Tiene el mismo origen que el resto de islas de Venecia, fueron habitadas en el siglo V por los pobladores de tierra firme que huían de las invasiones bárbaras.

Estaban bastante más atrasados en cuanto a construcciones que sus vecinos, hasta el siglo XI vivieron en palafitos con muros hechos de cañas.

El mayor atractivo de la isla son sus coloridas casas, es obligación de los vecinos mantenerlas todo el año con los vivos colores que las caracterizan.

Hay varias teorías para explicar el singular colorido, pero la más lógica parece ser que fue para que los marineros pudieran ver las construcciones entre la densa niebla que suele cubrir la isla.

Más recientemente recayó en el artista local Remigio Barbaro la tarea de decidir el color de las casas, hay varias esculturas en la isla realizadas por él.

Tras su muerte son los propios vecinos los que eligen el color, pero cumpliendo dos condiciones:

• No puede haber dos casas contiguas iguales
• Sólo puede ser uno de los colores incluidos en el catalogo aprobado por el ayuntamiento.

El edificio de mayor interés es la Iglesia de San Martín, aunque es una construcción inacabada.

Su torre campanario inclinada mide 53 metros de altura, se dice que está más inclinada que la famosa Torre de Pisa.

Se ve desde casi todos los rincones de la isla, convirtiéndose en un símbolo de Burano.

Encaje de Burano

Como en Murano, hay un producto típico que sólo se produce en ésta isla, el encaje de Burano.

A diferencia del resto de islas se hace con la meticulosa técnica a aguja, obteniendo unas creaciones totalmente artesanales.

Cuenta con un Museo del Encaje, ubicado en la antigua escuela del oficio llamada Scuola dei Merletti.

En su interior se puede hacer un recorrido cronológico por la historia de este arte tradicional.

Cómo llegar

Hasta Burano se puede llegar con la línea 12 de vaporetto, desde la parada Fondamente Nove, ubicada al norte de Venecia.

Otra opción es contratar una excursión con transporte a Murano y Burano o una excursión a Murano, Burano y Torcello.