después hay que seguir la Via dei Fori Imperiali.
Monumento a Vittorio Emanuele II
Fue construido tras la unificación de Italia en honor de Víctor Manuel II, último rey de Cerdeña y primero de Italia.
También es conocido como Altar de la Patria (altare della patria).
Los trabajos comenzaron en 1895, la inauguración oficial se produjo en 1911.
La estructura mide 135 metros de ancho por 70 de altura, está coronada por esculturas de la diosa Victoria guiando a las cuadrigas.
Preside el conjunto una estatua ecuestre de Víctor Manuel II, como decoración hay enormes columnas corintias y varias fuentes.
En el interior se encuentra el Museo Central del Resurgimiento y el Instituto para la Historia del Resurgimiento Italiano.
Desde el fin de la I Guerra Mundial acoge el Monumento al Soldado Desconocido, con una llama eterna custodiada por dos soldados.
Uno de los mayores atractivos del Monumento a Vittorio Emanuele II es subir en ascensor panorámico a la terraza para disfrutar con las vistas.
Palacio de Venecia
Al otro lado de la plaza se encuentra el edificio que le da nombre, el Palacio de Venecia.
Construido en el siglo XV, fue el primer palacio renacentista de Roma.
Inicialmente fue residencia del cardenal Pietro Barbo, más tarde papa Pablo II.
A principios del siglo XVI se transformó en sede de la Embajada de la República de Venecia, tras haber albergado la Embajada del Imperio Austrohúngaro ante la Santa Sede.
En 1917 pasó a manos del Estado Italiano, convirtiéndose en residencia oficial del dictador Benito Mussolini.
Hoy alberga el Museo Nacional del Palacio de Venecia, con una colección que va desde la era cristiana hasta el renacimiento.
Basílica de San Marcos
Junto al Palacio de Venecia está la Basílica de San Marcos, considerada la iglesia de los venecianos en Roma.
Fue fundada por el papa San Marcos en el año 336 d. C., aunque el edificio actual es del siglo XV.
Plaza del Campidoglio
Situada en la cima de la colina Capitolina, durante siglos fue el lugar donde se levantaba el Templo de Júpiter.
A principios de la Edad Moderna se llevó a cabo una profunda remodelación, para convertirla en el centro de la vida política.
Como curiosidad, la Plaza del Capitolio es la única renacentista de las plazas de Roma.
En 1536 se encargó el diseño a Miguel Ángel Buonarroti, pero no pudo ver acabada su obra porque los trabajos se extendieron durante siglos.
Finalmente fue inaugurada en el siglo XVII, aunque hasta 1940 se estuvieron colocando nuevos elementos.
Se llega desde las estaciones Argentina o Arenula, con la línea 8 del tranvía, o desde la estación Colosseo, con la línea B de metro.
Cordonata Capitolina
Hasta la Plaza del Campidoglio se accede subiendo la Cordonata Capitolina, adornada por varios grupos de esculturas.
En la base hay dos leones, en la parte superior los dioscuros Castor y Pólux, entre medias la Cola di Rienzo.
Estatua ecuestre de Marco Aurelio
Con sus 3 metros de altura, preside el centro de la Plaza del Campidoglio.
Es una copia en bronce de la original expuesta en los Museos Capitolinos, con sede en los edificios anexos del Palacio de los Conservadores y el Palacio Nuevo.
Ayuntamiento de Roma
Finalmente podemos ver el Palazzo Senatorio, sede del Ayuntamiento de Roma.
Se accede desde otra escalinata decorada con una escultura de Minerva, flanqueada por las representaciones de los ríos Nilo y Tíber.
Entre el Palazzo Senatorio y el Palazzo Nuovo hay una réplica de la estatua de la loba Luperca amamantando a Rómulo y Remo.
La original también está guardada en los Museos Capitolinos.
Basílica de Santa María in Aracoeli
Hasta ella se llega subiendo por la escalera Aracoeli, hecha con 124 escalones de mármol.
Fue construida en el siglo VI, pasó a manos de los benedictinos en el IX y a finales del siglo XIII a los franciscanos.
Lo más destacable es el interior, adornado con frescos de Pinturicchio.
También destacan los mausoleos hechos por Donatello o Miguel Ángel o el techo con frescos de la Batalla de Lepanto.
La pieza principal es la talla de madera del Niño Jesús (Santo Bambino), sustituta de la original hecha de madera de olivos del jardín de Getsemaní.
Plaza del Quirinale
Situada en la más alta de las siete colinas de Roma, ofrece magníficas vistas panorámicas de la ciudad.
La parada más cercana es Barberini/Fontana di Trevi, de la línea A de metro.
Obelisco Quirinal
En el centro se encuentra el obelisco Quirinal, de casi 30 metros altura contando la base, decorada con estatuas de Castor y Polux.
Originalmente en la Antigua Roma se ubicaba junto al Mausoleo de Augusto.
Palacio de Quirinale
Enorme edificio que durante siglos acogió a papas y reyes, hoy es residencia oficial del Presidente de la República Italiana.
Se construyó a finales del siglo XVI por orden del papa Gregorio XIII, para usarlo como residencia de verano.
Durante siglos se hicieron trabajos de ampliación y reformas, llegando al edificio con 1.200 habitaciones que podemos ver hoy.
Tras la unificación de Italia fue residencia de los reyes de la Casa de Saboya, hasta que se proclamó la República en 1946.
Es muy curiosa la ceremonia de cambio de guardia que tiene lugar todos los días a las 15:15 horas, excepto los domingos y festivos que es a las 16:00 horas.
Plaza del Popolo
Originalmente acogía la Puerta Flaminia, acceso norte de la ciudad durante el Imperio Romano.
Está presidida por el Obelisco Flaminio perteneciente a la época de Ramsés II, el segundo más antiguo de Roma.
Desde aquí parten tres de las calles más importantes de la capital: Via del Corso, Via del Babuino y Via di Ripetta.
En la plaza también se pueden ver dos iglesias barrocas gemelas: Santa Maria dei Miracoli y Santa María in Montesanto.
Pero sobre todo llama la atención la Iglesia de Santa María del Popolo, decorada con obras de Caravaggio, Rafael o Bernini.
Así como la Porta del Popolo, diseñada a mediados del siglo XVII por Bernini.
Se accede desde la estación Flaminio, por donde pasa la línea A de metro.
Plaza de la República
Cercana a la estación de trenes Termini, es un importante punto de encuentro y comunicaciones.
Se construyó sobre una exedra dioclesana, por lo que durante años fue conocida como Plaza de la Exedra.
Está presidida por la Fuente de las Náyades, parte del acueducto más largo de la Antigua Roma.
De un lado se alza la Basílica de Santa María de los Ángeles y los Mártires, integrada en las ruinas de las Termas de Diocleciano.
Fue diseñada por Miguel Ángel Buonarroti, siendo la única iglesia renacentista que se conserva en Roma.
En el suelo se puede ver la línea meridiana solar, hecha en 1702 para demostrar la exactitud del calendario gregoriano.
Cierran el conjunto dos edificios construidos siguiendo la forma semicircular de la antigua exedra romana que ocupaba el lugar.
Puedes llegar desde la estación Repubblica, por donde pasa la línea A de metro.
Plaza Colonna
Situada muy cerca del Panteón de Agripa, es famosa por albergar la Columna de Marco Aurelio.
Fue construida a finales del siglo II, para honrar las victorias del emperador Marco Aurelio.
Consta de un cuerpo decorado con relieves en forma de espiral, inspirado en la Columna Trajana.
La parte superior está rematada por una estatua de bronce de San Pablo, colocada a finales del siglo XVI.
A su alrededor se ubican interesantes edificios civiles:
- Palazzo Chigi, actual sede del Consejo de Ministros.
- Palazzo Ferraioli, acoge oficinas de correo y representación.
- Galería Colonna, actualmente llamada Galería Alberto Sordi.
- Palazzo Wedekind, sede histórica del periódico Il Tempo.
Además se puede ver la Iglesia de San Bartolomé y Alessandro dei Bergamaschi, también conocida como Santa María de la Piedad.
Puedes llegar a pie desde el Panteón de Agripa, por el camino verás las once impresionantes columnas del Templo de Adriano.
Campo de’ Fiori
Se construyó a mediados del siglo XV, sobre un antiguo campo de flores del que toma su nombre.
Tras instalarse en la cercanías varias familias de clase alta, se convirtió en punto de encuentro de personalidades influyentes.
Los locales fueron ocupados por artesanos y comerciantes, dos veces había un mercado de ganado.
Durante algunos años se realizaron ejecuciones públicas, una de ellas es recordada en el monumento que preside el Campo de’ Fiori.
Se trataba del filósofo Giordano Bruno, quemado vivo el 17 de febrero del año 1600 por hereje.
Desde 1869 acoge un mercado diario trasladado desde la Plaza Navona, en sus puestos se venden flores y alimentos frescos.
Por las noches se convierte en un animado espacio donde se reúnen los romanos para tomar algo al terminar el día.
Se llega desde las estaciones Argentina o Arenula, con la línea 8 de tranvía.
Trastévere
En el corazón del barrio más pintoresco de Roma se encuentra la Plaza de Santa María in Trastévere.
Está presidida por una fuente diseñada por Bernini en 1874, pero sus orígenes se remontan al siglo VIII.
En un lateral se alza la Basílica de Santa María in Trastévere, fundada en el siglo III por el papa Calixto I y renovada en el XII por Inocencio II.
Aún conserva un marcado aspecto medieval, destacando la fachada con mosaicos dorados del siglo XIII.
El interior se sujeta con enormes columnas traídas de las Termas de Caracalla, sobre ellas hay un precioso artesonado de madera diseñado por Domenichino.
Entre las obras de arte destaca el ábside hecho por Cavallini o la Capilla Altemps decorada con la Madonna de la Clemenza.
También es famosa la Iglesia de Santa Cecilia in Trastévere, erigida en el siglo V donde había recibido martirio la santa.
Tiene como pieza principal «El Martirio de Santa Cecilia», esculpida sobre su cuerpo incorrupto en 1595.
Fíjate también en los frescos del Juicio Final de Pietro Cavallini, el baldaquino gótico o el ábside con mosaicos del siglo IX.
Y ya que estás en Trastévere, aprovecha para visitar la Villa Farnesina o la Fuente Acqua Paola.